Sí, dicen los científicos. ¿Cómo? Colocando, como ellos habían solicitado, dos ‘tsuná-metros’ (unas boyas dotadas de sismógrafos) para medir el impacto de estos terremotos. Los riesgos del Océano Indico eran conocidos. ¿Complicado? No. Desde hace cincuenta años, los Estados Unidos tienen instalados seis tsuná-metros para proteger sus costas. ¿Caro? 250.000 $ la unidad (*). Es […]
Sí, dicen los científicos. ¿Cómo? Colocando, como ellos habían solicitado, dos ‘tsuná-metros’ (unas boyas dotadas de sismógrafos) para medir el impacto de estos terremotos. Los riesgos del Océano Indico eran conocidos. ¿Complicado? No. Desde hace cincuenta años, los Estados Unidos tienen instalados seis tsuná-metros para proteger sus costas.
¿Caro? 250.000 $ la unidad (*). Es lo que cuesta la maquinaria de guerra del Pentágono cada segundo (1.500 millones de $ diarios).
¿Demasiado caro, pese a todo? Sí. Los científicos no habían obtenido los créditos. ¿Cuánto vale una vida humana en nuestro sistema?
Eso no es todo. Parece ser que hubiera podido avisarse a las autoridades de Asia. En efecto, los científicos que trabajan para la National Oceanic & Atmospheric Administration de los Estados Unidos sí que avisaron con bastante antelación a la base militar USA de Diego García, que no ha sufrido daños. Pero parece que no han descolgado el teléfono para avisar a los gobiernos de Asia, según las acusaciones de dos estadounidenses (**). Al parecer habrían enviado tan solo un mail a Indonesia, sin ocuparse de más.
De haberlas avisado, las víctimas hubieran podido retirarse hacia el interior o situarse en algún lugar elevado: la diferencia entre la vida y el desastre eran 10 o 15 metros. ¿Cómo explicar este desprecio por las vidas del tercer mundo y de simples turistas?
Por supuesto, los gobiernos locales y los gobiernos de los países ricos también pueden ser señalados por no haber financiado esos ‘tsunámetros». Y no es la primera vez que se instala una industria turística en una zona de riesgo.
En estos momentos trágicos, ¿qué va a hacer el hombre más poderoso del mundo? Bush ha arrojado una limosna de 15 millones de dólares [después de escrito el artículo se supo que Bush aumentó sustancialmente ese monto]. Es decir, la milésima parte de lo que ha gastado contra el pueblo iraquí.
Claro está que la guerra da grandes beneficios a las multinacionales; la guerra le permite intimidar y mantener su dominio del mundo…
Este desastre nos invita a la reflexión.:
1. Sí, las catástrofes son naturales, pero la mayor parte de sus consecuencias podrían evitarse o aminorarse. Es cuestión de prioridad en los gastos..
2. Una sociedad en la que la ciencia y la tecnología están tan desarrolladas y no sirven ¿no es acaso una sociedad absurda?
3. ¿A qué hay que dedicar los miles de millones? ¿a hacer la guerra, o a salvar vidas?
4. ¿El saber puede seguir siendo monopolizado por los países ricos? Porque los expertos y los conocimientos necesarios existían, pero en el lugar inadecuado; ya que los cerebros se compran y monopolizan como vulgares mercancías…
5. Otro mundo no es sólo posible , sino indispensable. El mundo que sustituirá las dictaduras del máximo beneficio de las multinacionales por la cooperación y la solidaridad entre los pueblos
(*) Nota del traductor: el coste de los dos sunámetros hubiera ascendido a unos 500.000 $, es decir unos 360.000 € o unos 60 millones de pesetas: ¡la macabra cantidad de 3 € o de 500 pesetas por muerto!
(**) Sara Flounders y Dustin Langley. Comunicado del International Action Center (USA), en versión inglesa en nuestra web:
http://www.michelcollon.info/articles.php?dateaccess=2004-12-30%2011:30:09&log=invites