En entrevista con APM, el embajador iraní en Argentina, Mohsen Baharvand, refuta los cuatro pilares sobre los cuales Estados Unidos opera para deslegitimar a Irán. El gobierno de Estados Unidos construye una imagen agresiva de Irán. Para eso invoca la cuestión nuclear, los derechos humanos, el terrorismo y el atentado a la Amia en Argentina. […]
En entrevista con APM, el embajador iraní en Argentina, Mohsen Baharvand, refuta los cuatro pilares sobre los cuales Estados Unidos opera para deslegitimar a Irán. El gobierno de Estados Unidos construye una imagen agresiva de Irán. Para eso invoca la cuestión nuclear, los derechos humanos, el terrorismo y el atentado a la Amia en Argentina. De esta forma defiende sus intereses en el tablero político internacional.
Mohsen Baharvand, encargado de negocios de la República Islámica de Irán (embajador no formal) en Argentina, conversó con un equipo de APM y explicó el proyecto de gobierno de su país y los intereses de Estados Unidos en la región.
Washington y los países europeos acusan al país persa de esconder planes militares bajo la fachada de un programa con fines pacíficos.
Estados Unidos desea que el Consejo de Seguridad adopte una resolución invocando el capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas (ONU), dejando abierta así la vía a sanciones y eventualmente al uso de la fuerza. Para esto cuenta con el apoyo -dentro del Consejo- de Francia y de Gran Bretaña.
Con un modo de hablar pausado y tranquilo, Baharvand explicó que el programa nuclear iraní es un plan de desarrollo que no sólo contempla la energía nuclear sino que es un proyecto energético más global a 10 o 20 años.
Explicó que están trabajando para el desarrollo porque necesitan energía. Tienen fuentes de gas y petróleo, pero las estimaciones son que estas reservas se agotaran en 15 y 20 años. Es por eso que están pensando en caminos tomar cuando esto haya sucedido.
Según el funcionario, el precio internacional de los productos hechos con petróleo que importan los países petroleros es 15 veces superior al precio del crudo. El precio del barril de crudo es incomparable con su equivalente en gasolina o petroquímicos.
El plan de desarrollo consiste en sustituir esas importaciones y procesar el petróleo para dejar de importar en esos precios internacionales. Irán quiere ser una nación verdaderamente independiente y «dejar de ser el típico país árabe exportador de petróleo» y lograr utilizarlo para el propio desarrollo interno.
Estados Unidos y la Unión Europea (UE) se muestran «gravemente preocupados por las continuas violaciones de los Derechos Humanos en Irán».
El embajador se pregunta «¿Quién fija la norma sobre los Derechos Humanos? ¿Estados Unidos, Israel?».
«Estados Unidos -dice Baharvand- mantiene un doble discurso. «Descartando a Israel, que es su principal aliado en Medio Oriente, el país árabe-musulmán más cercano a Washington es Arabia Saudita donde existe la menor vigencia de los Derechos Humanos y la Democracia, donde -por ejemplo- las mujeres no tienen derecho a voto». Sin embargo Estados Unidos es aliados de Arabia Saudita.
El representante del país islámico sostuvo que el neoliberalismo tiene una regulación formal con respecto a los Derechos Humanos. Desde la concepción de la visión democrática iraní se considera que el criterio de igualdad del hombre y la mujer dedicado a la producción amerita las diferencias físicas en torno a los trabajos pesados y que las acusaciones de Estados Unidos son falaces.
«Para los iraníes -dice Baharvand- la protección de género esta protegida por una legislación que no permite la utilización comercial de la mujer como objeto sexual. Esto implica que no se puede usar para publicidad ni para cine pornográfico porque eso viola los Derechos Humanos».
Además, aseguró que una herramienta para la concepción de estos derechos en Irán es que «los individuos somos libres, pero no somos libres para ser usados como herramientas del sistema comercial».
En cuanto a la democracia, esa bandera que Estados Unidos dice desplegar en el mundo. El embajador plantea que los medios de prensa no dicen que el actual presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, llegó al poder mediante elecciones democráticas.
«Nosotros tenemos democracia», afirmó. «Estados Unidos dice estar instalando un sistema democrático en Afganistán e Iraq. ¿Acaso se puede establecer un sistema democrático a través de las armas? Si es así ¿Cómo se explica la resistencia iraquí sobre la ocupación de Estados Unidos?».
A diferencia de Arabia Saudita o Qatar -ambos países aliados a Estados Unidos- luego de la revolución iraní se realizaron más de 50 elecciones, fueron elegidos presidentes, parlamentarios, alcaldes y jefes comunales. Incluso en el sistema educativo, los directivos son elegidos por los profesores en todos los niveles.
En los últimos días de abril, en su informe anual sobre terrorismo mundial, el Departamento de Estado norteamericano señaló a Irán como el país que más activamente promueve las actividades terroristas, con su Guardia Revolucionaria Islámica y su Ministerio de Inteligencia y Seguridad directamente implicados en la planificación y apoyo de actos terroristas.
Sobre estas acusaciones por parte de Washington, el emisario persa pregunta ¿Cuáles de los actos terroristas en los últimos años han sido cometidos por fuerzas iraníes?.
Y en cuanto a los hechos del 11-S, el embajador dice que Estados Unidos debería explicar «como es tan fácil de que células terroristas se dispersen en su territorio».
El gobierno de Irán lleva 12 años argumentando que no tiene ningún vínculo directo o indirecto con el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ocurrido el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires.
El embajador explica que un día después del atentado, es decir el 19 de junio, el gobierno iraní condenó el hecho. En palabras del Baharvand, los iraníes sabían que Estados Unidos los iba a acusar porque lo hacen con la mayoría de los atentados terroristas que suceden.
Entonces a partir de eso -explica- Irán inmediatamente condena cualquier ataque porque sabe que enseguida las acusaciones recaen sobre él.
Por ejemplo, cuando ocurrió el atentado a la AMIA, Irán y Argentina tenían las mejores relaciones culturales y de negocios. Las negociaciones llevaban una década y ese era el mejor año de las relaciones bilaterales.
Baharvand sostiene que cuando las relaciones entre los dos países se cortaron luego del atentado, Irán compraba a Argentina por mil millones de dólares y la perspectiva era llegar a los cuatro mil millones. Por estos días están comprando dos mil millones a Brasil y Uruguay. «¿Quién está perdiendo?», dice el embajador.
La hipótesis del Embajador es que detrás de estos episodios Estados Unidos tenía la intención de obstaculizar las relaciones diplomáticas entre Irán y Argentina, pero además para detener las relaciones entre Irán y América Latina.
Esto podría estar vinculado -dice el funcionario- con la intención de obstruir el desarrollo en cooperación energética nuclear pacífico entre Irán y Argentina. En este sentido hay razones para suponer que Estados Unidos necesitaba un hecho que rompiera la relación Argentina-Irán.
Mohsen Baharvand dice que su misión en Buenos Aires es retomar las relaciones entre Irán y Argentina. Él espera que el gobierno argentino proporcione garantías para esto y se muestra confiado en que el presidente Néstor Kirchner puede llegar a retomar las negociaciones.
«Depender de Estados Unidos no es garantía de nada -dice-. Quienes tienen relaciones estrechas con ese país, dependen de sus políticas. Irán no mantiene relaciones con el gobierno norteamericano y eso le dio posibilidades de avanzar en planes de desarrollo e independencia».