Traducción de Geleny Ramos, del Equipo de Traductores de Cubadebate y Rebelión
Como se acerca el 4to aniversario de la invasión a Iraq, la revista Mother Jones hizo un nuevo estudio que arroja que la cifra de ataques terroristas fatales ha ascendido hasta un 600% desde el inicio de la invasión. Hablamos con el coautor del estudio, Paul Cruickshank.
El efecto de esta guerra se ha sentido desde Londres hasta Kabul, y desde Madrid hasta el Mar Rojo. El estudio contradice las principales proclamas del presidente Bush, de que la guerra en Iraq ha hecho que el mundo sea un lugar más seguro.
Paul Cruickshank es coautor del nuevo estudio «El Efecto de Iraq-la guerra en Iraq y su impacto en la guerra contra el terrorismo. «Él es miembro del equipo de investigación del Centro para el desarrollo de la Ley y la Seguridad en la Escuela de Leyes de la Universidad de Nueva York.
Presidente George W. Bush: Desde el comienzo, los EEUU y sus aliados han protegido a nuestro pueblo al mantenerse a la ofensiva. El enemigo sabe que los días de refugio cómodo, movimientos fáciles, financiamiento estable y comunicaciones con flujo libre terminaron hace ya tiempo. Desde los sucesos del 11 de septiembre la vida de los terroristas no ha vuelto a ser la misma.
Amy Goodman: El presidente Bush, hablando el mes pasado a su Estado de la Unión.
Paul Cruickshank es coautor del nuevo estudio «El Efecto de Iraq-la guerra en Iraq y su impacto en la guerra contra el terrorismo. «Él es miembro del equipo de investigación del Centro para el desarrollo de la Ley y la Seguridad en la Escuela de Leyes de la Universidad de Nueva York.
Bienvenido a Democracy Now!
Paul Cruickshank: Buenos días.
Amy Goodman: Resúmanos sus descubrimientos Paul.
Paul Cruickshank: Bueno, como tú sabes, la administración Bush ha expuesto que la guerra en Iraq de algún modo ha desviado a los jihadists (participantes en la Guerra Santa) hacia esta nación, un poco como los insectos de la luz hacia las llamas. Nuestro estudio sugiere que si Iraq es una llama, es la que ha vuelto a iniciar una Guerra Santa mundial. Encontramos un 607% de incremento en los ataques jihadists por todo el mundo, un 237% de aumento en el número de muertes. Fuera de Afganistán y de Iraq ha habido un 35% de incremento en los ataques de esta índole, y un 25% de aumento en los ataques a objetivos occidentales desde el comienzo de la guerra en Iraq. De manera que hemos apreciado una considerable intensificación en el terrorismo jihadist en el período posterior al inicio de la guerra en Iraq.
Ahora, nuestro estudio se concentró en 2 períodos. El primero enmarcado entre el 11 de septiembre y la invasión de los EEUU a Iraq el 20 de marzo de 2003, y luego el segundo período, que es el subsiguiente, y hemos percibido este aumento del terrorismo. Estas son sencillamente las matrices en las que nos hemos centrado.
Juan González: Ahora, una pregunta en materia de cómo usted define el terrorismo, porque obviamente un gran número de ataques están teniendo lugar en Iraq: ¿Usted los define como ataques a civiles o también incluye las agresiones a soldados, o a las tropas estadounidenses que se encuentran en Iraq?
Paul Cruicksahnk: Bien, el terrorismo, según su definición, siempre se trata de ataques a civiles, obviamente. Un ataque terrorista es una agresión a una entidad civil. Así que solo estamos refiriéndonos a estos ataques, y solamente a los ataques hechos por los grupos jihadist sunitas, que, o bien están relacionados directamente con Al-Qaeda, o comparten su ideología. Excluimos los grupos de Palestina. Solamente estamos considerando los grupos muy cercanos a Al-Qaeda, ya sea directamente o en términos de ideología, de esa ideología antiestadounidense por la que los EEUU están extremadamente preocupados. Así que hemos tenido un sorprendente aumento de estos ataques terroristas, y solo estamos prestando atención a los fatales. No consideramos todos los viejos. Solo los serios, y aún así apreciamos este extraordinario incremento.
Por solo citar un ejemplo, en el mundo árabe ha habido un aumento de un 445% en los ataques terroristas a manos de los jihadists, y un aumento de un 783% en las muertes. 12 ataques han tenido lugar en Arabia Saudita desde el comienzo de la guerra. En el período que precede al considerado en el estudio, no hubo ninguno. Ha habido una ola de ataques en Egipto. En confesiones de esos perpetradores, de la gente que agredió a los objetivos en las áreas del Mar Rojo durante los últimos años, han manifestado que: «La guerra de Iraq fue nuestra motivación principal. Queríamos castigar a los occidentales por lo que estaban haciendo allí.»
Amy Goodman: Paul Cruickshank, usted escribe que hay, solamente en 2006, 118 ataques suicidas registrados en Afganistán. Más que en toda la historia del país. ¿Qué relación usted encuentra entre estos ataques y la guerra en Iraq?
