Cualquier ciudadano consciente del mundo sabe que el intento de Estados Unidos de extraditar al periodista Julian Assange de Inglaterra es una represalia por sus denuncias, a través de Wikileaks, de crímenes de guerra del ejército norteamericano. Los videos de los macabros asesinatos están publicados en Youtube. Por eso y por la presión internacional movilizada, no han logrado hasta ahora extraditarlo.
Algo similar está sucediendo en la República de Cabo Verde a pesar del silencio de los medios de comunicación. Alex Saab, Enviado Especial del gobierno de Venezuela, fue detenido el día 12 de junio de 2020, durante una escala técnica en el Aeropuerto Amilcar Cabral de Cabo Verde sin que existiese cualquier base legal o real para esta arbitrariedad. Los intentos posteriores para extraditarlo también han fracasado por la misma razón.
Es público que el gobierno de EE.UU. adopta medidas coercitivas unilaterales ilegales en contra de cualquier gobierno que desarrolle políticas independientes y soberanas. Dejando de lado la grotesca figura de Donald Trump, fue el amigable Barack Obama, en una entrevista de 2015, quien confesó, sin medias palabras: «Tenemos el Ejército más fuerte del mundo y en ocasiones tenemos que torcer el brazo a los países si no quieren hacer lo que queremos a través de métodos económicos, diplomáticos y a veces militares».
En la extensa lista de países que EE.UU. intenta dominar, está Cuba. Su eterna obsesión. Incluye hasta su misma aliada Alemania, sancionada por la construcción del gasoducto Nord Stream 2 con Rusia, lo que le garantizará el suministro de gas de manera segura y barata. Pero es Venezuela, su más nueva obsesión, el blanco principal de la injusticia que se está produciendo en tierras africanas.
Las sanciones criminales que Venezuela viene enfrentando fueron anunciadas en las declaraciones dadas en 2018 por William Brownfield, embajador de EE.UU. en la época del golpe de Estado contra el presidente Chávez en 2002, cuando afirmó que para acabar con el gobierno bolivariano, » …la mejor solución sería acelerar el colapso, aunque produzca un período de sufrimiento mayor, por un período de meses o quizás años».
Las agresiones contra Venezuela comenzaron desde la llegada del Comandante Chávez al poder en 1998, pero aumentaron en intensidad a partir de una orden ejecutiva firmada en 2015 por Obama. Sin armas nucleares, ni nada que se parezca, Venezuela fue declarada «una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de Estados Unidos».
El sufrimiento que el pueblo venezolano viene padeciendo por causa del bloqueo fue expuesto por la Relatora Especial de la ONU Sobre Medidas Coercitivas Unilaterales y Los Derechos Humanos, Alena Douhan. Después de su visita a Venezuela en febrero de 2021, se vio en el deber ético pedir a los EE.UU., a la Unión Europea y otros estados que retirasen las sanciones contra el país dado el «efecto devastador» que estaban causando. Entre otras cuestiones, el informe revela que «Los impedimentos a la importación de alimentos que representan más del 50% del consumo de alimentos, han provocado el crecimiento sostenido de la desnutrición en los últimos 6 años».
Para enfrentar los sufrimientos del pueblo venezolano, su gobierno bolivariano ha tomado varias iniciativas para romper el bloqueo. El Enviado Especial Alex Saab participaba de una de ellas cuando fue detenido por la Interpol en Cabo Verde, en un operativo claramente articulado por los servicios de inteligencia estadounidenses. Se dirigía hacia la República Islámica de Irán en misión humanitaria para adquirir alimentos, combustibles, medicinas y equipos médicos necesarios en Venezuela para enfrentar la pandemia del Covid-19.
Para que esta prisión fuese legal, debería existir un Código Rojo en Interpol contra Alex Saab y que estuviese vigente. Como no existía tal código y era flagrante la ilegalidad de la detención, al día siguiente (13 de junio), como por arte de magia, apareció una orden de captura contra Alex Saab solicitada por Estados Unidos. En el mismo día la Cancillería venezolana emitió su primera nota de protesta, denunciando el hecho y el agravante: se ignoró la inmunidad diplomática que se le concede a un Enviado Especial de cualquier gobierno soberano.
