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Último aniversario de la OTAN

Fuentes: Rebelión

La banda de Biden y sus vasallos europeos occidentales se reunieron en Washington, entre el 9 y el 11 de julio para conmemorar el 75 aniversario de la OTAN.

Sus esfuerzos por mostrar «fuerza» y «unidad» se ven ensombrecidos por las crecientes divisiones internas sobre cuestiones globales, El fracaso de su plan original de usar a Ucrania como un ariete para debilitar a Rusia antes de atacarla directamente con alguno de los usuales pretextos que la banda OTAN suele usar para invadir  y saquear a países pacíficos como Afganistán, Libia, Siria y  Ucrania (2014 ).

Como  las cosas no han salido como tenían previsto, adoptan ahora el plan B,  que parece ser el de alargar el conflicto hasta antes de las elecciones presidenciales estadounidenses, para comprometer  desde ahora  42.000 millones de dólares para dejar atado el paquete en caso de un triunfo de Trump y que éste decida  un arreglo con Rusia para poner fin al conflicto. Los halcones del globalismo también temen que el soberanismo siga ganando elecciones en Europa y que se acabe el control que desde Washington se ejerce sobre los políticos europeos y lleguen al poder algunos del estilo de Orban, que rechazan la guerra con Rusia como contraria al mejor interés de Europa.

Ese dinero  puede usarse para promover desórdenes en Georgia, que es el otro país candidato para continuar el hostigamiento a Rusia cuando Ucrania ya no sirva más o Rusia  haya ocupado a Kiev  e instalado allí un nuevo gobierno que devuelva a Europa las provincias polacas y húngaras que Stalin  le arrebató y que son  la causa de la falta de homogeneidad en Ucrania.

Otra novedad de la cumbre OTAN en Washington es que  ha surgido un documento, supuestamente suscrito por los 32 países de la OTAN, en el que se atribuye a China la culpa del fracaso del plan original de usar a la Ucrania  surgida del golpe de Estado de Victoria Nuland en Kiev como un ariete para debilitar a Rusia antes de atacarla. Eso más parece  un  pretexto para expandir la banda OTAN  hacia el Indo-Pacífico, con la inclusión  de Australia,  Japón Sur Corea y Taiwán  para  hostigar a China.

De la cumbre de tres días de la OTAN y las acusaciones de que China apoya a Rusia revelan una vez más las intenciones de Estados Unidos y la OTAN de extender su influencia a la región de Asia y el Pacífico para obtener beneficios geopolíticos. Subraya los orígenes de la OTAN en la era de la Guerra Fría, diseñada como una herramienta militar para reforzar la hegemonía estadounidense, que según los críticos sólo aumenta la inestabilidad y la discordia global. Si se desata otra guerra en esa región, la OTAN deberá cambiar de nombre porque ya está muy alejada del Atlántico.

 Es seguro que la OTAN no tiene modo de imponerse a una alianza militar de China con Rusia. Es probable que Turquía no participe. En  esas circunstancias Rusia tiene la capacidad para destruir a  los 30 miembros europeos, desde lejos, sin invadirlos. Corea del Norte terminaría la Guerra de Corea ocupando Corea del Sur y tiene los misiles necesarios para alcanzar todas las bases estadounidenses del Pacífico, incluyendo Okinawa. China  ya tiene la mayor marina de guerra del mundo y el ejército más numeroso

En su sitio web, el Departamento de Estado de EE.UU. hizo una introducción completa sobre la OTAN y la cumbre, diciendo que los aliados discutirán una agenda importante que incluye «afirmar el apoyo inquebrantable a Ucrania», «fortalecer la postura de disuasión y defensa» y «asegurar que los aliados se unan».   Un ejemplo de double talk orwelliano. La realidad es que los 32 miembros encararán próximas recesiones económicas, están muy endeudados. Es  improbable que tengan recursos para invertir en su propia defensa o en la defensa colectiva».  Cualquiera se pregunta  por qué esa alianza se arruinó a sí misma imponiendo sanciones a Rusia y a China, los dos países con los que podría tener relaciones comerciales más favorables.

La cumbre de la OTAN tiene como objetivo proyectar «unidad» e «intereses compartidos» hacia afuera, pero internamente  hay crecientes ansiedades y preocupaciones entre los países miembros, dijo al Global Times Cui Hongjian, profesor de la Academia de Gobernanza Regional y Global de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing el martes pasado.

Por ejemplo, el ascenso de las fuerzas políticas soberanistas de izquierda y  de derecha en Europa son desafíos políticos que enfrentan Alemania, Francia  e Inglaterra y otros países europeos centrales. Es plausible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Todo eso es un agregado de incertidumbres dentro de la OTAN  que impiden alcanzar un consenso sobre temas importantes en el momento más crítico que ha tenido, porque cada día es más evidente su derrota en Ucrania.

El Secretario de Estado Robert Blinken anunció que este verano estarán operando en Ucrania los aviones F-16. Se presume que estarán manejados por pilotos de la OTAN, porque es imposible que hayan tenido tiempo para formar pilotos ucranianos en el manejo eficiente de esos aviones.  Es casi seguro que confirmarán el destino que tuvieron los tanques Leopard y Abrahams: chatarra.   Rusia ha tenido el control del espacio aéreo sobre Ucrania no solo por sus aviones y drones, sino también por sus superiores baterías antiáereas.

La Alianza está amenazada por la fragilidad política, tanto en Europa como en Estados Unidos. «Esto hace que la cumbre de este año, cuando la  OTAN cumple 75 años de edad, como todos los ancianos que han sobrepasado su vida útil, trata de aparentar vigor, aunque sus últimas iniciativas han demostrado ser insensatas  e indicios de una salud mental colectiva frágil». Es indicativo que la reunión sea presidida por Joe Biden,  un gesto premonitorio y adecuado para el futuro de la alianza.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.