¿Cuáles son los alcances de la tregua entre el FSLN y el Gobierno? ¿Cuál es el proyecto de Ley Marco que será sometido a discusión en la Asamblea Nacional y qué pasará con las Reformas constitucionales en las elecciones del 2006? Veamos lo que dice el ex presidente y líder sandinista Daniel Ortega
¿Cómo se llegó a esta tregua entre usted y el Presidente Bolaños el lunes pasado para congelar las Reformas constitucionales? ¿Por qué se castigó al país durante 10 meses de crisis y estabilidad? Se pudo haber evitado eso.
La verdad es que, lo ideal hubiera sido que estas Reformas se hubiesen logrado concretar, es decir, lo que se acordó para el Diálogo. Recordá que cuando se instaló el Diálogo, precisamente, un punto fundamental era el consenso.
Desgraciadamente, no fue posible establecer el consenso; primero vino la discusión sobre cómo era el consenso, como se interpretaba y luego, se llegó incluso a un acuerdo, para agregar lo que se conoció como aquél párrafo complementario de las Reformas, la famosa coletilla.
Se aprobó y consensó la coletilla, pero una vez condensada, interpretaron, del lado del Gobierno que esa coletilla no se leía como debía leerse. Vino la otra discusión y total, por un lado teníamos las Reformas caminando y por otro lado, el Gobierno desconociéndolas. Ya era un debate entre la Corte Centroamericana y la Corte Suprema de Justicia.
Pero después de estos diez meses de desgaste, da la impresión que se produjo una especie de empate; porque por una parte ni ustedes podían imponerse al Presidente Bolaños ni él a ustedes ¿En qué momento usted toma la decisión de concertar esta tregua?
Esto ha sido típico en el pueblo de Nicaragua; al final, terminás negociando.
¿Por qué no empezar negociando?
Eso es lo que yo no entiendo, porque todo esto se hubiera resuelto con facilidad si lo hubiéramos llevado por la lógica del consenso y por la Reforma que se hizo con la coletilla y todo lo demás.
Pero cuando cada quien empieza a interpretar por su lado, y nos alejamos del consenso, sencillamente se abre una fisura, se crea una tensión, viene el desgaste y al final, terminamos haciendo lo que podíamos haber hecho desde el comienzo.
El Frente pagó un costo político muy alto en todo este proceso.
Pienso que aquí el problema no es que el Frente pague un costo político, o que el Gobierno o el Partido Liberal paguen un costo político; el problema es que se afecta al país.
Cuando se dan estas contradicciones, estas diferencias en el orden institucional y sobre todo, entre dos Poderes del Estado entre los cuales debería haber una gran armonía como son, el Poder Ejecutivo y el Legislativo, el que paga los costos es el país.
¿Estaban dispuestos ustedes a desaforar y enjuiciar al Presidente Bolaños, a deponerlo?
Nosotros siempre fuimos claros en que nuestro interés no era destituir al Presidente; siempre insistí que el Presidente debía culminar su período. Esa ha sido, es y sigue siendo la posición del Frente Sandinista.
En cuanto al tema de las desaforaciones, nuestro planteamiento ha sido de, que sigan su curso. No podemos, en este sentido, decir: éste es desaforable, éste no es desaforable. Que sigan su curso. Así como se desaforó al doctor Alemán, si hay votos, se desafora al que haya que desaforar.
Si aquí se consiguieran votos suficientes para desaforar a toda la gran lista que está allí, que son diputados de diferentes fuerzas políticas, unos son del Partido Liberal del doctor Alemán, otros son de la Bancada Azul y Blanco; habría que desaforarlos para que se cumpla con el procedimiento y que sea el Juez el que decida.
¿Pero ahora que usted está haciendo un arreglo político con el Presidente Bolaños, los votos del Frente Sandinista están disponibles para esas desaforaciones o quedan engavetados?
Lo que está claro es que, ya se produjo una desaforación, la del doctor Alemán. Yo diría, la desaforación más connotada y ahí, estuvieron los votos del Frente Sandinista para desaforar al doctor Alemán.
Luego, se produjo esta otra desaforación de seis funcionarios y en cuanto a los que son diputados, hay una cantidad de diputados que están en la Asamblea Nacional, el mismo Presidente de la República. Es un procedimiento que no se está deteniendo, no se ha detenido.
