El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró este sábado que la oposición no aceptará una eventual derrota en el referendo constitucional de mañana, y buscará desestabilizar el país, por eso solicitó a una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que legitime su eventual triunfo en el referendo constitucional del domingo En una conversación […]
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, aseguró este sábado que la oposición no aceptará una eventual derrota en el referendo constitucional de mañana, y buscará desestabilizar el país, por eso solicitó a una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que legitime su eventual triunfo en el referendo constitucional del domingo
En una conversación con observadores electorales de varios organismos internacionales, Correa reiteró su temor de que se pueda reproducir en Ecuador la situación de crisis registrada en Bolivia.
«En Ecuador hay muy amplios espacios de debate, somos gente acostumbrada al debate», dijo Correa, pero añadió que «las cosas son más profundas porque aquí hay grupos que saben que están jugándose su supervivencia y no van a aceptar, por votos, por una decisión mayoritaria, perder esos privilegios».
Esos grupos de oposición, a criterio de Correa, «van a seguir, por otros métodos, por otros caminos, tratando de desestabilizar, crear polémica».
La de mañana «es una elección histórica» porque «se trata de elegir entre dos sistemas y, en consecuencia, va a haber grupos de poder que van a ver afectados sus privilegios, pero no se van a rendir», añadió Correa ante representantes de la Unión Europea (UE), la Organización de Estados Americanos (OEA), el Centro Carter y el Parlamento Andino.
En ese sentido, les hizo un expreso pedido para que garanticen la transparencia del proceso.
«Les ruego estar atentos para que ningún perdedor, sea del Sí o del No, intente manchar la legitimidad de los resultados», reiteró el mandatario.
«Ustedes seguramente tienen encuestas, saben los resultados que se van a dar mañana. Saben por dónde van las cosas, incluso en Guayaquil», bastión opositor, afirmó el jefe de Estado.
«Ahí tenemos un gran ejemplo en Bolivia. (El presidente) Evo Morales acaba de ganar un referendo aprobatorio con el 68 por ciento de los votos, pero los grupos separatistas, aquellos que ya se resignaron a no poder captar el poder nacional, quieren refugiarse en poderes locales y siguen desestabilizando, siguen intentado dividir el país», remarcó.
«No es que soy pesimista, soy objetivo. Los que conocen bien la realidad de América Latina, los que conocen de las élites y oligarquías de América Latina, saben que lo que digo es correcto», apuntó el jefe del Estado.
Además, aseguró que la oposición en su país «se traduce en poderosos medios de comunicación, en poderosos grupos económicos, se traduce en ciertos sectores ultraconservadores de la Iglesia católica», que «van a seguir tratando de defender el ‘statu quo’, tratando de impedir el cambio».
«Eso es muy nocivo para la democracia, la mezcla del poder económico con el poder de la información», añadió el mandatario.
Correa aseguró que, con su Gobierno, Ecuador va por «un proceso radical, profundo y rápido de cambio», que ha denominado «revolución ciudadana», y en que «todo cambio atrae resistencia», por lo que es posible que se digan «muchísimas cosas» en contra del Gobierno por parte de la oposición.
El mandatario remarcó que el proceso electoral de mañana demuestra la convicción democrática de los ecuatorianos.
Ecuatorianos irán a las urnas
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Ecuador anunció que tiene todo listo para el proceso de votación del referendo de mañana domingo, en el que nueve millones de electores, facultados para votar, decidirán si aprueban o rechazan un proyecto de nueva Constitución.
Recordó que se encuentran empadronados 9 mil 754 mil 883 electores, de los cuales 165 mil corresponden a emigrantes inscritos en 47 países en el exterior.
El domingo, añadió Acosta, se instalarán 38 mil 901 Juntas de Recepción de Votos (JRV), que se prevé empiecen a recibir a los electores a partir de las siete de la mañana (12.00 GMT), hasta las cinco de la tarde (22.00 GMT).