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2010, sin salir del hoyo económico

Fuentes: Rebelión

Estados Unidos no se estabiliza El año 2010 se caracterizó por mantenerse la crisis económica iniciada en 2008 en Estados Unidos. Pese a las constantes declaraciones de funcionarios y del propio presidente Barack Obama sobre una recuperación económica, las estadísticas indican que la crisis continúa con endeudamiento, baja recaudación, desempleo, recortes salarias, a la par […]

Estados Unidos no se estabiliza

El año 2010 se caracterizó por mantenerse la crisis económica iniciada en 2008 en Estados Unidos. Pese a las constantes declaraciones de funcionarios y del propio presidente Barack Obama sobre una recuperación económica, las estadísticas indican que la crisis continúa con endeudamiento, baja recaudación, desempleo, recortes salarias, a la par que se extiende la reducción de los programas sociales en todo el territorio, en el país mayor consumidor e importador de mercancías en el mundo. La deuda total estadounidense (pública, empresarial y personal) llega hoy a 58 billones, más de tres veces el Producto Bruto Interno estadounidense y superior al Producto Bruto Mundial. Las deudas con el exterior trepan a 13 billones de dólares mientras el desempleo casi afecta al 16% de la población si se combina con el subempleo (9,6% oficial). Unos 7,5 millones de núcleos familiares están en juicios hipotecarios al borde de perder sus viviendas.

La cifra de personas bajo el umbral de pobreza al cierre de 2010, se cifra en más de 50 millones de estadounidenses, o sea, uno de cada 6 habitantes. Obama, continúo con los gastos de guerra y hasta reforzó la ocupación en Iraq y Afganistán. Si el enorme rescate financiero a bancos y compañías en quiebras ascendente a 700 000 millones de dólares, lo hubiera inyectado para incrementar la economía real y las infraestructuras, los empleos habrían experimentado un elevado auge, la mayoritaria población dispondría de mayor entrada de capital y por consiguiente consumiría más, lo que es la base fundamental del PIB del sistema capitalista.

Las ocupaciones de Iraq y Afganistán

Las guerras que mantienen Estados Unidos y sus aliados en Iraq y Afganistán sigue absorbiendo enormes cantidades de dinero de los países invasores; se incrementan las muertes de militares y civiles y no se ve solución posible que no sea la salida de los ocupantes que no han logrado por medio de las armas «pacificar» ninguno de esas naciones. Tanto Iraq como Afganistán están destruidas y sus pueblos sumidos en las mayores pobrezas y necesidades.

El neoliberalismo golpea a la Unión Europea

El neoliberalismo impuesto al mundo por las potencias capitalistas más desarrolladas y que entre sus objetivos tenía el de controlar económica y políticamente a naciones menos desarrolladas, se ha vuelto como un bumerán contra los países de la Eurozona que hoy, unos tras otros, estallan en profundas crisis.

La Unión Europea (UE) integrada por 27 naciones, se encuentra nuevamente en el ojo de la tormenta. El sismo económico en la UE se inició en Grecia y se extendió a Irlanda. Portugal y España se hallan al borde de la caída, mientras Italia, Francia, Bélgica y Gran Bretaña padecen enormes manifestaciones obreras y estudiantiles contra los recortes públicos adoptados por sus gobiernos.

China no se detiene

A finales de 2010, las reservas de divisas de China alcanzaron los 2,4 billones de dólares, o sea, más del 30% de la totalidad del orbe. En contraposición a la crisis económica que atraviesan las naciones capitalistas desarrolladas, China se ha convertido en uno de los propulsores principales del intercambio comercial del mundo. Se prevé que su PIB crezca 9% este año, con lo cual atraerá mayores inversiones y elevará su consumo doméstico.

Con la crisis que atraviesa Japón, segunda economía mundial, puede suceder que China, tercer lugar tras desplazar al cuarto puesto a Alemania, alcance o se sitúe muy cerca de la nación nipona en 2011.

El BRIC logró amainar la crisis mundial

Los cuatro países que integran el grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) poseen el 25% del Producto Interno Bruto mundial y todos tienen una fuerte participación en la colaboración, el comercio y la inversión en Latinoamérica.

El grupo que cuenta con el 40% de la población mundial, el 25% de la extensión total de la Tierra, el 25% del PIB y el 12,8% del comercio internacional, defiende cuestiones claves como el multilateralismo e impulsa la presencia económica y comercial en el mercado de las cuatro naciones con énfasis en la eliminación de los subsidios agrícolas de los países desarrollados.

El dólar sigue en picada

La desvalorización del dólar que durante todo el año 2010 ha estado bajando en su valor nominal con respecto a otras monedas como el euro (entre 1,30 y 1,40 dólar por euro) motivó que hasta un informe de Naciones Unidas planteara abandonar el billete verde como moneda de reserva global.

