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Israel y Estados Unidos comenzaron la guerra contra Irán

Fuentes: Rebelión

La guerra de los sionistas contra Irán comenzó cuando en enero de 2020 Estados Unidos perpetró un asesinato en el aeropuerto iraquí de Bagdad para matar al general Qassim Soleimani, líder de la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI). Soleimani, a través de la Fuerza Quds, había creado para Irán una póliza de seguro contra futuros ataques israelíes contra Irán.

La Fuerza Quds es responsable de las operaciones militares iraníes fuera de las fronteras de Irán y combatía contra Al-Qaeda y los otros grupos terroristas  creados por la CIA Y el Mossad para derrocar al Gobierno propalestino de Assad en Siria, que  era parte del llamado «Eje de la resistencia», que incluye a los diversos gobiernos amigos  de Irán y fuerzas militares no gubernamentales.

Estos incluían a Hezbolá en el Líbano, varios grupos del CGRI en Siria que colaboraban con milicias sirias, el Gobierno de Bashar al-Assad en Siria, varias facciones palestinas en la Palestina ocupada y el Gobierno de Ansar Allah en Yemen.

Sin tener  su propia disuasión nuclear, Irán necesitaba alguna forma  convencional de contrarrestar la superioridad militar de Israel y Estados Unidos.  Mientras tanto conscientes  de la  utilidad de la misilística y  los drones para alargar el alcance del poder destructivo, Irán  desarrolló una formidable industria misilística que supera en calidad tecnológica a los misiles  estadounidenses.

Esta disuasión creada por el «Eje de la resistencia»  contenía las amenaza de Israel amparado por la OTAN y permitió a Irán advertir a Israel y sus socios occidentales de que si Israel disparaba contra Irán estos grupos lanzarían misiles sobre Tel Aviv en represalia.

 Israel tiene como objetivo reconocido  manifestado por su propia bandera expandirse  hasta el rio Tigris en la frontera con Irán.  La República islámica ha apoyado siempre  la causa de los palestinos y por eso es detestada por Israel y porque  es el único Estado musulmán poderoso e independiente que  puede frenar el expansionismo sionista.

Poe ello, mientras Irán negociaba con Estados Unidos Israel  con la complicidad de  Estados Unidos  atacó  la central de energía nuclear iraní de  Natanz y asesinó a  los comandantes de la Guardia Revolucionaria de Irán en la madrugada del día 13 de junio. El ataque fue realizado por 200 aviones israelíes que fueron recargados de combustible por aviones cisterna ingleses en el espacio  aéreo de Irak. El ataque sorpresa mientras Irán negociaba en Viena con Estados Unidos es un claro y alevoso acto de guerra cometido por Israel con la complicidad de Estados Unidos y  el Reino Unido, ambos cómplices de los crímenes sionistas.

El asesinato de Soleimani dio inicio a una nueva y decidida campaña política y militar por parte de Estados Unidos, Israel y sus aliados europeos para debilitar a Irán.

 Israel y Estados Unidos comenzaron a atacar puntualmente bases logísticas iraníes en Siria e Irak para debilitar la posición de avanzada de Irán y desmoralizar a las milicias sirias e iraquíes que operaban contra los intereses israelíes. Israel comenzó a asesinar a oficiales militares del CGRI en Siria, Irán e Irak, una campaña de asesinatos que comenzó a afectar al CGRI y a la Fuerza Quds.

Aprovechando su guerra genocida contra los palestinos en Gaza, Israel, con el pleno apoyo de Estados Unidos y Europa, comenzó a dañar el «Eje de la resistencia», la póliza de seguro de Irán.

 Israel llevó su guerra a Líbano con una despiadada campaña de bombardeos que incluyó el asesinato del líder de Hezbolá Sayyid Hassan Nasrallah el 27 de septiembre de 2024. Esta campaña, si bien no ha demolido por completo a Hezbolá, sin duda lo ha debilitado. Mientras tanto, Israel inició una campaña regular de bombardeos contra las posiciones militares sirias en los alrededores de Damasco y a lo largo de la carretera a Idlib, en el norte. Esta campaña de bombardeos, coordinada con el ejército y los servicios de inteligencia estadounidenses, tenía como objetivo allanar el camino para la entrada de antiguos combatientes de Al Qaeda a Damasco y derrocar al Gobierno de Al Asad el 8 de diciembre de 2024. La caída del gobierno de Al Asad mermó la fuerza de Irán en la región del Levante (desde la frontera turca hasta el territorio palestino ocupado), así como en las llanuras desde el sur de Siria hasta la frontera iraní. La constante campaña de Estados Unidos para bombardear posiciones yemeníes resultó en la pérdida del equipo pesado de Ansar Allah (incluidos misiles de largo alcance) que constituía una amenaza fundamental para Israel.

Esto significó que a principios de 2025 la póliza de seguro iraní contra Israel se había derrumbado. Israel inició su marcha hacia la guerra, sugiriendo que un ataque contra Irán era inminente. Tal ataque, como lo sabe el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, lo ayudaría en su lucha política interna con los partidos ultraortodoxos sobre la cuestión de una exención militar para sus comunidades, esto evitaría la caída de su Gobierno.

El cínico Netanyahu está utilizando el genocidio y la posibilidad de una guerra horrenda con Irán para fines políticos mezquinos. Pero eso no es lo que motiva este ataque. Lo que lo motiva es que Israel percibe una oportunidad para intentar derrocar al Gobierno iraní por la fuerza.

La respuesta del Gobierno iraní consistió en una lluvia de misiles sobre  Israel   que alcanzó incluso la central nuclear israelí de Dimona cuyas repercusiones aún se desconocen y pudieran ser fatales para la población  de Israel recluida en un pequeño territorio si es expuesta a las radiaciones  de la central nuclear, tal como los sionistas intentaron hacer con la central nuclear iraní de Natanz, que por suerte está bien protegida. La última noticia es que el Parlamento iraní abrogó la fatwa que prohibía la fabricación de armas nucleares y  es probable que el ataque sorpresa urdido por los sionistas y sus aliados de la OTAN tenga por resultado obligar a Irán a dotarse  de  armas nucleares.

Rusia y China condenaron en el Consejo de Seguridad de la ONU el ataque del régimen sionista contra Irán, pero no hay duda de que el argumento más convincente para apaciguar los ardores bélicos sionistas fue la lluvia de misiles iraníes que destruyó muchos blancos militares en Tel- Aviv, incluyendo el edificio  del ministerio de Defensa. Hasta ahora los sionistas   solo tenían experiencia en bombardear. Ahora  conocieron la experiencia de ser bombardeados.

Irán regresó a las negociaciones mediadas por el OIEA para evitar tal ataque. Sus líderes sabían perfectamente que nada impediría que un infractor como Israel bombardeara Irán. Y nada funcionó. Ni siquiera el hecho de que Irán siga en la mesa de negociaciones. Israel ha aprovechado la debilidad momentánea de Irán para atacar. Y ese ataque podría intensificarse aún más.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.