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Se organiza en Myanmar una milicia de mujeres como respuesta a la violencia militar en la región de Sagain

Fuentes: RFA [Imagen: Integrantes del Grupo Guerrillero de Mujeres Myaung entrenando en el municipio de Myaung, de la región de Sagaing (MWGG)]
Traducido para Rebelión por Cristina Alonso

Las combatientes afirman que el grupo empodera a las mujeres, quienes han sido el blanco de los soldados en los ataques a aldeas.

Las activistas de la región de Sagaing, en Myanmar, han formado la primera milicia de mujeres anti junta del país, compuesta por estudiantes, profesoras, otras profesionales y agricultoras luchando por recuperar el país del bien armado ejército birmano, que derrocó al gobierno democráticamente electo en un golpe de estado el 1 de febrero.

Hera, de 16 años, dijo que abandonó la escuela secundaria para ocupar un puesto de comandante en el Grupo Guerrillero de Mujeres Myaung (MWGG, por sus siglas en inglés) tras ver cómo los soldados atacaban a manifestantes y personas civiles desarmadas.

«La población civil local tuvo que huir de sus casas cuando los soldados llegaron a la aldea», comentó. «Se me caen las lágrimas cada vez que veo a la gente en los campos de personas refugiadas. Eso me motiva a luchar. No tengo miedo. Estaba dispuesta a dar mi vida cuando me uní al grupo y quiero luchar por la democracia».

La junta militar ha lanzado ofensivas en todas las regiones fronterizas alejadas de Myanmar, que están bajo el control de los ejércitos de las minorías étnicas y de las milicias anti junta de las Fuerzas de Defensa Populares. Los informes indican que los soldados asaltan regularmente las aldeas, saqueando e incendiando casas y atacando a la población civil.

Las fuerzas del ejército han dado muerte a 1.275 civiles desde que la junta militar tomó el poder en el golpe de estado del 1 de febrero, de acuerdo con la información de la Asociación de Asistencia a los Presos Políticos, con sede en Bangkok. Según el grupo, al menos 80 de las personas asesinadas eran mujeres. Se acusa a los soldados de la presunta violación, la semana pasada, de dos mujeres jóvenes en el municipio de Tedim, en el estado Chin, lo que llevó a los grupos de derechos a denunciar el uso de la «violencia sexual como arma de guerra» por parte de los militares golpistas.

Una combatiente del MWGG, que dijo llamarse Amera, informó al Servicio de RFA en Myanmar que el grupo se puso en marcha el mes pasado en el municipio de Myaung, en Sagaing, para empoderar a las mujeres que, de otro modo, podrían ser presa de las tropas de asalto del ejército.

«Se supone que las manos de las mujeres están destinadas a mecer la cuna, pero queremos mostrar a la gente que nuestras manos también son capaces de resistir con armas al régimen militar», dijo.

«Además, las mujeres nos enfrentamos a muchas discriminaciones, dada la situación del país. En definitiva, hemos aparecido para romper las barreras que limitan el papel de la mujer en la sociedad.»

Amera comentó que las combatientes del MWGG participan ahora regularmente en operaciones con explosivos y en el «exterminio de informantes militares».

Athena, comandante de pelotón del MWGG, explicó a RFA que tomó las armas para servir en lugar de su hermano, después de que éste muriera en la explosión de una mina durante un ejercicio de entrenamiento de la milicia.

«En mi familia se preocupaban al principio, y me pidieron que volviera a casa tras la muerte de mi hermano. Pero decidí no volver a casa hasta que la democracia se haya restablecido», comentó.

Mujeres en movimientos de resistencia

Muchas mujeres han participado en movimientos anti junta desde el golpe de estado, con algunas uniéndose a la resistencia armada y otras protestando pacíficamente contra el régimen militar.

El 6 de septiembre, 11 grupos de protesta dirigidos por mujeres de Rangún, Mandalay, Monywa y aldeas de Sagaing se unieron para formar las Fuerzas Aliadas de Mujeres.

Una dirigente de las protestas, que organizaba acciones diarias contra el golpe militar en Monywa, explicó a RFA que la formación de una milicia formada exclusivamente por mujeres es un hito importante en el movimiento de resistencia.

«La situación [desde el golpe] nos ha llevado a demostrar que las mujeres pueden hacer los mismos trabajos que los hombres. Creo que estos movimientos de resistencia aportan más igualdad y pueden ayudar a eliminar la discriminación en el futuro», dijo, hablando bajo condición de anonimato por temor a las represalias.

«Algunas personas piensan que no es nada especial que las mujeres participen en las protestas. Pero es extraordinario verlas luchando valientemente en las milicias. Las mujeres están dejando su huella en la historia del movimiento de resistencia».

Información del Servicio de RFA en Myanmar. Traducido por Ye Kaung Myint Maung y Khin Maung Nyane. Escrito en inglés por Joshua Lipes.

Fuente original en inglés: https://www.rfa.org/english/news/myanmar/militia-11182021181600.html