Una persona ha fallecido y un centenar ha resultado herida en Mongolia Interior después de que las autoridades intentaran poner fin a una multitudinaria protesta contra la contaminación, confirma la ONG Southern Mongolian Human Rights Information Center (SMHRIC). Unas mil personas llevaban varios días protestando contra una planta química en el condado de Naiman, cercano […]
Una persona ha fallecido y un centenar ha resultado herida en Mongolia Interior después de que las autoridades intentaran poner fin a una multitudinaria protesta contra la contaminación, confirma la ONG Southern Mongolian Human Rights Information Center (SMHRIC).
Unas mil personas llevaban varios días protestando contra una planta química en el condado de Naiman, cercano a las provincias chinas de Liaoning y Jilin (norte), y este fin de semana las autoridades enviaron a unos dos mil policías para acabar con estas manifestaciones, publicó el lunes la organización en su página web.
Los agentes utilizaron pelotas de goma, gas lacrimógeno y cañones de agua para disuadir a los manifestantes, lo que provocó la muerte de una persona y cien heridos, confirmó a la ONG un manifestante llamado Geegee.
Las autoridades, además, arrestaron a cincuenta personas, y se desconoce si han sido puestas en libertad ya.
En vídeos que ha publicado SMHRIC en su página en internet se pueden escuchar disparos, y en algunas de las fotografías que han compartido algunos testigos se puede ver a un gran número de agentes de seguridad con escudos y cascos, acompañados de perros.
Al parecer, los manifestantes protestaban por los desechos tóxicos que la planta está vertiendo en tierras cultivables del condado y los efectos que está teniendo para los habitantes de la zona.
«Un número cada vez mayor está enfermando, y la tasa de abortos involuntarios está creciendo. Nuestro ganado está siendo envenenado y el fruto de nuestros cultivos no se puede comer», explicó Geegeee a la organización en defensa de los derechos de los mongoles.
«Devolved a la gente de Naiman el agua limpia y el cielo azul», decía una de las pancartas que se pueden ver en las fotografías publicadas.
La población de etnia mongol de Mongolia Interior, unos seis millones, suma menos del total de habitantes de la región, con 24 millones, y considera que su estilo de vida tradicional está siendo amenazado por la proliferación de proyectos mineros.