Nosotros, lógicamente, no estamos interesados en que esta situación se vea más complicada de lo que ya está.
Lo ideal sería que, al superarse este asunto de las Reformas, apartar ese obstáculo, el tema de las desaforaciones siga su curso, fuera de lo que es la presión de la crisis que generaba el tema de las Reformas.
Yo le preguntaba en qué momento usted toma la decisión de buscar esta tregua ¿Usted habló con el expresidente Carter antes de reunirse con Bolaños este lunes? ¿Esto estaba precocinado antes de que viniera Zoellick a Nicaragua?
Hay que recordar que el día domingo 11 de septiembre, me reuní con el Presidente Bolaños, en Casares.
Dicen que fue una reunión muy fuerte, de mucha contradicción…
No, lo que provocó el malestar de la reunión fue la presencia de los periodistas; porque él había partido del principio que la reunión era totalmente cerrada; yo había partido del principio que la reunión era privada pero que no se podía ocultar a la población.
Eso fue lo que al final provocó determinado malestar pero, incluso ahí, quedamos de acuerdo en que nos íbamos a reunir nuevamente.
En esa reunión, yo le insistía al Presidente que era muy importante que trabajáramos por encontrarle una salida a la crisis. Y vimos varias variantes.
Yo diría que esto que se está poniendo en práctica ahora, ya lo habíamos hablado, y había en principio, un acuerdo de trabajar en esa dirección desde el 11 de septiembre, mucho antes que llegara Zoellick y antes de que hablara el Expresidente Carter por teléfono conmigo.
Usted habló seis horas y media con el Presidente Bolaños; una buena parte de la reunión estuvo presente el enviado de la OEA, Dante Caputo, pero dicen que hubo una hora en que se quedaron a solas usted y el Presidente Bolaños ¿qué hablaron, qué decidieron en ese momento?
Hemos hablado de todo, y entre otras cosas, lógicamente, el objetivo de la reunión era encontrar los mecanismos, la forma, los contenidos para el problema de fondo.
El PLC, usted no lo invitó a ese acuerdo, a esa tregua con el Presidente Bolaños. Los liberales están transmitiendo la impresión como que los dejaron «colgados de la brocha»; tenían un entendimiento con usted y ahora usted ha hecho un viraje al entenderse con el Presidente Bolaños ¿por qué?
Ellos han tenido su posición al respecto, que todos la conocemos. Incluso, la han expresado después de que se han tomado estos acuerdos.
Es decir, cuando veníamos trabajando en esta dirección ellos manifestaban que no estaban de acuerdo con una especie de Ley Marco. Recordemos que esto de la Ley Marco yo lo vengo mencionando desde hace meses; yo no lo menciono hasta que aparece el fulano, el zutano o el mengano o hasta que viene la OEA.
Pero todavía no habíamos encontrado, no se habían creado las condiciones, y hubo una resistencia, lógicamente de parte de los liberales.
¿Qué planteaban los liberales?
Sencillamente, que una Ley Marco no es admisible porque no cumple con los requisitos constitucionales; que va contra la Constitución.
El mismo alegato de orden jurídico que ellos están haciendo en estos momentos.
Ahora ¿cómo se va a operativizar este acuerdo? La Bancada del Frente Sandinista va a llevar a la Asamblea Nacional, la próxima semana, una traducción de este acuerdo como propuesta de ley Marco?
Entendemos que el Presidente ya tomó la iniciativa, el día de hoy, de enviarlo con carácter de urgencia, a fin de que se pueda estar debatiendo, se pueda estar aprobando el día miércoles.
¿Y tiene los votos, Comandante?
Bueno, los 38 votos del Frente están listos. Y tenemos la confianza, la seguridad de que habrá más de nueve votos de los que tiene el Presidente, que estén dispuestos a contribuir a que se supere esta situación.
¿Cuál sería el impacto inmediato de la aprobación de esa Ley? Es decir, se congelan las Reformas, la SISEP queda congelada, los nombramientos de la SISEP quedan congelados?
Así es.
Y a los nombrados de la SISEP, qué? ¿Los van a mandar de vacaciones con gastos pagados?
No, sencillamente, ellos seguirán en la labor en que se encontraban antes. Tendrán que esperar al año 2007, cuando haya un nuevo Gobierno, una nueva Asamblea, para asumir estos cargos.
