El afamado historiador dice que las deportaciones serían una tragedia humanitaria. El gobierno de Obama ha dicho que esto solo aplicaría a infracciones penales y que cruzar indocumentado es una infracción civil, pero hay expertos que opinan lo contrario. Ante la perspectiva de un incremento en las deportaciones -ya un récord bajo el actual presidente- […]
El afamado historiador dice que las deportaciones serían una tragedia humanitaria. El gobierno de Obama ha dicho que esto solo aplicaría a infracciones penales y que cruzar indocumentado es una infracción civil, pero hay expertos que opinan lo contrario.
Ante la perspectiva de un incremento en las deportaciones -ya un récord bajo el actual presidente- diversos políticos y activistas han asomado la posibilidad de un perdón presidencial para disculpar las infracciones a la ley migratoria que hayan cometido millones de indocumentados y evitar que sean vulnerables a la expulsión.
A este llamado se sumó hoy el historiador, filósofo y crítico social Noam Chomsky, indicando que la deportación de 11 millones de indocumentados, si se llega a dar, sería una «tragedia humanitaria».
Chomsky, en un video distribuido por el Immigrant Worker Center Collaborative, dijo que estos «ciudadanos productivos en todo, menos en nombre» están amenazados por Trump y que su deportación sería un «ultraje moral que puede ser evitado con un perdón general».
He aquí el vídeo con subtítulos en español:
Hasta el momento, la reacción del gobierno del presidente Barack Obama ha sido negativa, ya que esta no es la primera llamada a usar los poderes constitucionales de perdón presidencial que tiene cada mandatario, para otorgar perdones y amnistías generales para grupos de personas, cuando este determina que es una medida «positiva para el interés público».
Desde hace algunas semanas, diversos grupos y políticos demócratas han pedido, por ejemplo, que Obama use su poder de perdón con los llamados «dreamers» o jóvenes inmigrantes que ahora están protegidos por DACA o Acción Diferida para los Llegados en la Niñez, un grupo de más de 700,000 personas cuyo actual estatus legal está amenazado por el futuro presidente Donald J. Trump.
De hecho, hace poco más de un mes, cuatro líderes demócratas de la Cámara de Representantes instaron al presidente Obama a que otorgue un «perdón» para centenares de miles de «DREAMers» que afrontarían una situación de «vida o muerte» con el próximo gobierno.
Los congresistas demócratas Luis Gutiérrez, Zoe Lofgren, Judy Chu, y Lucille Roybal-Allard, dirigieron una carta al presidente el mes pasado, en la que argumentan que Obama sí tiene autoridad constitucional para dar un «perdón» a los «DREAMers» amparados al programa de «acción diferida» (DACA) de 2012.
«Para nosotros, la acción es una cosa de vida o muerte, y la acción que le estamos pidiendo al presidente es de vida o muerte… esto no les dará un lugar seguro permanente, pero es un comienzo», afirmó Gutiérrez, demócrata por Illinois.
Pero Cecilia Muñoz, asesora principal en política interna del presidente, dijo recientemente a La Opinión que esto no funcionaría.
«Un perdón es para cuando se comete un crimen, y la entrada ilegal no es un crimen, es una ofensa civil… no confiere un estatus legal, no protege a nadie de la deportación», y no ofrece las herramientas urgentes que piden los activistas, explicó.
Hay expertos legales, sin embargo, que no opinan lo mismo. Peter Markowitz, profesor de la Escuela de Leyes Benjamin N. Cardozo dijo que es perfectamente factible, ya que la constitución da al presidente el poder de perdona «todas las ofensas contra Estados Unidos» y que esto puede interpretarse en forma más amplia que sólo las violaciones a la ley penal.
Históricamente, los perdones presidenciales han sido utilizados por diversos presidentes con diversos fines. Por ejemplo, Jimmy Carter perdonó a medio millón de hombres estadounidenses que evadieron el servicio militar para no ir a la Guerra de Vietnam en los años 70.