Por remoto que nos parezca Gorno-Badakhshan (GBAO), en el este de Tayikistán y a más de 2.000 metros de altura, en el contexto de la crítica situación internacional dada por la guerra que los Estados Unidos, vía la OTAN, han declarado a Rusia en Ucrania, hoy aquella región autónoma se encuentra a tiro de piedra de todo y con condiciones para convertirse en un nuevo foco de tensión en Asia Central, una región en la que tanto Rusia como China tienen una fuerte influencia política e importantes intereses económicos. Beijing, por ejemplo, ha hecho sustanciales inversiones en el área de la minería, al tiempo que ha dado créditos al Gobierno tayiko por más de 3.000 millones de dólares para el desarrollo del país.
Desde hace 10 días en Khorog, la capital de GBAO, se han intensificado las protestas de la minoría étnica pamir, cuyo punto de mayor tensión se produjo el día 18, en las que murieron 25 manifestantes tras la represión de las fuerzas de seguridad, en el marco de las manifestaciones que reclamaban la renuncia del gobernador y la liberación de los manifestantes detenidos desde las protestas de noviembre pasado, en las que tres manifestantes fueron asesinados y otros 17 heridos. Estos incidentes obligan a recordar los sucedidos en Kazajistán a principios de año, que escalaron a disturbios que dejaron 225 muertos, obligando al presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, a solicitar el apoyo de los miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (CSTO) compuesta por una alianza de Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán, para contener lo que claramente era un intento de golpe de Estado (Ver: Kazajistán: Afganistán, por otros medios).
El conflicto entre el Gobierno central y la etnia pamir tiene un largo recorrido, ya que desde siempre el grupo autonómico ha reclamado a las autoridades por la discriminación a la hora de la distribución de fondos para generar trabajo. Algunas fuentes occidentales señalan que si bien el desempleo en todo el país se ubica entre un 15 y un 18 por ciento, en GBAO ese índice trepa hasta un 30, al tiempo que toda la provincia carece de planes de infraestructura y viviendas. Los pamiris denuncian que se encuentran subrrepresentados en el Gobierno y que son discriminados en las estructuras estatales.
Según el Ministerio del Interior tayiko, los organizadores de las protestas habrían recibido apoyo de grupos terroristas extranjeros interesados en generar caos en la región, habiendo suministrado armas, municiones y entrenamiento a militantes pamiris. Hay que tener en cuenta que la capital del Pamir se encuentra a menos de 20 kilómetros de la frontera afgana de más de 1.200 kilómetros, separada por el río Pyandzh, y a 280 de la región autonómica china de Xinjiang, en la que grupos uigures de origen musulmán, agrupados en el Movimiento Islámico del Turquestán Oriental (MITO) llevan una campaña separatista contra Beijing, habiendo generado sangrientos atentados contra la población civil dentro del territorio en disputa e incluso en la capital china.
Xinjiang y toda la zona lindante es una región altamente sensible para los intereses chinos, ya que se ubica en el centro estratégico del proyecto de las Nuevas Rutas de la Seda, dadas sus cercanías a Pakistán, Afganistán, Tayikistán, Kirguistán y Kazajistán, desde donde le es posible proyectarse al corazón de Rusia y alcanzar Moscú, nada menos.
Por eso no es nada extraño que, desde ahora en más, dada la multiplicidad de etnias que habitan esas áreas y sin duda con justificados reclamos a sus gobiernos, se puedan comenzar a multiplicar episodios como los sucedidos hace una semana en Khorog.
Si bien esporádicos, cuando estallan los conflictos en Gorno-Badakhshan suelen ser particularmente sangrientos. En la guerra civil de Tayikistán, que se dio a consecuencia del colapso de la Unión Soviética y que se extendió desde 1992 hasta 1997, miles de pamiris pertenecientes al partido La’li-Badakhshan de origen chiita sufí, murieron, lo que dio lugar a sospechar que la guerra también tenía un trasfondo de limpieza étnica. En 2012, tras una iniciativa del Gobierno central de restringir los derechos de la región autónoma, una serie de protestas dejó al menos 40 civiles muertos, en su mayoría pamiris. Situaciones similares se han vuelto a revivir en 2014 y 2018.