El Sondeo Social y Económico Mundial 2010 de la ONU planteó que el dólar ha demostrado que no conserva su valor estable lo que es un requisito para una moneda de reserva por lo cual «se podría crear un nuevo sistema global de reservas, uno que no dependa más del dólar estadounidense como la única divisa de reserva». Los traspiés del billete verde en 2010 han sido fuertes y profundos y ya varios países han recurrido a hacer sus transacciones en otras monedas.

Se fortalecieron el ALBA y el MERCOSUR

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América continuó su fortalecimiento a lo largo de 2010 con numerosos convenios, contratos, fundaciones de empresas mixtas

Muchos ya denominan a esta agrupación integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, San Vicente y las Granadinas, Dominica y Antigua y Barbudas como el ALBA salvadora en momentos de grave crisis económica y financiera.

Destacados han sido sus avances obtenidos en los cinco años de fundada. El intercambio comercial entre sus países se incrementó en más de 15.000 millones de dólares y sus miembros han podido solventar los altos precios del crudo, que los hubiera hundido en un enorme déficit comercial, gracias a la política venezolana de brindar crudo a precios y créditos preferenciales a las naciones integrantes de PETROCARIBE.

Numerosas empresas mixtas y convenios de colaboración se han establecido entre sus miembros que abarcan diferentes esferas económicas, sociales y culturales donde laboran millones de ciudadanos y que han permitido reducir el índice de desempleo existente en casi todas esas naciones.

El Sistema Unitario de Compensación Regional (Sucre) continúa tomando fuerza y adapta sus mecanismos y por medio de esta moneda virtual (no física) ya se han realizado varias transacciones comerciales con excelentes resultados sin tener que utilizar el dólar.

Mientras el MERCOSUR,  conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, colocó en su XL Consejo efectuado el pasado diciembre, la necesidad de que todas las naciones de América del Sur se integren al bloque. Llamaron a la rápida aceptación de Venezuela como miembro pleno y a que se unan Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú, Guyana, Chile y Surinam.

Metas del Milenio

Numerosos analistas e investigadores del orbe se preguntan si estas promesas son reales o virtuales, o si la ONU no comprende lo difícil que será lograr esos resultados en un mundo donde impera una globalización neoliberal deshumanizada y de libre comercio que ha provocado una enorme asimetría entre ricos y pobres a nivel planetario.

Al cabo de diez años de haberse establecido (2000) y a solo cinco de finalizar el tiempo (2015), los objetivos resultan inalcanzables para la gran mayoría de las naciones en desarrollo. A los altos índices de analfabetismo, miseria, desempleo, hambre, malas condiciones sanitarias, poco acceso a los servicios de salud, de agua potable y vivienda existentes en 2000, se une ahora la profunda crisis económica, financiera, ecológica y ambiental que comenzó en Estados Unidos y se ha extendido como pólvora por Europa y otros continentes, la cual amenaza con empeorar la precaria situación de cientos de millones de habitantes.

Desproporción entre ricos y pobres

La enorme globalización de la economía mundial impuesta en las últimas décadas por los países desarrollados y que demanda en primer lugar la privatización indiscriminada en todos los sectores, ha hecho crecer el número de personas pobres y a la par el núcleo de millonarios en el mundo.

La revista Forbes informó de que la cifra de multimillonarios pasó de 793 a 1.121, al tiempo que su fortuna conjunta aumentó el 50%, desde 2,4 hasta 3,6 billones de dólares. La ONU señaló que actualmente 1.400 millones de personas viven en la extrema pobreza y con el encarecimiento imparable de la energía y los alimentos probablemente empeorarán las condiciones de vida de otros muchos millones. No cabe duda de que cada vez se hace más necesario un nuevo orden económico mundial.

Cambio climático sin solución

La última reunión de jefes de Estado y de Gobiernos efectuada en diciembre en Cancún, México, no aportó soluciones nuevas al deteriorado problema del cambio climático global que amenaza con aumentar los desastres naturales que ya han afectado violentamente a muchas naciones del orbe.

En México, al igual que en la Conferencia anterior sobre cambio climático realizada en Copenhague, las principales naciones desarrolladas del mundo, encabezadas por Estados Unidos, se pusieron de acuerdo para ofrecer solo pequeños paliativos sin pensar en los graves problemas que ya afectan a muchas naciones del planeta, lo cual resultó un duro golpe en la búsqueda de soluciones para la salvación futura de la humanidad.

Los hielos se están derritiendo rápidamente en las regiones templadas y las temperaturas aumentan constantemente por todo el planeta. Los países del Tercer Mundo serán los principales afectados ya que, pese a que solo emiten el 6% de los gases de efecto invernadero causantes del fenómeno, millones de personas de estos territorios tendrán problemas para acceder al agua en el año 2020 y continuarán sufriendo desastres naturales como los embates cada vez más fuertes de ciclones y tormentas. Un informe elaborado por el Banco Mundial (BM) explica que en América Latina y el Caribe, la falta de agua potable y el aumento de las temperaturas supondrán, además, la extensión de determinadas enfermedades de tipo tropical, como la malaria o el dengue y otras patologías infecciosas.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

rCR