El Movimiento de Países No Alineados (NOAL), cuya XIV cumbre se reunirá próximamente en La Habana, defiende un plan de acción capaz de guiar su actuación en el empeño de transformar el injusto orden internacional. Los 116 estados miembros de los NOAL discuten actualmente un proyecto de declaración final presentado por Cuba, en su calidad […]
El Movimiento de Países No Alineados (NOAL), cuya XIV cumbre se reunirá próximamente en La Habana, defiende un plan de acción capaz de guiar su actuación en el empeño de transformar el injusto orden internacional.
Los 116 estados miembros de los NOAL discuten actualmente un proyecto de declaración final presentado por Cuba, en su calidad de sede de la conferencia de jefes de Estado y de Gobierno que tendrá lugar del 11 al 16 de septiembre.
La actuación del movimiento debe estar guiada por un plan de acción, tal y como fue acordado en el documento final de la XIII cimera de Kuala Lumpur, Malasia, efectuada en febrero de 2003, sostiene el proyecto.
Dicho plan, sostiene el texto entregado al Buró de Coordinación de los NOAL en Nueva York, «debe ser objeto de un seguimiento permanente, con el objetivo de evaluar su ejecución, así como tomar las medidas que correspondan para su perfeccionamiento y actualización».
La conjugación de propósitos y principios del ente tercermundista, apegado a sus postulados fundacionales de Belgrado (1961), permitirá enfrentar de modo efectivo problemas como pobreza, orden económico desigual, terrorismo y unipolarismo.
Por lo mismo, el propio proyecto de declaración final, aboga por «concentrar los pronunciamientos, declaraciones y acciones del Movimiento en temas centrales identificados como prioridades».
Acerca de tales temas los NOAL comparten valores, defienden intereses comunes y pueden mostrar una posición de unidad y solidaridad.
En ese sentido, sobresalen la defensa del multilateralismo y el rechazo del unilateralismo y la pretensión de imponer un mundo unipolar; así como la defensa y el respeto de los principios del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas.
El Plan de Acción permitirá trabajar de modo coordinado en diversos foros y escenarios para condenar la imposición de medidas coercitivas unilaterales violatorias del Derecho Internacional, como el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba.
También definirá una estrategia de presión para lograr el «desarme general y completo bajo un estricto y eficaz control internacional, concediendo una máxima prioridad al desarme nuclear».
Además, ayudaría a los NOAL en su reiterado propósito de impulsar la democratización del orden económico, comercial, financiero internacional actual; y reformar y democratizar la ONU, incluido el Consejo de Seguridad.
El desarrollo económico y social de los países del Sur en el contexto de la cooperación internacional, conjuntamente con la promoción y fortalecimiento de la cooperación Sur-Sur se insertan entre los desafíos permanentes del grupo.
Dentro de la coyuntura actual también es clave el fortalecimiento de la cooperación internacional en materia de derechos humanos, el apoyo a la causa de Palestina y a la búsqueda de soluciones justas y duraderas en el proceso de paz en el Medio Oriente.