Año tras año, en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, el informe presentado por el Gobierno cubano sobre la urgencia de finalizar el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, recibe un mayoritario apoyo.
Este 2022 no ha sido la excepción, ya que la votación efectuada ayer (3 de noviembre) concluyó con 185 votos a favor de terminar la medida genocida utilizada por el imperialismo, contra 2 votos en contra, justamente de los Estados Unidos y de su aliado sionista Israel, además de dos abstenciones de Brasil y Ucrania, dos países que en la coyuntura actual claramente buscan el apoyo de su amo yanqui, pues el aún gobierno brasileño de Jair Bolsonaro necesita ayuda ante su ya decretada salida por la voluntad popular luego de las elecciones y, Ucrania, nación en guerra, recibe millones de dólares en ayuda militar por parte del Tío Sam, sin cuyos dólares, no podría mantenerse.
El trigésimo informe (se presenta desde 1992) detalla la manera en que el bloqueo afecta la vida y la economía de Cuba, tan sólo entre los meses de agosto de 2021 y febrero de 2022, esta medida criminal provocó a la isla caribeña la pérdida de 3,806.5 millones de dólares, lo que representa un 49% más de la cifra reportada para el periodo de enero a julio de 2021. Si se considera el daño generado para el pueblo y las familias cubanas durante las seis décadas que ha durado el bloqueo, se puede hablar de 150,410.8 millones de dólares, con repercusión especial en sectores como la salud y la educación, siendo estos dos de los rubros en los cuales la Revolución cubana se ha destacado mundialmente –pese a quien le pese- a pesar de la agresión económica ya mencionada.
En lo que va de la administración de Joe Biden, el bloqueo ha generado una pérdida de 6,364 millones de dólares, con un equivalente de 454 millones de dólares mensuales y más de 15 millones de dólares diarios, conforme a lo mencionado en el documento votado en ONU. Durante los ya 14 meses de mandato de Biden, las 243 nuevas resoluciones impuestas por Donald Trump han permanecido intactas, demostrando que el actual mandatario estadunidense no tiene interés de cambiar el rumbo del imperialismo, su lógica es la de dañar al pueblo cubano de manera por demás inhumana. Además, en los meses más crudos de la pandemia de Covid-19 en todo el mundo, el Gobierno yanqui azuzó a sectores marginales de la población isleña para intentar generar un golpe interno (el cual fracasó en su totalidad). Es sabido que la administración de Washington invierte millones de dólares en apoyar a grupos subversivos de mercenarios disfrazados de artistas, activistas e intelectuales.
La violación del derecho internacional que efectúa el bloqueo agrede la soberanía cubana, pero también a diversos países cuyos gobiernos y/o empresas son sancionadas con millonarias cantidades por comerciar con Cuba, de esto último hay cientos de testimonios en diversos medios digitales.
El bloqueo debe retirarse de manera inmediata, la voz del mundo ha vuelto a pronunciarse a favor de su finalización, mantenerlo sólo demuestra que el interés imperialista no es ayudar a los pueblos, sino someternos a su voluntad, algo que con Cuba no ha podido lograr tras la victoria de la Revolución. Desde estas humildes líneas, nos sumamos al reclamo mundial por el fin del bloqueo genocida.
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