Mientras tanto, cada quien volverá a sus funciones, a sus labores.
¿No existe el riesgo de que la Corte Suprema de Justicia declare inconstitucional esta Ley Marco? Que alguien recurra y la Corte diga, esto es inconstitucional? Porque ya la Corte había refrendado las Reformas.
Ya hay un precedente; ya se sentó jurisprudencia sobre el tema, cuando se aprobó una Ley Marco allá por el año 1995, cuando se aprobó en la Asamblea; se produjo el mismo choque y finalmente salió la Ley Marco como una respuesta a la crisis.
Pero si los Magistrados liberales no están de acuerdo con esta Ley Marco, podrían objetarla en la Corte Suprema. Le digo esto porque he escuchado a representantes del PLC que dicen que no están de acuerdo con mantener las Reformas congeladas hasta el 2007 porque -dicen- que las reformas se hicieron para quitarle poder al Presidente Bolaños y para el 2007, ya no se necesitarían. Por eso, dicen ellos, que quieren una nueva reforma para anular las Reformas.
Ese planteamiento de que las reformas se hicieron para quitarle poder al Presidente Bolaños, es absurdo.
Este es un tema que yo lo conversé con el Presidente Bolaños, por los años 2002, 2003 y yo le decía que era conveniente, saludable para el país que en Nicaragua, quebráramos el esquema presidencialista y buscáramos como democratizar el poder.
Que esto iba a ser bueno para todos nosotros, para todos los nicaragüenses. No se trataba simplemente de trasladar todo el poder al Parlamento, sino que de abrir espacios de participación ciudadana con fuerza de decisión.
No solo para ser consultados, sino también con capacidad de tener la fuerza de iniciativa de ley frente a la Asamblea Nacional.
Pero eso es un cambio profundo. Si usted cree en la democracia directa, porque no se somete a la aprobación del pueblo en un Referéndum este asunto de las Reformas constitucionales para cerrar ya definitivamente el capítulo en las elecciones del 2006?
¿Cuántos Referéndum tendríamos que haber hecho? Yo se lo dije al Presidente cuando me habló del Referéndum -porque hablamos de ese tema en la reunión del 11 de septiembre- y le dije: si nos metemos al referéndum, hay un tema de tanta trascendencia como las Reformas o quizás mayor que las Reformas, como es el Tratado de Libre Comercio, y a nadie se le ha ocurrido decir que vaya a un Referéndum.
Me parece que el mejor Referéndum que tenemos para que el futuro de las Reformas se reafirme y mas bien, nosotros estamos porque se profundice; nosotros queremos llegar a la Presidencia para acabar con el presidencialismo, para provocar un cambio verdaderamente democrático en este país.
¿Usted quiere ser Presidente para tener menos poder como Presidente?
Así es, o mas bien, para poder tener el poder de promover la disolución del poder presidencial y abrir espacios de participación ciudadana alrededor del Parlamento.
Que el Parlamento no se convierta en el sustituto del Presidente, sino que se vea compartiendo ese poder con esos espacios de participación ciudadana.
Igual, le pregunto de nuevo ¿por qué no se somete a la aprobación del pueblo una decisión tan trascendental como ésa? Que lo decida la gente en un Referéndum.
Van a tener las elecciones en el 2006 ¡qué mejor Referéndum! ¿Qué mejor Referéndum que las elecciones del 2006? Tenemos elecciones y ahí el pueblo, con su voto, va a tener la oportunidad de decir qué es lo que quiere. Nosotros vamos a proponer esto.
¿Por qué no le agrega a la boleta de Presidente, otra pregunta sobre las Reformas constitu-cionales?
A mí no me satisfacen estas Reformas constitucionales; yo quiero ir más allá de estas Reformas.
A mí no me satisface que el poder quede en el Parlamento; yo quiero que el poder quede en el pueblo y que se establezcan Asambleas de Poder Ciudadano en cada Departamento, que tengan el poder real que luego se refleje. Y el Parlamento Nacional no sea más que el ejecutivo de esas Asambleas de Poder Ciudadano.