No es casual que las últimas protestas en Gorno-Badakhshan hayan estallado apenas dos días después de que el presidente tayiko, Emomali Rahmon, se haya reunido con su par ruso Vladimir Putin, ya que ambos tienen una sólida alianza.
Dada la represión producida en Khorog Neil Clarke, jefe del programa legal de Minority Rights Group International, acusado de ser un grupo a fin de la CIA, declaró que “El deterioro de la situación de los derechos humanos en la región está dejando a la población, principalmente pueblos indígenas y minorías étnicas y lingüísticas, en grave riesgo de sufrir daños”, y continúa reclamando medidas urgentes para evitar que la crisis siga escalando y la situación dada por el “acoso generalizado de la población de GBAO por parte de las autoridades, incluidos la policía, el personal militar y de seguridad, parece cada vez más sistemático por parte del Gobierno central de Dushanbe”.
Más tormentas sobre Khorog
En la cada vez más inestable situación política de GBAO se conoció que el pasado día 22, al parecer producto de una disputa interna, murió el líder pamir Mamadbokir Mamadbokirov, de 59 años, quien había protagonizado diferentes acciones desde el pasado día 18, como el bloqueo de la ruta que une Khorog con Dushanbe, la capital del país y también la única ruta terrestre directa a China.
Mamadbokirov había acordado levantar los bloqueos tras haber negociado con las autoridades centrales la liberación de unos 200 detenidos pamiris detenidos en los primeros días de las recientes protestas. Según otras versiones el líder pamir habría sido asesinado por francotiradores, posiblemente del Gobierno, mientras preparaba un nuevo corte de ruta.
La confusa muerte de Mamadbokirov pone ahora en una disyuntiva a Dushanbe, ya que la presencia armada de sus hombres bien podría exacerbar los ánimos de los autonomistas, aunque si se la reduce también podría interpretarse como un signo de debilidad y propiciar más acciones violentas por parte de los manifestantes.
También se ha especulado con que el presidente Rahmon, para de alguna manera disminuir la conflictividad en el GBAO, planea dividir la región y dar autonomía a los distritos occidentales de Darvoz y Vanj.
Gorno-Badakhshan, con solo 220.000 habitantes de los nueve millones que tiene Tayikistán, a su vez representa casi el 42 por ciento de la geografía total del país y cuenta con notables diferencias culturales, ya que las diferentes comunidades de las zonas remotas del GBAO se han mantenido aisladas por las altas cumbres que en algunos casos alcanzan los 7.000 metros, lo que les permitió mantener su idioma diferenciado del tayiko, una vertiente originaria del este de Irán, el pamiri, de la que derivan shugnani, el rushani, el yazgulomi, el ishkashimi y el sariquli que se habla en el área fronteriza con China. El problema lingüístico es también central ya que en las escuelas y todas las dependencias oficiales, al igual que en la radio y la televisión, se utiliza el tayiko, en desmedro de las otras lenguas locales. Además los pamiris se diferencian del resto de sus connacionales por practicar el ismailismo, una secta del chiismo, rama de la que se escindieron en el siglo VIII, mientras que en el resto del país se practica el sunismo. El ismailismo no establece mezquitas ni madrassas, y también carece de cualquier tipo mullah o ayatola. Cuenta con casas de oración informales y santones errantes. El principal centro ismaelita del mundo está ubicado en la ciudad india de Pune, cuyo líder espiritual es el mítico Agá Khan.
Se sospecha que las protestas en GBAO en gran parte son alentadas y financiadas por los cárteles de la droga que operan en el país, ya que según fuentes de las Naciones Unidas alrededor del 25 por ciento del opio y la heroína que se produce en Afganistán cruza por Asía Central, aunque la mayoría de esos envíos pasan por la nación tayika, lo que ha convertido a Khorog, la capital de la provincia autónoma, en un importante centro de distribución.
Si bien los talibanes, o el Dáesh Khorasan, al igual que todos los rigoristas wahabitas consideran a los ismaelitas herejes, lo que en circunstancias normales una alianza entre ambos grupos sería inconcebible, dadas las cercanías y la posibilidad de enfrentar un enemigo en común, no sería para desechar la posibilidad de un acercamiento para generar más tormentas en las montañas.
Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC.
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