Todo parece indicar que en el año 2008 habrá una monarquía menos en el mundo. Tres meses atrás, el país del Himalaya fue preso del caos político cuando los maoístas contrarios a la monarquía, que habían puesto fin a una guerra civil de diez años, decidieron retirarse del gobierno. Los rebeldes reclamaban que fuese declarada […]
Todo parece indicar que en el año 2008 habrá una monarquía menos en el mundo. Tres meses atrás, el país del Himalaya fue preso del caos político cuando los maoístas contrarios a la monarquía, que habían puesto fin a una guerra civil de diez años, decidieron retirarse del gobierno.
Los rebeldes reclamaban que fuese declarada la república inmediatamente, cuestión que demoró indefinidamente las elecciones para una Asamblea Constituyente, las cuales habían sido programadas para noviembre.
Dichos comicios, los primeros a nivel nacional en Nepal desde 1999, definirían el futuro político del país, incluido el de la monarquía y a culminar el proceso de paz.
Los principales referentes del gobierno mantuvieron una reunión con Prachanda, el jefe maoísta, con el fin de superar el impasse político, estancamiento que significó un serio revés para el pacto del 2006, que puso fin a un conflicto en el que murieron más de 13.000 personas.
«Nepal será una República Democrática Federal y la decisión se implementará después de la primera reunión de la asamblea constituyente», indicó, a través de un comunicado, la alianza gobernante de seis partidos y los maoístas.
La popularidad del Rey Gyanendra cayó estrepitosamente cuando expulsó al gobierno y asumió poderes absolutos en el 2005, para semanas después ceder ante las protestas. El monarca se considera tradicionalmente una encarnación del dios hindú Visnú.