Que sean los ciudadanos los que decidan con su voto, si les parece bueno o no, este planteamiento,
Hace dos años cuando yo lo entrevisté a usted por última vez, en ese momento, estaba rompiendo con Bolaños y aliándose con Alemán; ahora está acercándose a Bolaños, distanciándose de Alemán ¿Cuál es el costo o beneficio de esa política pendular, hoy está en un extremo al otro día está al otro extremo?
Para encontrar el punto medio, el justo medio, como dicen los asiáticos, lógicamente se tiene que mover el péndulo. Si no se mueve, nunca va a encontrar el punto medio.
¿Pero se mueve por intereses o tiene algún principio?
Sencillamente, el péndulo se mueve de acuerdo a lo que son las realidades del movimiento social, del movimiento político, económico, de todo lo que se mueve dentro de una sociedad y de todos los factores que están allí.
Nosotros, apostamos a ser un factor de estabilidad, defendiendo a los pobres. Hemos tenido una política consecuente que ha estado permanentemente apostando por la estabilidad.
El arreglo más controversial que ha hecho usted es el que hizo con Alemán hace un par de años, no? Alemán sentenciado con 20 años de cárcel por cargos de corrupción, usted hace un entendimiento con Alemán ¿cuál es el costo político de ese arreglo? Muchos sandinistas opinan que ha sido altísimo.
Aquí todos los arreglos han sido cuestionados. Cuando hicimos el primero, cuando nos decidimos hacer el Diálogo con la Contra ¡eso no fue fácil!
Aquí hubo sandinistas ¡que lloraron de dolor! y no entendían, no podían aceptar que dialogáramos con la Contra. Yo diría que ha sido el paso más duro que ha tenido que dar el Frente Sandinista para buscar la paz en Nicaragua.
Después, durante el Gobierno de la señora Chamorro igual; así como Alemán nos acusaba y acusaba a la señora Chamorro de co-gobiernista, también nosotros teníamos sectores que nos censuraban por estarnos «aliando» -decían- con el grupo oligárquico de conservadores, de privatizadores.
Porque esa fue la época que empezaron las privatizaciones, donde también se dieron grandes negociados; se habló de corrupción, en cantidades enormes, alrededor de todas esas privatizaciones. Pero bueno, era el Gobierno, ¿íbamos a desconocerlo?
Luego llegó Alemán, que era el Gobierno ¿cómo íbamos a desconocerlo? Viene el Gobierno del Ingeniero Bolaños, -que a la vez fue el Vicepresidente del doctor Alemán- y cuentan con una Bancada que es mayoritaria.
Entonces, ¿con quién se va a entender el Frente Sandinista si queremos que los problemas se resuelvan no por las armas, sino por la negociación? Se tiene que entender con ese Partido Liberal.
Pero me está eludiendo la pregunta sobre el pacto con Arnoldo en El Chile. Sentenciado por 20 años de corrupción, llega usted al Chile, hace un entendimiento con Alemán ¿cuál es el costo político que ha tenido eso para los sandinistas?
Primero, eso no es un pacto, no fue ningún pacto. Simplemente fue una posición que hicimos pública, frente a una serie de acontecimientos y hay que recordar que, para el doce de enero, cuando suscribí los acuerdos con el Presidente Bolaños, estando de testigo y garante el Cardenal Obando y el señor Chediek como facilitador, inmediatamente acordamos allí que yo fuese a hablar con el doctor Alemán al Chile para que él lograra que el Partido Liberal se adhiriera a ese compromiso.
Me hice acompañar de Monseñor Eddy Montenegro, para que fuese testigo de lo que allí se hablaba. Eso no es pacto; simplemente, era estar facilitando un entendimiento, una gobernabilidad con quienes son realidades políticas en este país.
Hace un par de días dijo usted que el pacto con Alemán ya no tiene razón de ser y ya se terminó ¿qué quiso decir con eso?
Eso fue en referencia al tema de las Reformas. Teníamos un acuerdo, un pacto, pero teníamos un acuerdo y es que, las Reformas estaban vigentes y había que aplicarlas ya.
Como no logramos hacer un consenso para cortar este nudo -porque se convirtió realmente en un nudo- que vino a tensionar el país, y nosotros estábamos interesados en cortarlo, porque tampoco estamos desesperados por ocupar cargos…
Quiere decir entonces, que van a cortar el control partidario que hay sobre la Corte Suprema de Justicia, sobre el Consejo Supremo Electoral y sobre la Contraloría? Porque a eso es lo que la gente llama «el pacto».
