«Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas.» Lola Rodríguez de Tió (1843-1924) Hoy, 23 de septiembre, cumple 136 años el grito de Lares. El grito de Lares se le adelantó al de Yara unos escasos días, «extraña coincidencia». Por ese motivo nos reunimos ayer en el edificio de la OSPAAAL. Esta […]
«Cuba y Puerto Rico son de un pájaro las dos alas.»
Lola Rodríguez de Tió (1843-1924)
Hoy, 23 de septiembre, cumple 136 años el grito de Lares. El grito de Lares se le adelantó al de Yara unos escasos días, «extraña coincidencia». Por ese motivo nos reunimos ayer en el edificio de la OSPAAAL. Esta organización de la verdadera «triple A» que hace por juntar en un mismo abrazo a estos tres continentes, los más sufridos, América, África y Asia. Siempre es hermoso ver en un mismo recinto tantos colores chispeantes, tanto vestido diferente, tantos matices del acento, pero sobre todas las cosas un mismo corazón encendido para hacer notar al universo, que sí tenemos historia , que sí tenemos cultura, que sí tenemos un derecho a sobrevivir. En esta mañana cálida del otoño cubano tuvimos la dicha de escuchar al compañero Julio Muriente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano. Un esplendido orador y un entusiasta de las causas del mundo.
De tal suerte que sus primeras palabras encendidas detrás de la hermosa bandera de Puerto Rico, no fueron para su patria. Esa bandera que es un espejo de color de la nuestra. Comenzó hablando de Haití y de su reciente desgracia. A Haití lo quieren exterminar por no ser de interés para la explotación. Quieren liquidar a ese pueblo bendito. Ese pueblo, que antes que nadie en América hizo la revolución, donde las ideas enciclopedistas de Francia fueron mejor escuchadas, donde nuestro Bolívar bebió profundamente las ideas de la libertad, mezcladas con justicia social.
En América ambas banderas -libertad y justicia- se fusionaron en una sola. Por eso, al margen de los catálogos europeos, Bolívar fue muchísimo más que un «demócráta burgués», como muchos piensan que lo califican. En Haití tomó forma el Libertador, mezclando su corazón con indios y negros. De Haití quizás haya nacido América.
Y dejamos morir a Haití sin consuelo.Ya no se trata de la explotación como nos contaba ayer el brillante geólogo Muriente. Quieren que desaparezca de las Antillas, bajo el estruendo de esta bomba de miseria que es mucho peor que la de hidrógeno.
Hasta Haití y sus hermanas de las Antillas mandó su misiva de amor y apoyo el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. ¿Quién sino? Uno de los mejores nietos de Bolívar (el de hijo, sin que nadie me lo tome a mal, se lo reservo en exclusiva a José Martí). Porque sí, como diría el compañero Moriente en la más sentida charla de este huracanado otoño, Venezuela le debe a Haití sus albores de libertad,. porque nuestras tierras tienen todo en común. Por esta razón el grito de Lares es el grito de Venezuela, el grito de Yara el grito de Dolores y todos los gritos juntos. Gritamos con el mismo dolor y la misma valentía, y sobre todo gritamos con esta misma sed de justicia.
Y no hay más amor comprometido que el que nació entre estas dos islas del Caribe. Estas dos que ocuparon la pluma de Martí al definir los propósitos del Partido Revolucionario Cubano. Partido de la independencia y Partido de clases. Sin dudas uno de los primeros partidos internacionales de la historia. El amor entre Cuba y Puerto Rico nace, como siempre, del propósito avasallador del enemigo, que lo único que logra hacer es que nos amemos y nos necesitemos más.
Cuentan que los taínos, los mismos nativos que vivían en Cuba, se tomaron en Puerto Rico muy en serio aquello que los españoles eran dioses o semidioses. Y que al no concebir que los emisarios del Cielo fuesen capaces de tanta violencia e injusticia volcaron a Salcedo, un importante representante de España en un rio por donde pretendía cruzar. Ya ahogado el buen señor, lo pusieron a secar a ver si de veras era un Dios. Todo terminó con la pestilencia de los simples restos mortales. Y eso es lo que debemos seguir haciendo. Volteando las imágenes importadas. Y revelando que tenemos los mismos litros de sangre roja, las mismas vértebras en la espalda y las mismas neuronas en el cerebro que cualquier conquistador.
Eugenio María Hostos, líder indiscutible de Puerto Rico, fue un miembro respetado del Ejército Libertador cubano. Yace en República Dominicana, hasta que la revolución de América lo traslade a Puerto Rico. Aunque pensándolo bien, todos los americanos tenemos nuestra cuna y nuestra tumba en América. Somos un solo pueblo. Adelantamos a Europa en eso. No necesitamos ni Comunidad Europea, ni euros… tan sólo la revolución. Betances sentenció: «querer ser libres es comenzar a serlo».
