Recientemente se supo que desde el pasado Lunes 21 comenzaron, en territorio surcoreano, los ejercicios anuales UlchiFreedom Guardián., organizados en esa lejana región del mundo por el gobierno de los Estados Unidos. Ellos fueron previstos para durar 12 días, e incluyen la mayor simulación computarizada del planeta, el despliegue de 50,000 mil militares surcoreanos y […]
Recientemente se supo que desde el pasado Lunes 21 comenzaron, en territorio surcoreano, los ejercicios anuales UlchiFreedom Guardián., organizados en esa lejana región del mundo por el gobierno de los Estados Unidos. Ellos fueron previstos para durar 12 días, e incluyen la mayor simulación computarizada del planeta, el despliegue de 50,000 mil militares surcoreanos y 17,000 estadounidenses. Para quienes siguen con atención la alarmante situación internacional, difícilmente podría escapárseles que en el actual contexto, esas maniobras, suenan no sólo como la continuación de una política de constante provocación contra la República Democrática y Popular de Corea -Corea del Norte, como se le conoce popularmente-. Asoman como un nuevo escalón agresivo contra la paz del mundo.
No han pasado muchos días de la visita del Vicepresidente norteamericano Mike Pence, a algunos países del Cono Sur de América. A ellos, y también a los gobiernos de Brasil y el Perú, el Vice Mandatario Yanqui les ha exigido que «rompan» relaciones diplomáticas con el gobierno de Pyong Yang. Esa demanda, ha incluido los nuevos intentos de la Casa Blanca por aislar a Venezuela y preparar las condiciones para una posible intervención militar contra la Revolución Bolivariana.
Pese a que las cancillerías de los países visitados ha rechazado la agresividad extrema del Imperialismo, el Presidente Trump ha dado a conocer recientemente, nuevas sanciones contra la administración de Caracas. Los expertos, las resumen del siguiente modo: Estas sanciones no van contra funcionarios venezolanos, sino contra toda la economía y el sistema financiero del país bolivariano. Y es que prohíben a cualquier persona, empresa, entidad financiera o asociación en EEUU, que acepten negociar de manera directa o indirecta con los nuevos bonos o recursos de financiamiento que sean emitidos por el BCV o PDVSA. Se trata, sin duda de una medida de asfixia a la economía toda de Venezuela, que intentará limitar las capacidades del país de obtener financiamiento o incluso comprar y vender activos.
Estas sanciones no afectan los bonos venezolanos que ya están en el mercado. Pero apuntan al default e impago de Venezuela, aunque el país ha pagado 65 MM$ por sus compromisos en 24 meses. Esto debido a que las sanciones intentarán limitar la capacidad de Venezuela de obtener financiamiento, para cumplir con ello los compromisos que ya están vigentes. De ese modo, las sanciones se dirigen a afectar las vías de financiamiento de PDVSA para desarrollar la Faja del Orinoco, proyecto bandera de aspiración al desarrollo nacional. Así que apuntan al corazón de la economía venezolana al corto y largo plazo.
Es claro que esta nueva acción imperialista, fracasará. Venezuela no está sola. Ya se preparaba para esto, y venía trabajando con China en un proceso de recompra de bonos venezolanos. El jueves, en Wall Street ya se manejaba esa posibilidad y los bonos venezolanos tuvieron su mejor día del año al saltar 6%. Este acuerdo permitiría la compra segura de China de la deuda venezolana, cosa que aseguraría el financiamiento de Venezuela para el corto y mediano plazo. Asegurando estabilidad y evitando mayores afectaciones de las acciones de Trump contra el país. Las medidas de Trump aunque tomen la forma de sanciones económicas, son en realidad acciones políticas. El objetivo es doblegar a Venezuela, por ser un factor clave en el Sistema-mundo no sólo por sus ingentes recursos que la declaran como zona en disputa, también por su posición de importancia política de actor de influencia
Si a esto sumamos la crisis Siria, los fracasos imperialistas en Irak , el caos que vive Libia, las medidas orientadas a prolongar la guerra afgana, los sistemáticos ataques contra el pueblo Palestino y el acoso a la República Saharahui, que llega incluso a nuestro país; percibimos el hecho que el sistema imperial norteamericano y a sus aliados europeos se les ha ampliado actualmente el cúmulo de problemas que tienen relación con la crisis sistémica que no ha terminado aún pero que amenaza con reeditarse. Ellos intentan enfrentarlos cargando a cuestas el pesado anclaje de su pasado y coherentes con el dictado propio de la naturaleza de sus genes, no tienen otra opción que sus ya tradicionales recetas intervencionistas. Objetivamente la policía norteamericana contras el así llamado «terrorismo islámico» no ha dado resultado. Al contrario, este se ha extendido, como lo prueban los recuentes ataques ocurridos en Barcelona y en otras ciudades europeas.