Mirá, la gente no es la que llama «el pacto»; no es la gente la que ha salido con ese término. Yo diría, aquí hay intereses políticos de los que no están en los Poderes del Estado y no han logrado encontrar los votos a la hora de las votaciones.
Como quedan fuera y no lograr tener votos para elegir a esas autoridades, entonces dicen: «es pacto.» Si ellos estuvieran dentro porque tuvieron votos, porque tuvieron representación popular, entonces, no dirían pacto.
Entonces el pacto no se ha terminado. Sigue el control de la Corte Suprema de Justicia, del Consejo Supremo Electoral, por parte de estas Bancadas partidarias.
Eso no es ningún pacto. La Constitución dice que la Asamblea Nacional es la que elige a estas autoridades; es la Constitución la que deja establecido que no es el Presidente el que decide quiénes deben ser Magistrados.
La Constitución dice que deben ser los diputados y los diputados son electos en una votación donde votan los ciudadanos.
Por qué entonces no se hace una Reforma profunda del Consejo Supremo Electoral o de la Corte Suprema de Justicia? Lo que mucha gente dice es que en Nicaragua para asegurar que se imparta justicia, las personas, las empresas, los individuos, tienen que buscar, tantear las aguas, venir aquí a su oficina a hablar con sus allegados para saber si va a haber o no una sentencia en la Corte Suprema de Justicia porque hay un control partidario de su partido o del PLC por el otro lado?
Aquí lo que ha habido es una campaña sistemática para tratar de vender esa imagen.
El problema es que los partidos controlan la Corte, Comandante. Yo conozco personas que me han dicho a mí, que han venido a hablar con usted para consultarle si se va a producir o no, un fallo de la Corte Suprema de Justicia. Personas que lo respetan a usted, que lo conocen, pero dicen: yo quiero tantear las aguas con el Comandante Ortega para ver si hay fallo o no.
Yo lo que les digo es sencillamente, que esa es una decisión del Poder Judicial porque el Poder Judicial es independiente. Puede estar lleno de liberales, o de sandinistas y se supone que debe ser independiente.
¿Qué Poder Judicial sería más confiable? Un Poder Judicial que lo nombre el Presidente, una persona; o un Poder Judicial que lo nombre la Asamblea Nacional.
Probablemente un Poder Judicial que no esté controlado por los Partidos.
Entonces, desaparecé a los Partidos. Yo estaría de acuerdo con vos, con que desaparezcan los Partidos.
¿Por qué no pueden nombrar a personas que no estén controladas por los Partidos?
Sí, pero con qué mecanismos? Yo te propongo mecanismos…
Consultas, que se abran consultas a los gremios, a los ciudadanos, pero que no se conformen bancadas en la Corte,
Todos los gremios, todos los ciudadanos, son seres pensantes y piensan políticamente; piensan en términos ideológicos, aún cuando no militen en Partidos políticos. No existe esa apoliticidad.
No se trata de que se formen bancadas; yo estoy en contra de que se formen bancadas. Lo que tenemos en Nicaragua, de acuerdo con la Constitución, es lo que tenemos que respetar.
Si eso no está funcionando bien, y no nos parece bueno; el Frente tiene una propuesta. A mí no me parece bueno; yo no estoy satisfecho con esta democracia, siempre lo he dicho.
Yo lo que hago es, sencillamente, luchar en el marco constitucional que está establecido en estos momentos en Nicaragua.
Las elecciones del 2006 van a ser en la práctica como un Referéndum. Hay muchas personas que están planteando, a propósito de este Diálogo Nacional que se va a formar, que debería de ponerse a debate el tema de la Ley Electoral y del Consejo Supremo Electoral. ¿Cuánta voluntad política tiene el Frente Sandinista para que haya una apertura para reformar la Ley Electoral y el Consejo Supremo Electoral?
Pienso que en todo lo que se pueda avanzar, sería saludable. No puedo aceptar que ahora, que se están viendo grandes posibilidades de que el Frente gane, ahora, el Consejo Supremo Electoral ya no es bueno.
Si usted tiene seguridad de que va a ganar ¿por qué no promueve una apertura?
