La jefa de la oposición democrática birmana y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, instó el sábado a la UE a hacer todo lo posible para convencer al Gobierno de Birmania y a los militares de que enmienden la Constitución, a fin de garantizar unas elecciones justas en 2015 y avanzar en la […]
La jefa de la oposición democrática birmana y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi, instó el sábado a la UE a hacer todo lo posible para convencer al Gobierno de Birmania y a los militares de que enmienden la Constitución, a fin de garantizar unas elecciones justas en 2015 y avanzar en la democratización del país.
«Salvo que enmendemos la Constitución (militar) actual para adaptarla a los estándares democráticos, no podremos celebrar unas elecciones libres y justas en 2015 y no podremos crear un Estado de derecho en el país, señaló Suu Kyi tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
«Eso es crucial para Birmania (Myanmar)», recalcó la activista y opositora, que recogerá el próximo martes en Estrasburgo (Francia) el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia que el Parlamento Europeo le otorgó hace 23 años.
Suu Kyi pidió «al mundo que apoye las aspiraciones de nuestra gente al respaldar la necesidad de un cambio constitucional en mi país».
Del mismo modo «urgió a la Unión Europea a hacer todo lo posible para conseguir que el Gobierno y todos aquellos que son claves para el proceso, incluidos los militares -que representan el 25 % de los legisladores-, enmienden la Carta Magna».
En su opinión, hay que transmitirles a estas personas que «no se puede hablar de un proceso de reforma serio en Birmania» sin que se acometan cambios en la Ley Fundamental del país.
Suu Kyi quiere una Constitución en la que se establezca que la Judicatura es independiente y en la que haya «un equilibrio sano» entre los tres poderes, así como ninguna provisión que impida unas elecciones justas», señaló.
«El proceso de democratización en Birmania solo puede desarrollarse (…) si se enmienda la Constitución. Eso es fundamental y algo que necesitamos urgentemente, de manera que no podemos aplazar esta decisión hasta el próximo año», sostuvo.
«La gran mayoría» de los birmanos está convencida de que sin este paso Birmania nunca tendrá una sociedad verdaderamente democrática, y el pueblo es cada vez más consciente de esa necesidad, enfatizó.
Suu Kyi admitió que hay muchas otras cosas que necesita el país y que habrá que cambiar en el futuro, como lograr la reconciliación nacional, que depende «mucho del Estado de derecho», recalcó.
«Si no se establece el Estado de derecho, los ciudadanos no sentirán que se hace justicia, y hasta que no puedan creer en la Justicia y hasta que no sean considerados iguales a todos los demás en el país, no podrán actuar en paz», indicó.
«Todos tenemos que empezar a entendernos los unos a los otros», dijo Suu Kyi, quien instó a la comunidad internacional a «ayudarnos a reconciliarnos, en lugar de dividirnos intentando alentar que una comunidad sea condenada por otra», afirmó.
«Queremos la reconciliación, la necesitamos y no nos ayudará si hay presión sobre nuestra gente para condenarse mutuamente», dijo.
Barroso, por su parte, señaló que si bien Birmania continúa impulsando cambios históricos desde que él visitó el país en noviembre de 2012 y las relaciones bilaterales han mejorado, la UE «es muy consciente de que el camino hacia la democratización es todavía incompleto y que se necesita hacer más».
«Vigilamos extremadamente (de cerca) los acontecimientos. Creo que hay voluntad y que Birmania se merece el apoyo de la comunidad internacional para seguir con el proceso de reforma político y económico», afirmó.
Barroso aseguró que la CE trabajará con las autoridades birmanas para que las elecciones de 2015 sean «creíbles, transparentes e incluyentes».