En el 2030 habrá 129 millones de niños con problemas de crecimiento a causa de la malnutrición, en la mayoría de los casos provocada por la desnutrición de sus madres adolescentes. Esta difícil situación que atraviesa la humanidad fue reflejada por Save The Children, la organización internacional que desde 1919 lucha para salvar la vida […]
En el 2030 habrá 129 millones de niños con problemas de crecimiento a causa de la malnutrición, en la mayoría de los casos provocada por la desnutrición de sus madres adolescentes.
Esta difícil situación que atraviesa la humanidad fue reflejada por Save The Children, la organización internacional que desde 1919 lucha para salvar la vida de los niños y garantizarles un futuro mejor.
Una nota de la entidad subrayó que el ciclo intergeneracional de la malnutrición depende de una serie de causas que, para ser resueltas, deben ser afrontadas de manera integral.
Para afrontar esta situación Save the Children promueve entre hoy y mañana en Roma una conferencia internacional sobre el tema en colaboración con el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola y el apoyo de Canadá.
«No dejar a nadie atrás: un foco sobre los adolescentes» es el tema de la conferencia. En el mundo, cada año, son unos 12 millones las muchachas que se casan en forma prematura y 16 millones las adolescentes que se convierten en madres.
En una nota, la organización recordó que las jóvenes mujeres juegan un rol esencial para el desarrollo económico y humano de sus familias y sus comunidades, a pesar de estar fuertemente sujetas a fenómenos de exclusión y discriminación, matrimonios o embarazados precoces, violencias y abusos de todo tipo, además de menores acceso a los servicios esenciales.
«Las mujeres adolescentes, en especial si están malnutridas, tienen más posibilidad de no sobrevivir al parto y de dar a luz niños con déficit nutricionales, que son por ello más vulnerables y están expuestos a una muerte precoz», indicó Daniela Fatarella, vicedirectora general de Save the Children. Y agregó: «Para interrumpir este círculo vicioso y evitar la transmisión de la malnutrición de una generación a otra es importante invertir en las adolescentes».
En ese sentido, enumeró que para alcanzar ese objetivo es esencial mejora su estado nutricional y «en especial ayudarlas en el proceso de empoderamiento».
Además Fatarella dijo que a estas mujeres vulnerables se les debe ayudar en todo el mundo con las «competencias necesarias para fortificarlas, así como mejorar su autoestima y rescatarlas social y económicamente».