El Consejo Supremo Electoral fue bueno para que ganara Alemán, fue bueno para que ganara el Ingeniero Bolaños, ah! Pero ya no sirve cuando va a ganar Daniel Ortega. ¡Ya no sirve el Consejo Supremo Electoral!
Si el Frente se siente tan seguro de que va a ganar las elecciones del 2006 ¿Por qué no accede a una reforma electoral que le de más confianza a los ciudadanos, a los candidatos, a los partidos, a todo el país?
Nosotros hemos sido los grandes reformadores en lo electoral. Es bueno tomar en cuenta que, para las elecciones del 90, fue determinante la reforma profunda que hicimos a la Ley Electoral para que esas elecciones se llevaran a cabo, con un Consejo Supremo Electoral, sandinista. Han sido las elecciones mejor calificadas en Nicaragua.
En el 96, fueron elecciones totalmente descalificadas; donde hubo desorden, irregu-laridades, corrupción hasta a la hora de la inscripción de las papeletas cuando se discriminó al Frente; pero resulta que esas elecciones había que reconocerlas porque el razonamiento era: si se anulan estas elecciones -que es lo que tenía que haberse hecho para convocar a nuevas elecciones- el Frente tiene posibilidades de ganarlas y eso no conviene para el país.
Aquí tenemos un problema que es mucho más grave que la Ley Electoral…
El Consejo tiene muchos problemas de credibilidad en estos momentos y por eso le digo, si el Frente está seguro ¿por qué no se abre?
¿Para quiénes tiene problemas de credibilidad? Para los que ven próximo un triunfo del Frente. Para ellos no tenía ningún problema de credibilidad cuando ellos eran los que ganaban las elecciones.
Si las elecciones las ganó Alemán con todo y lo que se decía de él, desde que estaba en la Alcaldía, que ya había sido acusado de corrupción. Ahí los grandes medios de comunicación, el capital, los Estados Unidos: el demócrata ganó y hay que reconocerlo.
Gana el Ingeniero Bolaños; nosotros hicimos cuestionamientos sobre el voto doble y todo lo demás. Ah! Nadie dijo, el doctor Roberto Rivas es un mal director del Consejo Supremo Electoral. Al contrario: ¡muy bueno, meritorio! Porque le dio el triunfo al ingeniero Bolaños.
Aquí lo que hay es un plan para tratar de quitar legitimidad a estas elecciones; buscar como quitarle legitimidad al Frente Sandinista porque aquí, el problema mayor que quiero mencionar, es el de las inhibiciones.
Y no estoy hablando de las inhibiciones de Toño Lacayo, ni de Edén Pastora, Alvaro Robelo, como se les inhibió en las elecciones del 96; ni estoy hablando de cualquier otro tipo de inhibición de las que se especula en estos tiempos, que se habla de que se me podría inhibir a mí, o a otros precandidatos. Eso es secundario.
El problema grave aquí es la gran inhibición que le imponen al país las políticas del gobierno yanqui.
El gobierno yanqui hace una política inhibitoria, no de una persona, sino de un conglomerado que representa, de acuerdo a los últimos resultados de las elecciones nacionales, más del 42% del voto nacional.
Lo primero que tenemos que hacer los nicaragüenses al debatir el tema electoral, -yo creo que hay que debatirlo- es cerrar las puertas, de manera clara y tajante, a cualquier injerencismo extranjero.
Que dejan de estar aquí queriendo inhibir a nadie, a ninguna fuerza política, a ninguna persona y que nos dejan a los nicaragüenses elegir a nuestros candidatos, a nuestras autoridades.
¿Por qué cree que va a ganar las elecciones? Usted ha perdido las últimas tres elecciones consecutivas y en esta ocasión, por primera vez, el voto sandinista luce dividido. En las encuestas entre los sandinistas, Herty Lewites le saca 3 a 1 a usted ¿cómo tiene seguridad de que puede ganar esa elección?
Primero, si nos dejamos llevar por las encuestas, la historia de Nicaragua sería totalmente otra. Aquí las encuestas no nos han marcado, no han indicado lo que es la realidad. Aquí ha funcionado lo que bien se dice, la figura del Güegüense.
Pero es un hecho real, Comandante; aunque usted descalifique las encuestas, hay un hecho real: por primera vez hay otro candidato que se proclama sandinista y que va a competir con usted por el mismo electorado y está dividiéndolo.
