A menudo se hace referencia a la Universidad de Toronto como la «Harvard del Norte». Es la mayor y más prestigiosa universidad de Canadá, clasificada entre las 25 mejores del mundo. La UdeT cuenta con 97.678 estudiantes de 170 países, y es la empleadora más grande y el mayor terrateniente de Toronto (la 4ª ciudad más grande de Norteamérica).
«El Círculo de los Pueblos por Palestina» (“The People’s Circle for Palestine”) comenzó el 2 de mayo (May 2) en el corazón del campus (heart of the campus), rodeado por una enorme valla que en un principio levantó la administración de la universidad para mantener alejados a los manifestantes. Rápidamente se convirtió en la mayor acampada de Canadá y uno de los mayores campamentos (one of the largest encampments) de Norteamérica, con casi 200 tiendas, cientos de acampados, miles de personas visitando diariamente, y un fuego sagrado dirigido por ancianos indígenas. El campamento cuenta con el apoyo del profesorado (faculty), los bibliotecarios y el personal, los antiguos alumnos, los sindicatos del campus y todas las organizaciones gubernamentales estudiantiles (student governmental organizations).
En un momento en que la Corte Internacional de Justicia ha señalado que Israel está cometiendo un genocidio plausible y ha reafirmado la aplicación inmediata de medidas provisionales (provisional measures) para que Israel detenga su asalto a Gaza, la Universidad de Toronto ha sido denunciada por su complicidad institucional en el apartheid, la ocupación y el genocidio israelíes. Durante 7 meses, la Universidad ha desatendido las demandas de los estudiantes de revelar, desinvertir y suspender los vínculos con universidades israelíes cómplices de violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra.
Esta semana (27-31 de mayo) constituye un momento decisivo:
27 de mayo
La administración de la Universidad de Toronto presentó una orden judicial (filed an injunction) para que la policía desalojara el campamento. Esto sigue a un «aviso de allanamiento» emitido el 24 de mayo, amenazando con medidas disciplinarias para los estudiantes y el personal que apoyan el campamento, y amenazando con un despido masivo sin precedentes de profesores (incluyendo profesores titulares [con tenure-es decir, permanencia])). Estas acciones han sido impugnadas por la Asociación de Profesores (challenged by the Faculty Association).
● La Federación del Trabajo de Ontario, que representa a 54 sindicatos y a un millón de trabajadores (one million workers), adoptó una postura sin precedentes, proclamando (proclaiming) en una concentración masiva que si la universidad decide «actuar contra los estudiantes, [tendrá] que pasar primero por los trabajadores».
El presidente de la Universidad de Toronto, Meric Gertler, fue el último orador en las audiencias (hearings ) sobre antisemitismo del Comité Federal Permanente de Justicia y Derechos Humanos.
28 de mayo
Hubo una rueda de prensa en los escalones de la entrada del edificio principal administrativo de la Universidad de Toronto con la participación de casi 100 profesores de la Universidad de Toronto en la cual se defendió los derechos de los alumnos de protestar, la importancia de las demandas de que la Universidad pare su apoyo para el genocidio a través de sus inversiones en industrias israelís y que corte los acuerdos con las universidades Israelís. Una de las profesoras-portavoces hizo eco de la postura del Federación del Trabajo de Ontario, declarando por parte de centenares de colegas que si las autoridades universitarias deciden de «actuar contra los estudiantes, tendrán que pasar primero por nosotros.»
29 de mayo
El juez a cargo de decidir si la orden judicial se aprobara marcó los días 19-20 de junio para la audiencia (hearings) para poder dar el tiempo justo (<in order to afford the respondents a fair opportunity to answer the application>) para que los demandados puedan responder a las 3 declaraciones juradas, las cuales contienen más de 1000 páginas
En el horizonte inmediato está la temporada de graduaciones de primavera de la Universidad de Toronto (U of T’s spring graduation season), con más de 30 ceremonias distintas a lo largo de tres semanas a partir del 3 de junio. Está previsto que se celebren estas ceremonias en el histórico Convocation Hall de la universidad, justo al lado del campamento. El hecho de que la Universidad haya confirmado que las ceremonias procederán como previsto ponen en duda su insistencia en que la orden judicial fuera una emergencia.
El Círculo de los Pueblos por Palestina cuenta con un amplio apoyo en el campus y en la comunidad en general. Organizaciones palestinas, judías (Jewish organizations) y de otro tipo se unen a destacados escritores, artistas, músicos, doctores honoris causa y académicos (writers, artists, musicians, honorary degree holders and scholars) (muchos de los cuales han viajado desde lejos para visitarlo), como Leanne Betasamosake Simpson, Naomi Klein, Dionne Brand, Deepa Mehta, John Greyson, Gayatri Spivak y Muhannad Ayyash.
El Círculo ha creado un espacio inspirador de aprendizaje, construcción y lucha compartida multirracial, multiconfesional y multigeneracional. Judíos, palestinos y simpatizantes del campamento de diversos orígenes han compartido cuatro servicios de Shabat con Kiddush ofrecido en hebreo y árabe. El sentimiento de unidad y determinación de esta protesta histórica es cada día más fuerte.
Los estudiantes han puesto de relieve la hipocresía de la Universidad de diversas maneras:
– Impugnando la caracterización de King’s College Circle como propiedad privada.
– Manteniendo el escepticismo sobre las promesas de la Universidad de establecer comités para discutir las posibilidades de divulgación y desinversión, dado que las recomendaciones de un comité de desinversión de combustibles fósiles prometido anteriormente fueron rechazadas de plano por el Presidente Gertler.
– Anclando sus demandas en la investigación sobre los vínculos (research regarding) de la Universidad con universidades israelíes cómplices de la opresión palestina antes y durante el asalto a Gaza.
La Universidad ha empezado a entablar conversaciones con los estudiantes que representan a los acampados. Ahora se abren dos vías de futuro. Uno apunta a la parodia de la violencia policial, los juicios disciplinarios, las demandas judiciales y la inacción a la hora de abordar la complicidad institucional en el apartheid y el genocidio israelíes, como hemos visto en campus de toda Norteamérica. El otro camino sería que la universidad revelara, desinvirtiera y suspendiera los vínculos y se situara en el lado correcto de la historia. No se sabe qué camino elegirá la Universidad de Toronto.
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