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Ediciones Akal publica El lobby sionista. Una historia a ambos lados del Atlántico, de Ilan Pappé

Grupos de presión proisraelí: coacción, impunidad y negación de los derechos en Palestina

Fuentes: Rebelión

¿Quién es Sylvan Adams? Un empresario israelí-canadiense, hombre de negocios multimillonario, que se presenta como filántropo -y donador- en actos deportivos y educativos; en 2018 hizo posible que el giro de Italia pasara por Israel; de ideario sionista y cercano al primer ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, Sylvan Adams es propietario del equipo ciclista Israel Premier Tech,que participó en la Vuelta Ciclista a España-2025, en medio de las protestas populares contra el genocidio de Gaza.

¿Qué es el American Israel Public Affairs Committee (AIPAC)? Un influyente lobby proisraelí que actúa en Estados Unidos; fundado en 1954, trabaja “para fortalecer el apoyo bipartidista a la relación entre Estados Unidos e Israel”; la página Web añade que el 97% de los candidatos respaldados por AIPAC ganaron sus elecciones generales en 2024 (apoyó a 361 candidatos del Partido Republicano y del Partido Demócrata); el Comité difunde el discurso de que, en Gaza, Israel tiene el derecho a su legítima defensa.

Los ejemplos y la explicación de cómo actúan estos grupos de presión figuran en el libro El lobby sionista. Una historia a ambos lados del Atlántico, del historiador israelí Ilan Pappé, publicado por ediciones Akal en abril; la obra de 614 páginas cuenta de qué modo “se construyó un consenso inexpugnable a favor del Estado de Israel”, la ayuda militar “sin precedentes” recibida y la negación de los derechos al pueblo palestino, según la nota informativa de Akal.

El autor señala las dificultades que hallan actualmente los lobistas para convencer de sus postulados a la sociedad civil, tanto en Reino Unido como en Estados Unidos; así, decenas de miles de personas se manifestaron en Londres, el pasado 21 de junio, en apoyo a Palestina y para que el gobierno laborista de Keir Starmer deje de autorizar la exportación de armamento a Israel; una de las respuestas utilizadas por los grupos de presión es la acusación de antisemitismo.

En este contexto, Ilan Pappé subraya la importancia del lobby sionista cristiano, singularmente en Estados Unidos; por ejemplo, durante la primera presidencia de Donald Trump (2016-2020), ejerció como vicepresidente un sionista cristiano, Mike Pence; asimismo como secretario de Estado un político del mismo ideario, Mike Pompeo (“Es posible que Dios haya traído a Trump para proteger a Israel de Irán”, afirmó Pompeo en 2019).

Algunas consideraciones del historiador abren la puerta a la esperanza, muchos años después de la fundación del estado de Israel -en mayo de 1948- y el despliegue de un Estado étnico judío (la Knéset o parlamento aprobó en 2018 la ley básica que considera a Israel el Estado-Nación del pueblo judío).

“Organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y expertos que sostienen una actitud crítica lo han catalogado de Estado apartheid, una expresión antes impronunciable”, se afirma en El lobby sionista; por ejemplo, el pasado 28 de julio dos ONG israelíes -B’Tselem y Physicians for Human Rights Israel- concluyeron en sendos informes que el Estado de Israel está perpetrando un genocidio en Gaza.

Ilan Pappé (Haifa, 1954) dirige el Centro Europeo de Estudios Palestinos en la Universidad de Exeter (Reino Unido); es autor, entre otras obras, de Historia de la Palestina moderna: un territorio, dos pueblos (2007); La idea de Israel. Una historia de poder y conocimiento (2015) y Los diez mitos de Israel (2019).

¿Cuál fue la primera respuesta difundida por los lobistas a los atentados de Hamás, el 7 de octubre de 2023? El historiador y analista califica uno de los discursos como el del Israel global, propagado por la mayoría de los gobiernos occidentales -principalmente Estados Unidos y Reino Unido-, grandes medios de comunicación y multinacionales (pocos días después del ataque, Estados Unidos -con la presidencia de Joe Biden- envío un portaviones y destructores en apoyo a Israel):

“No es más que otro capítulo en la historia del antisemitismo moderno, esta vez perpetrado con una brutalidad comparable o incluso superior a los nazis y al ISIS. Y todo fue planeado en Teherán por el maligno régimen iraní”, defiende la retórica del Israel global.

El libro dedica un capítulo a la actuación del lobby proisraelí en Gran Bretaña, durante este siglo; dos primeros ministros del Partido Conservador, David Cameron (2010-2016) y Theresa May (2016-2019), hicieron lo posible para que los consejos municipales cesaran en su apoyo al movimiento BDS; en este contexto, se logró una victoria importante cuando -en junio de 2016- un tribunal británico falló contra las restricciones gubernamentales a que los consejos locales pudieran -a través de sus planes de pensiones- realizar desinversiones en empresas beneficiarias de las violaciones de los derechos humanos en Palestina.

En diciembre de 2019, el ejecutivo conservador de Boris Johnson anunció su intención de prohibir a instituciones públicas -como ayuntamientos o universidades- medidas de desinversiones o boicot hacia Israel.

Pero las medidas de estas características continúan en el presente; así, en julio de 2025 el gobierno laborista calificó como organización terrorista e ilegalizó al grupo Palestine Action, que realiza acciones de desobediencia civil en el Reino Unido; Naciones Unidas criticó esta decisión; a primeros de agosto, centenares de personas fueron detenidas en Londres, durante una protesta en apoyo a Palestine Action.

Del mismo modo, Ilan Pappé recuerda que, en julio de 2023, el secretario de Estado de Ordenación, Vivienda y Comunidades, Michael Gove, llevó al parlamento británico una iniciativa legal que declaraba ilícitas las actividades del BDS; se da la circunstancia que Gove es un miembro veterano de CFI (Amigos Conservadores de Israel, siglas en inglés), formado por parlamentarios y candidatos -afiliados al Partido Conservador- que tratan de reforzar los vínculos con Israel.

“El movimiento BDS es antisemita”, afirmó en 2022 la entonces ministra del Interior británica, Priti Patel, durante una reunión de Amigos Conservadores de Israel.

En Estados Unidos, el libro El lobby sionista señala un hito de interés en el recorrido de AIPAC: las elecciones presidenciales de 2000, a las que concurrieron el demócrata Al Gore y el republicano George W. Bush; los dos candidatos participaron en la conferencia anual del comité proisraelí.

“Los mensajes de Al Gore y de George Bush hijo a los delegados parecían indistinguibles. Ambos discursos reiteraron el compromiso de mantener un Israel fuerte”, concluye Ilan Pappé.  

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.