Quisiera recordarte y creo que es bueno recordar, que no es la primera vez; es la segunda vez que ocurre esto en elecciones nacionales.
Es bueno que vos recordés y que recuerden los nicaragüenses que, en el año 1996, el Doctor Sergio Ramírez que había sido el Vicepresidente de la República, acompañado de una cantidad muy calificada de figuras reconocidas, con un historial sandinista -son más o menos los mismos que están acompañando a este otro candidato- se lanzó a esas elecciones.
Y recibió la misma propaganda que está recibiendo ahora de parte de los medios de comunicación que nos adversan.
¿No le preocupa a usted lo que está marcando Lewites en las encuestas, en este momento?
No, no me preocupa.
¿No le preocupa su Partido con la influencia que tiene en el Consejo Supremo Electoral, en la Contraloría, en la Corte Suprema de Justicia? ¿Podría dar alguna garantía de que no van a tomar ninguna acción para sacar del juego a Lewites?
Nosotros no tenemos incidencia en las decisiones que toman la Contraloría, el Poder Electoral. Nosotros no tenemos ninguna incidencia.
Son entes autónomos, independientes y no partidarios.
Pero la gente que está viendo esta entrevista, sinceramente, no creo que crean que eso sea cierto. La gente sabe que hay una relación política entre usted y esos organismos.
Entonces, si eso es así ¿cómo te explicás vos que en la Contraloría han salido resoluciones condenatorias al doctor Arnoldo Alemán? ¡Han salido resoluciones, no una, varias!
Pero usted me dijo antes que el Frente se mueve de un lado y se mueve de otro lado.
Si te vas a dejar llevar por las personas que vienen del sandinismo, y las que vienen de otras fuerzas políticas, en la Contraloría nosotros somos minoría en cuanto a las personas que están allí, y que son de origen sandinista.
Yo creo que, a última hora, hay cuestiones elementales, de ética, que pesan en los Contralores.
Los que pasa es que hay una campaña orquestada para tratar de impedir el triunfo del sandinismo y para eso, se utilizan todos estos recursos: el pacto, los sandinistas están por aquí, que están por allá.
Si los sandinistas no estuvieran ahí, entonces sí, ¡ahí sí! el país es democrático, es libre, porque los sandinistas están expulsados de los Poderes del Estado.
Volviendo al tema del candidato Lewites que usted no menciona por su nombre, y que lo retó a usted a unas primarias en el Frente. No ocurrieron las primarias ¿usted no teme confrontarse con Lewites en una contienda electoral, él por otro Partido y usted por el Frente Sandinista?
Yo quisiera saber qué primaria lo eligió a él ahora, ¿qué primaria lo eligió a él? ¿qué primaria eligió al otro, que andaban hablando de primarias?
Todos andaban hablando de primarias y ¡ya todos son candidatos! Sencillamente, no era más que una trampa, de querer someternos a un desgaste.
Los yanquis tienen un proyecto, que es clarísimo y lo dejó bien claro el Subsecretario que recién estuvo en Nicaragua, el señor Zoellick.
Por un lado reunió a su gente, a los cuales quiere unir, lógicamente, a Montealegre, Alvarado con el Partido Liberal y el doctor Alemán y quisiera que el doctor Alemán aceptara esa unidad, para tratar de evitar el triunfo del sandinismo.
Luego, se reúne con ese personaje que vos repetís con frecuencia, no? Cada quien tiene derecho a su simpatía, lógicamente, vos tenés derecho a simpatizar también.
Yo le estoy presentando los hechos, Comandante…
Entonces, se reúne con él y con dos más, que son los mismos que anduvieron con Sergio Ramírez cuando salió de candidato a Presidente.
Fijate bien que la historia se está repitiendo; la estrategia yanqui era en ese momento, y es ahora, utilizarlos para tratar de restarle votos al Frente.
No son ellos los candidatos de los yanquis porque los yanquis, no les tienen confianza. Por mucho que alguien que estuvo comprometido en una lucha de carácter antiimperialista, de soberanía, ¡aunque se le vaya a arrastrar de rodillas a los yanquis! estos no le confían; lo usan.
