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Algunas opiniones de intelectuales

Trabajando para defender la humanidad

Fuentes: Altercom

Movilizados por la propuesta hecha en la apertura por el catedrático mexicano Pablo González Casanova, intentan trascender la retórica y avanzar hacia el terreno de los actos concretos. A la salida de la primera sesión de las diez mesas de trabajo en que se han organizado las actividades, varias de las personalidades presentes emitieron opinión […]

Movilizados por la propuesta hecha en la apertura por el catedrático mexicano Pablo González Casanova, intentan trascender la retórica y avanzar hacia el terreno de los actos concretos.

A la salida de la primera sesión de las diez mesas de trabajo en que se han organizado las actividades, varias de las personalidades presentes emitieron opinión sobre los temas y la trascendencia del encuentro.

El escritor español Alfonso Sastre dijo que este congreso «está lleno de esperanzas y del desarrollo de nuestros pensamientos sobre la defensa de la humanidad». Igualmente afirmó que se convertirá en un vocero de lo que ha visto en Venezuela. «Hemos venido a aprender de su proceso y a entender cuáles son los planteamientos que lo movilizan», indicó. Respecto a los temas planteados cree que son de una importancia decisiva, porque «cuando uno se pone en defensa de la humanidad, significa que hay un peligro grave. Aquí vamos a aprender todos». Su participación está centrada en la cultura, en la mesa de trabajo «en defensa de la unidad en la diversidad y de la cultura para todos». «Hay que proteger la personalidad de los pueblos frente a la homogeneidad que propone el pensamiento único», recalcó.

Abel Prieto, ministro de Cultura de Cuba comentó que «este es un evento como nunca se había hecho uno en el mundo» por la cantidad y calidad de sus participantes, que se destacan «por su carácter comprometido con los ideales que se están debatiendo». Prieto agregó que es la mejor oportunidad para dar a conocer los programas sociales que está implementando el gobierno venezolano.

El cineasta alemán Ralph Niemeyer, autor del libro «Morning dawn in Venezuela», ofreció sus opiniones a través del ojo del artista. «No hay revolución sin cultura» dijo, valorando el hecho cultural como fundamental en los procesos sociales. Respecto a Venezuela opinó que los intelectuales deben tener la responsabilidad de acompañar al «proceso venezolano», ya que presenta una alternativa diferente a la de los países europeos, dónde «hay procesos de neoliberalismo, que no tienen el complemento de la cultura». Indicó que la situación de nuestro país es «única», diferente a la de Chile o Cuba. «Este es un proceso muy fuerte y sobre todo muy económico, pero cultural y filosófico también, lo que es muy importante porque no hay revolución sin filosofía y cultura», explicó.

El ex ministro de Cultura cubano, Hart Dávalos expresó que «nuestra familia humana está enferma, y tenemos que ponernos de acuerdo para salvarla». En este sentido, su propuesta maneja cuatro ideas fundamentales: cultura, ética, derecho y solidaridad. «Se están afectando la naturaleza y la sociedad, se han quebrado todos los principios éticos y jurídicos de la sociedad occidental, y los intelectuales deben llamar a la conciencia sobre esto», afirmó. Contestó también a quienes critican este tipo de eventos por considerarlos un gasto inútil y dijo que anteriormente «el dinero del Estado se despilfarró» en cosas que no beneficiaron al pueblo. «Los que dicen que estos eventos son inútiles son ignorantes o irresponsables. Yo prefiero decir que no saben, porque no me gusta ofender», finalizó Dávalos.

La escritora española Eva Forest Tarrat, editora de la revista vasca IRU, destacó la participación de tanta gente diversa unida por la idea de cambiar el mundo y resistir al proceso de deshumanización promovido por el imperialismo. Abogó además por la creación de una red que permita «constituir un bloque en la diversidad, cada vez más unido y organizado, con múltiples opciones para luchar de una manera imaginativa y creadora». Esta es una de las ideas manejadas en la inauguración por Pablo González Casanova, que se ha convertido en un objetivo del encuentro.

La escritora chilena Martha Hanecker destacó los logros del proceso venezolano, «Venezuela es una sociedad más democrática y descentralizada y los ciudadanos se han transformado en un pueblo que lucha y se organiza para conseguir soluciones colectivas», dijo. Agregó que nuestro país está en la vanguardia de la lucha contra la globalización neoliberal y en él se ha reunido hoy el pensamiento de distintas partes del mundo, para establecer distintas visiones en pro de la humanidad. Enfatizó igualmente que es necesario recuperar la democracia real y radical de la izquierda y que para lograrlo debe haber cambios en la cultura. «Es necesario empezar por nosotros mismos y construir una cultura pluralista, que entienda que la democracia real sólo puede construirse si ganamos a la gente para el proyecto social», puntualizó.

Julie Ruben, especialista en comunicación estadounidense, afirmó que en su país existe un control total sobre los medios de comunicación. Su preocupación está centrada en la existencia de medios de comunicación alternativos. Dijo que sería fundamental que la izquierda poseyera una radio a escala nacional en Estados Unidos para informar a una población que sólo recibe la versión oficial del gobierno.

El escritor neoyorkino Michael Parenti opinó que en los Estados Unidos se intenta separar la política de la cultura. Para él la cultura es una cuestión de política, porque se transmite a través de la estructura de la sociedad. Explicó asimismo que la religión es usada en Norteamérica como una herramienta para desviar la atención de los afectados, pobres en su gran mayoría, de la realidad de las políticas del gobierno. «La cultura es una distracción», puntualizó.

El analista hindú Achim Vanaik expresó que es necesario detectar las inconsistencias y las debilidades ideológicas del imperialismo estadounidense para impedir su expansión y la continuación de las invasiones como en Vietnam, Irak y Palestina. Criticó también la permisividad con la que algunos países abren sus fronteras a los Estados Unidos con la excusa de combatir problemas como el tráfico de drogas y el terrorismo. «Cada país debe encargarse por su cuenta de estos problemas» dijo, ya que esta violación a la soberanía es la que permite las invasiones.

Las deliberaciones de las mesas de trabajo continuaron hasta el domingo 7, dónde se presentaron en la jornada de clausura las conclusiones primarias y acciones a tomar, mientras tanto Caracas se ha visto convulsionada por el vendaval de ideas y propuestas, producto de la interacción de las múltiples personalidades participantes.

Alia2