Paul Cruickshank: Bueno, esa es una pregunta excelente. Tú sabes que el terrorismo suicida en Afganistán se ha salido de los límites. Y si miramos al comienzo de la campaña terrorista talibana en Afganistán, realmente se ubica en septiembre de 2003. Y tú sabes que no fue en 2001, ni en 2002, cuando ya los soldados estaban allí. Ellos comenzaron a atacar las entidades civiles y las entidades policiales afganas en 2003, tras el comienzo de la invasión estadounidense.
Lo que ocurrió básicamente es que ellos se inspiraron, en parte, en los jihadists iraquíes que lanzaban su campaña allí. Ahora, la táctica que le funcionó notablemente bien a estos jihadists iraquíes a la hora de atacar a los civiles y a los EEUU fue la de las explosiones suicidas. Y, como tu ya sabes, hay sitios en Internet basados en Peshawar, Pakistán, que manifiestan: «Miren, necesitamos copiar las tácticas que ustedes están utilizando en Iraq. Necesitamos exportarlas a Afganistán.» Entonces, esta fue una estrategia diseñada de manera muy consciente para poner en práctica los ataques suicidas, y también, de incrementar notablemente los artefactos explosivos improvisados en Afganistán. Además, lo que descubrimos en la guerra de Iraq, es que la experiencia jihadist de luchar allí contra el mejor ejército en la historia universal, el estadounidense, les ha dado, de alguna forma, la oportunidad de innovar tácticas, que se están exportando hacia cualquier parte. Ha habido evidencia de que tanto los combatientes talibanes como los militantes pakistaníes incluso han viajado a Iraq para recibir lo que un periodista pakistaní calificó como entrenamiento en caliente: ir a entrenar con Zargawi, regresar a Afganistán, y poner en práctica su terrorismo cosmopolita para promover nuevos ataques allí.
Juan González: Y en materia de esto, obviamente en Europa y los EEUU, se ha empleado una cantidad enorme de dinero en crear medios de protección contra el terrorismo y en la seguridad, y la administración Bush siempre está diciendo: ¡Eh!, no hemos sufrido ningún otro ataque desde el 11 de septiembre. ¿Cuál es la diferencia que usted percibe entre lo que está ocurriendo en Europa y los EEUU y lo que sucede en el resto del mundo?
Paul Cruickshank: Bueno, en Europa hay un problema mucho mayor de radicalización entre la comunidad musulmana que el que existe en los EEUU, y existe toda clase de razones para ello. Tú sabes, los musulmanes en los EEUU ganan mucho más como promedio, que los ciudadanos estadounidenses promedio. Están increíblemente bien integrados, educados, etc. Es muy poco probable que recibamos algún otro acto de terrorismo en suelo propio. Sin embargo, aún existe una clara amenaza en los EEUU para sus ciudadanos que viajan al exterior, por ejemplo, desde Europa, tú sabes que ellos pueden viajar con mucha facilidad a los EEUU. Aún existe la amenaza allí.
En enero de 2006, Osama Bin Laden, emitió una grabación, que respondía directamente a la afirmación del presidente Bush, de que la guerra en Iraq estaba desviando a Al-Qaeda de su propósito central, que era atacar los EEUU. Bin Laden expresó lo siguiente: «No nos está desviando. Todavía estamos absolutamente determinados a atacar los EEUU. Realmente la guerra en Iraq nos ha dado más reclutas.» Y añadió:» Ahora mismo estamos planificando un ataque contra ustedes.» Justo el verano pasado ustedes sufrieron un complot a una aerolínea desde Londres, donde podían haber muerto miles. Y esta quizás es la operación a la que él se estaba refiriendo. De modo que aún se cierne la amenaza sobre los EEUU.
Amy Goodman: Paul Cruickshank, última pregunta, sobre Arabia Saudita.
Paul Cruickshank: «¿Qué hay sobre Arabia Saudita?, ¿esa es tu pregunta? Bueno, claramente tú sabes que este probablemente sea el país que más sufra el efecto de los sucesos de Iraq. Tú sabes que tiene fronteras con esta nación. Muchos de sus ciudadanos jóvenes han viajado hasta Iraq para combatir allí y al final regresarán a casa. Ya están efectuando docenas de arrestos. Se encuentran muy, muy preocupados. Funcionarios sauditas nos manifestaron su preocupación de que habrá gran repercusión en Arabia Saudita, habrá una ola de ataques terroristas en el reino. Ellos están tratando de prepararse para enfrentarla. Y además, hay una gran inquietud en Arabia Saudita acerca del impacto que pueda tener la guerra para ellos.
Amy Goodman: Muy bien, mentí, última pregunta, 10 segundos: ¿Qué significado tendría un ataque a Iraq para las incrementadas amenazas terroristas?
Paul Cruickshank: Bien, no significaría nada en términos de Al-Qaeda. Quiero decir, Al-Qaeda es una organización sunita. Sin embargo, claramente existe el peligro de que una forma de terrorismo totalmente diferente pueda venir de Irán, en materia de patrocinio del estado, pero esto no significa nada en términos de Al-Qaeda. Eso es harina de otro costal.
Amy Goodman: Quiero agradecerle mucho el haber estado con nosotros, Paul Cruickshank, miembro del Centro para el desarrollo de las Leyes y la Seguridad, en la Escuela de Leyes de la Universidad de Nueva York. Y nos vincularemos a ese nuevo estudio en democracynow.org. «El efecto de Iraq: La guerra en Iraq y su impacto en la guerra contra el terrorismo.»