¿Como percibe usted la reacción de la Administración Bush a este acuerdo que usted acaba de llegar con el Presidente Bolaños? Hace unos días Estados Unidos lo mencionaba a usted como una especie de «diablo golpista»; ahora está respaldando este acuerdo. ¿Eso le abre a usted una posibilidad de diálogo con la Administración Bush?
Lo que yo veo claro es que ellos se han encontrado en Nicaragua con un rechazo. Cada vez que han venido aquí a tratar de arreglar las cosas, a imponer arreglos, lo que han hecho es profundizar la crisis, enredar más la situación del país.
En ellos priva mucho lo que es el famoso pragmatismo; si empieza a privar el pragmatismo y dejan de un lado la calentura de la guerra fría que mantienen todavía algunos, pienso que estaríamos frente a un giro elemental que Estados Unidos debería dar de cara a toda América Latina.
Porque todavía tienen esas actitudes, con mentalidad de guerra fría con varios países latinoamericanos.
¿Cómo queda Alemán y el PLC después del acuerdo suyo con Bolaños? Van a participar ellos en el Diálogo Nacional, se van a excluir ¿cuál va a ser su reacción?
No sé, yo no puedo hablar por ellos. Lo que yo conozco son sus declaraciones, sus planteamientos; pero no puedo hablar por ellos.
¿Qué espera de Alemán en la próxima campaña electora? Alemán va a ser un factor político; el PLC sigue diciéndole a Estados Unidos que ellos son la fuerza más organizada junto con el Frente Sandinista, que los pueden derrotar a ustedes.
Ellos están apostando y lo van a seguir haciendo, tal vez, a que ese pragmatismo norteamericano lleve a sacar a Alemán para que se ponga al frente de las llamadas «fuerzas democráticas» y traten, de esa manera, de impedir el triunfo del sandinismo.
Eso está dentro de su mentalidad, dentro de sus cálculos, pero la verdad es que, aquí se ha producido un agotamiento del modelo. El modelo es el que está agotado.
La pobreza, la situación de desempleo, la falta de educación, son los elementos que van a ser determinantes a la hora del voto en las próximas elecciones.
Hay gente que dice Comandante, que es usted el que está agotado como candidato. Va de candidato por quinta vez consecutiva. Si pierde esta vez ¿va a seguir intentando o se va a retirar?
Primero, tengo la convicción de que todo en la historia tiene sus ciclos; la historia así se mueve, por ciclos.
Aquí estamos pasando por un ciclo que ha durado quince años, donde el pueblo, a través del voto, -y se han ido juntando lo que son las mañas y trampas, sobre todo con la elección del 96-, le dio la oportunidad a gente que tienen la misma filosofía, el mismo pensamiento económico; y les dio la oportunidad de crear el empleo, el progreso, el bienestar para el pueblo nicaragüense.
¿Qué ha pasado? El pueblo se siente frustrado, engañado y por esa razón es que, llegó el momento del sandinismo. No se pueden madurar las condiciones por voluntariedad, sino que es la realidad.
¿Pero es voluntarismo suyo ser candidato por quinta vez? Por eso le pregunto, si pierde ¿insistirá o se retira?
Sencillamente, yo soy un luchador social, un revolucionario. Y así como no me dí por vencido ni se dio por vencido el Frente en los años 60, cuando fuimos derrotados por Somoza, cuando el Bocay; ni nos dimos por vencidos ni derrotados cuando Pancasán; ni cuando lanzamos la Ofensiva de Octubre en 1977.
Tampoco nos dimos por vencidos ni derrotados cuando estuvimos presos; ni cuando morían nuestros hermanos Carlos Fonseca, Turcios, Camilo, Pomares, etc.
Sencillamente, somos luchadores que no vamos a salir en carrera simplemente, porque en un momento determinado, no logramos alcanzar el objetivo.
Pero usted no es el Frente. Yo lo que le estoy preguntando es que si usted pierde ¿va a seguir siendo candidato siempre?
Sencillamente, yo respondo al Frente Sandinista, y estoy partiendo de que vamos a ganar las elecciones.
La palabra «pierdo», no la veo en este contexto; creo que las condiciones están dadas para que el Frente Sandinista con la Convergencia y con Daniel como candidato a la Presidencia logremos la victoria electoral y es, lo que finalmente, le va a venir a dar a este país, estabilidad de largo plazo.