Las recientes sanciones a Corea del Norte, Rusia, Irán y las amenazas a China, ellas no lograrán tampoco los efectos deseados por Washington. No debe olvidarse que terminada la guerra en la península de Corea -1953- la Pyong Yang planteó la firma de un tratado de paz a lo que EEUU se negó. Por lo demás, en 1998, el Pentágono diseñó el proyecto ‘OPLAN 5027-98’ para bombardear este país en colaboración con Corea del Sur y Japón. Y es que Corea del Norte, siempre estuvo en la mira de los estrategas del Pentágono. Las verdaderas razones de esa política residen en sus objetivos estratégico del Imperio. Y Corea lo sabe, y entiende que solo su capacidad de responder a la agresión le permitirá sobrevivir. Ellos no están dispuestos a correr la suerte de Irak y Libia. La locura que se le endilga al gobernante no es más que una forma de ocultar sus verdaderos propósitos. El cinismo y el engaño forma parte del libreto de las élites, mega corporaciones que concentran en sus manos más del 50 por ciento de los activos del mundo. Ellos necesitan la guerra para mantener un estilo de vida que se asienta en el despojo de gran parte de la humanidad.
Debemos destacar el papel de los integrantes del Gobierno Bolivariano, en especial del Presidente Nicolás Maduro y de la ahora Presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente Delcy Rodriguez. Ellos han mostrado a los pueblos del mundo ejemplos de valentía y de dignidad al ejercer el derecho del pueblo venezolano a decidir su destino con independencia, y soberanía, respetando los derechos humanos, construyendo una democracia renovada, participativa, protagónica. En Venezuela se ha ampliado y profundizado la participación del pueblo en la vida política del país. El actual gobierno Venezolano ha asumido con coherencia el legado sembrado por el Comandante Hugo Chávez Frías.
En la Patria Grande Latinoamericana, hay que destacar los éxitos del proceso Venezolano. El pasado 30 de julio, y luego de la exitosa elección de la Asamblea Constituyente, cesaron, finalmente, las acciones terroristas impulsadas por los grupos contra revolucionarios internos con el apoyo de los Estados Unidos y se alcanzó un proceso de pacificación del país, signado por la derrota de los planes desestabilizadores de la MUD.
El proceso bolivariano está mostrando al mundo, que las guerras de »cuarta o de quinta generación», de »baja intensidad» o las »Revoluciones de Colores» alimentadas por una gigantesca campaña mediática, de mentiras y falsificaciones sobre la realidad del país hermano, bajo ciertas condiciones y en el nuevo escenario global que se abre, pueden ser derrotados. Pensamos que la importancia del mismo trasciende el espacio de nuestra patria grande y tiene una dimensión mundial. Esta alumbrando los caminos del porvenir de nuestros países y pueblos y constituye un punto de referencia y de estudio obligado de toda persona honesta que se plantea el compromiso de aportar en la construcción de un país y un mundo nuevo.
En el Perú, el gobierno hace agua y la mafia acecha
La prolongada huelga magisterial ha demostrado la absoluta incapacidad de la Clase Dominante apara encarar y resolver los graves problemas sociales que atormentan a las grandes mayorías nacionales. El gobierno fracasó en toda la línea, por su torpeza, soberbia e insensibilidad. Le restó inicialmente importancia al conflicto magisterial que se inició en el Cusco y subestimó la capacidad de lucha de los docentes peruanos, largamente abandonados por el Estado Peruano. Después, se aferró a prejuicios anti comunistas sin fundamento alguno, guiado por la estrechez mental de algunos de sus ministros y, finalmente, se negó a dar la cara para tratar el conflicto con los dirigentes reales de la lucha profesoral. Como consecuencia de tan errático comportamiento, la huelga se ha extendido a todo el país y prolongado en el tiempo, en detrimento de la «estabilidad política» que reclaman las autoridades formales. La Izquierda «oficial» le debe al país una severa autocritica por el sesgo de los acontecimientos.
La responsabilidad principal, en este orden de cosas, le cabe a «patria Roja» y a la dirección nacional del SUTEP, pero se proyecta a otros sectores de la denominada «Izquierda legal, no por lo que está haciendo ahora -que busca reaccionar positivamente ante la crisis- sino por lo que dejó de hacer en los últimos 25 años, en los que buscó unirse no para organizar al pueblo, ni para alentar o conducir sus luchas; sino apenas para participar en jornadas, en procura de «cuotas de Poder» que nunca fue capaz de alcanzar. Mientras las «vanguardias» de nuestro pueblo se unían, o dividían, en disputas episódicas de corte electoral.
La justeza de las demandas de los docentes es sin duda indiscutible. Y su capacidad de lucha aflora hoy como un aliciente para otros segmentos de la vida nacional. La vigorosa acción desplegada en 18 regiones del país, ha sido producto de una caudalosa protesta ciudadana embalsada mucho tiempo. Acciones valerosas han desplegado en todo el territorio nacional maestros y maestras de localidades rurales y urbanas, dedicadas esforzadamente al laborioso trabajo de la educación de la infancia y la juventud. Sobreponiéndose a enormes dificultades económicas, materiales y aun académicas, los docentes peruanos han hecho honor a la gloriosa tradición de lucha del magisterio nacional, a las enseñanzas del Amauta, las lecciones de José Antonio Encinas, la ruta esforzada de Walter Peñaloza y el activo trabajo sindical de Isaías Poma Rondinel, que arrancara al magisterio del cautiverio político en la que lo tuviera sometido el APRA durante algunas décadas.