Pedro Albizu Campos también promovió la independencia. So pena que lo acusaran de la muerte de Truman. Toda la vida nos han acusado de conspirar contra los asesinos. En algún momento tendremos que cambiar las terminologías y las reglas del juego. Albizu Campos representó un destellar en Puerto Rico y en América. Han inventado la palabra terrorista para que el mundo desprecie la de revolucionario.
Y es Puerto Rico el más claro ejemplo de lo degradante que resulta el sistema capitalista: Puerto Rico fue colonia de una monarquía y sin trámite fue después colonia de una flamante república democrática que asombró al mundo con sus cantos de Libertad. Hubo de ser necesario inventar el Estado Libre Asociado (ELA) para mantener el barniz delgado de progreso. Pero la verdad es que los Estados Unidos de Norteamérica siendo una republica libre y venturosa fue dueña del pequeño Puerto Rico. Y quieren hacer de ese hermano pueblo una imagen de cómo debemos comportarnos los americanos si de verdad queremos progresar. Le dicen «desarrollistas» a los que invierten en ese país para dominar sus entrañas. Y se lo muestran no sólo a los de este continente, sino a los hermanos de África y de Asia.
Puerto Rico no tiene derecho a elegir un presidente, apenas un administrador, pues es un Estado más de aquella unión de Estados. En 1898 se decidió todo en París. El futuro de Puerto Rico lo determinaría el Congreso de Estados Unidos. Para variar, el ELA se funda el 25 de julio de 1952, ese mismo día de la invasión norteamericana en 1898 a ese país. Pero un año después… y un día, Fidel Castro echó por tierra todo vaticinio yanki en mi país. Puerto Rico deberá recordar el 26 de julio de 1953 como fecha de combate para su independencia mucho más que el 25 de julio de 1952.
Según nos contaba el compañero Muriente, la mayoría de los portorriqueños no logran mantener un diálogo en inglés de manera fluida: Y esto no es síntoma de incultura , es síndrome de supervivencia. ¡Ya aprenderán inglés mis hermanos de esa tierra como lo aprendemos los cubanos en los cursos de Universidad para Todos!, cuando triunfe su revolución! Lo aprenderán en ese instante donde el idioma no sea el calzo de su entrega a una potencia explotadora. En este momento la preservación del castellano es un recurso, es un arma para la lucha.
Puerto Rico es un ejemplo clásico de explotación. Nos describía Julio Muriente que los capitalistas que invierten en su país sacan de ganancia al año 25 000 millones de dólares. ¡Nada mías y nada menos que esta cifra!
Los revolucionarios del mundo podemos ver en Puerto Rico las pretensiones del imperialismo que nació de las ansias ilimitadas de poder del capitalismo. A eso quieren someternos: a ser países sin pasado. En Puerto Rico se celebrarán las elecciones en noviembre como establece la constitución norteamericana. Pero apenas como un estado más. Nunca como lo establece su pueblo.
Nadie imagine que mi Puerto Rico es un estado vendido. Vieques, su nena, una isla de menos de 130 km2 y poco menos de 10 000 habitantes, ha protagonizado la primera victoria contra las Fuerzas Armadas de Estados Unidos en el siglo XXI . Mientras se bombardeaba a Irak, el tercer mundo extendió una bandera de resistencia en Vieques.
Porque definitivamente Irak y Puerto Rico, hable uno árabe y el otro castellano o inglés sufren las mismas humillaciones. No hay elemento que hermane más que sufrir las mismas humillaciones. La prepotencia, el egoísmo y el impúdico comportamiento de Estados Unidos hacen de los pueblos portorriqueño e iraquí hermanos de lucha, que a saber, es la mejor hermandad que existe.
Más de mil soldados norteamericanos mueren en esa infeliz guerra de conquista. De ellos hay más de 20 hermanos de Puerto Rico, que se enrolaron en esa guerra por problemas económicos. Sí, porque los hijos de los que gobiernan a ese país a punta de estupidez, no van a la guerra. Los pobres, los indocumentados, constituyen el ejército de a pie de Estados Unidos. La guerra se puede entender también como un fenómeno de clases. Un buen día se abrazarían el pueblo iraquí y los soldados norteamericanos que no son más que los pobres de ese país que encuentran en la guerra una salida a su situación económica.
De esta manera vuelve a redondearse la Tierra. Este 23 de septiembre no sólo gritan los patriotas boricuas, grita, primero que nada Cuba, la otra ala del pájaro divino de Lola Rodríguez de Tió, grita América, pero sobre todo grita el mundo.
Por ese país al cual mi Apóstol dedicó sus más sentidas palabras está mi vida. Y la de mi pueblo.
Las palabras del compañero Muriente fueron el crisol de este nuevo faro que se abre para América y para el mundo.
La solución es muy fácil: volvamos a ahogar a Salcedo.