Nepal debería iniciar un proceso judicial que establezca una comisión de la verdad, investigue los crímenes y las violaciones a los derechos humanos cometidos durante la guerra, y permita juzgar a sus autores y compensar a las víctimas. Así lo solicitó hoy la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos […]
Nepal debería iniciar un proceso judicial que establezca una comisión de la verdad, investigue los crímenes y las violaciones a los derechos humanos cometidos durante la guerra, y permita juzgar a sus autores y compensar a las víctimas.
Así lo solicitó hoy la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos al presentar un informe donde se recogen 30.000 documentos que demuestran 9.000 violaciones a los derechos humanos cometidas durante el conflicto armado que enfrentó de 1996 a 2006 al Ejército y la Policía con la guerrilla maoísta.
En el acuerdo de paz entre las dos partes contendientes se estableció que la Oficina colaboraría con el Gobierno para recopilar la información sobre los abusos cometidos por ambas partes en conflicto y que ésta serviría de base para entablar procesos de investigación judicial, algo que hasta la fecha no ha ocurrido.
«A día de hoy nadie ha sido juzgado ni condenado. Esperamos que el informe sirva de herramienta para que se abran procesos en los tribunales», señaló en rueda de prensa el director de la Oficina para Asia Pacífico, Rory Mungoven.
El informe no es sólo un banco de datos, en él se hacen análisis legales, se unifican las violaciones por grupos tipificados en la ley internacional, y se especifican los pasos a seguir si se quisieran perseguir.
«El objetivo es poder ayudar a las familias que quieran abrir un pleito y a los abogados que los lleven a cabo. Dicho esto, debemos recordar que es obligación de los Estados implementar estos sumarios, es la única manera de lograr un proceso de reconciliación», agregó Mungoven.
La Oficina aboga porque se establezca una comisión de la verdad y unos tribunales especiales para investigar las violaciones, algunas muy graves.
«Estamos hablando de que en algunos casos, se cometieron crímenes de guerra, estos no pueden quedar impunes, es por eso que nos oponemos a la ley de amnistía», afirmó el experto.
Actualmente, se está debatiendo en el país la idoneidad o no de establecer un proceso de amnistía que perdone a todos aquellos que hayan cometido crímenes durante la guerra.
«La Oficina considera que amnistías para ciertos crímenes, particularmente genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, contravienen principios bajo la ley internacional. Por eso la ONU tiene una política de no apoyar los procesos de amnistía. No sólo se establece la impunidad, sino que debilita los fundamentos para una paz duradera», indicó.
Los maoístas libraron una década de guerra contra las fuerzas del Estado hasta la firma de un acuerdo de paz en el año 2006; en las siguientes elecciones se convirtieron en la fuerza más votada y, tras abolir la monarquía nepalí, establecieron una república.
Durante el conflicto murieron unas 17.000 personas, de las cuales 1.300 aún están desaparecidas.