Las acciones de masas libradas por los maestros, y la movilización de los trabajadores el pasado 24 de agosto bajo las banderas de clase de la CGTP, no han tenido precedentes en lo que va del siglo XXI; y han rememorado más bien episodios heroicos de tiempos mejores, desplegados bajo idénticas banderas de clase en otras épocas.
No obstante, la continuación incierta del conflicto, entraña peligros que deben ser advertidos. Una parte de las demandas magisterial, ha asido satisfecha de manera parcial. Esto, de por si configura una verdadera victoria de los maestros, que han logrado arrancar conquistas que no han sido producto de la generosidad del régimen, ni han caído del cielo; sino el resultado de una batalla dolorosa y difícil, que ha dejado una estela de muerte y daños físicos y sicológicos en muchos docentes. Y asoma en el escenario el peligro de la dispersión y el desbande del movimiento, alentados por el gobierno y por grupos desclasados que aún existen en el magisterio nacional y en la sociedad peruana.
Siempre es preferible que un movimiento victorioso ceda el paso y se repliegue ordenadamente, antes que cunda el desánimo y el temor. El liderazgo de una Vanguardia unida y coherente, exige tensar la cuerda hasta donde realmente sea posible, y buscar acuerdos antes que se agote el movimiento. Por lo demás, la radicalización extrema de una acción de clase puede debilitar la capacidad operativa de los trabajadores e incidir negativamente en la formación de su conciencia de clase; al mismo tiempo, alentar deformaciones y errores que finalmente quiebren una lucha que merece una clara victoria.
Grupos aventureros o ultra izquierdistas, de hecho están interesados en destruir las estructuras independientes de los trabajadores, en tanto que el fujimorismo y el APRA buscan usar en su provecho la crisis política que la acción genera. Su propósito, es neto: promover la vacancia presidencial para adelantar las elecciones nacionales del 2021 e instalar a Keiko Fujimori en la Jefatura del Estado. Lo que no pudieron lograr por vía ordinaria ni el 2011 ni el 2016 , quieren arrancarlo ya, a la mala, en los próximos meses. Esta maniobra que podría conducir al país al despeñadero, debe ser enérgicamente rechazada por la ciudadanía.
La unidad de accion debe profundizar las luchas
En este marco, la unidad de acción de los trabajadores y el pueblo debe perfilarse de un modo claro y definido, cimentarse en un programa elemental y vigorizarse a partir de luchas políticas que eleven la conciencia revolucionaria de las masas.
Hay que luchar en primer lugar contra el régimen de dominación capitalista que impone -a espaldas de los peruanos- el «modelo» Neo Liberal vigente, culpable directo de la crisis que agobia a los peruanos.
Hay que enfrentar la política imperialista que promueve y alienta la guerra en nuestro continente con el propósito de vencer a los pueblos y derrotar el pro cesio emancipador latinoamericano que hoy se afirma en las victorias de Cuba, Venezuela Nicar agua, Bolivia y otros países de nuestro continente.
Hay que luchar por la derogatoria de la írrita Constitución de 1993, heredada de la dictadura asesina y mafiosa del fujimorismo, promoviendo una nueva Carta Magna verdaderamente democrática y popular
Hay que demandar el respeto a los derechos laborales de los trabajadores en todos los niveles, y sus conquistas sociales, producto de la acción vigorosa de todo nuestro pueblo.
Hay que defender la enseñanza pública y combatir la privatización creciente de la educación y los servicios de salud, que han sido convertidos en simples instrumentos de lucro por la clase dominante.
Hay que demandar el respeto pleno a las libertades democráticas, condenar la represión, combatir a la Mafia y a la corrupción enquistada en el alma de los explotadores; denunciar y sancionar ejemplarmente a los beneficiarios de Odebrecht, Lava Jato y otros portadores de la corrupción.
Y hay que dar paso a la acción unida y organizada de los trabajadores en defensa de la Soberanía Nacional y los derechos fundamentales de la población peruana.
Las «alianzas electorales» que fraguan algunos, tiene sustento precario y efímero. En cambio, la lucha abierta y de clases que asoma este año del Sesquicentenario del Manifiesto Comunista y del Centenario de Octubre, diseña un porvenir mejor para los trabajadores de nuestra patria y del mundo. No hay que olvidar, en ese marco, las sabias palabras de Carlos Marx:: «El movimiento proletario, es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría, en interés de una mayoría inmensa, El proletariado, la capa más baja y oprimida de la sociedad actual, no puede levantarse, incorporarse, sin hacer saltar, hecho añicos, desde los cimientos hasta el remate todo ese edificio que forma la sociedad oficial»
Este es el sentido esencial que cobra hoy la vigorosa batalla de clase que libra nuestro pueblo. ¡Honor a ella!
Lima, agosto del 2017
Centro de Estudios Democracia, Independencia y Soberanía