En la segunda nota de protesta de Venezuela (09/08/2020) fue incluida la denuncia que el canciller Jorge Arreaza, hizo ante la Unión Africana y el gobierno de Cabo Verde por las torturas sufridas por Alex Saab desde que fue detenido. A través de Twitter, @jaarreaza afirmó se trataba de «una clara violación de sus derechos humanos» e hizo hincapié en que «todo ha sido constatado por sus abogados», un equipo de defensa dirigido por el nigeriano Femi Falana, experto en derechos humanos y ex presidente del Colegio de Abogados de África Occidental. De repente, un país soberano como Cabo Verde, con una admirable historia de luchas y que reivindica el respeto a las normas y procedimientos democráticos, se ve arrastrado por presiones extranjeras para actuar con prácticas que están fuera del derecho internacional. Las circunstancias recuerdan el modus operandi de la Prisión de Guantánamo, esa perla de la violación sistemática de los derechos humanos construida por EE.UU. en territorio ocupado de Cuba.
Intimidados por la presión norteamericana, las autoridades caboverdianas se habían negado hasta septiembre de 2020, entre otras cosas, que se le permitiese a Alex Saab «la visita inmediata de un médico forense «, como lo había exigido el Canciller de Venezuela.
Mientras Alex Saab permanece preso en las peores condiciones, los medios comprometidos con esta infamia, lanza noticias falsas y mentiras recalentadas. Retomaron viejas acusaciones contra Alex Saab nunca comprobadas para presentarlo como un personaje perverso, un “testaferro del régimen” que estaría encubriendo «actos de corrupción» del gobierno venezolano. Todo esto acompañado de narrativas propias de las películas de espías de los tiempos de la Guerra Fría, donde en nombre de su concepto de “libertad”, Los EE.UU. cometen las mayores atrocidades. Calumnias construidas por unos medios de comunicación que ya sustentaron en el 2002 el relato falso de la «existencia de armas de destrucción masiva» para justificar la invasión genocida de Irak.
En dos notas posteriores (11 y 24 de diciembre de 2020), la Cancillería venezolana exhortó al gobierno caboverdiano a acatar la orden «de inmediato cumplimiento» del Tribunal Comunitario de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), del cual la República de Cabo Verde es integrante pleno y activo. Esta orden contiene una serie de medidas relativas a la salud del ciudadano venezolano Alex Saab y otras que le dan un acceso sin restricciones a su familia, a los informes médicos y acompañamiento consular completo. Fue aprobada por unanimidad, incluido el voto favorable de la Honorable Jueza caboverdiana, Januária Tavares Silva Moreira Costa, detalle que revela las flagrantes arbitrariedades contra Alex Saab. Aunque fue emitida el 2 de diciembre de 2020, el gobierno se ha negado a cumplirla hasta el momento.
Recientemente (1º de marzo de 2021), la Asociación de Abogados de África (AFBA), a través de su Presidente, Sr. Hannibal Uwaifo, hizo un pedido público para que el gobierno de Cabo Verde libere de forma inmediata al diplomático venezolano Alex Saab. En nota de la Cancillería (5 de marzo de 2021), Venezuela se sumó a este pedido.
Estos son los hechos que hasta la fecha resumen las injusticias vividas por Alex Saab. En ellos se percibe el mismo proceso kafkiano que enfrenta Julian Assange. Cuando las condiciones no permiten a EE.UU. destruir a sus adversarios por la violencia pura y directa, aplican todos los modos posibles de la guerra de desgaste, buscando la destrucción moral y espiritual de los individuos y pueblos que se atreven a enfrentarlos. Por eso toda la solidaridad a Alex Saab y su familia es importante.
Cuando las autoridades caboverdianas aceptan convertirse en cómplices de esta agresión de EE.UU. contra un representante del pueblo hermano de Venezuela, están irrespetando la memoria de aquellos que dieron sus vidas por la justicia y la independencia de Cabo Verde, pero sobretodo, convierten en letra muerta el pensamiento antiimperialista de su gran héroe nacional, que le da el nombre al aeropuerto donde fue detenido Alex Saab, Amilcar Cabral: “Nuestra lucha no es solo contra el colonialismo portugués, queremos en el marco de nuestra lucha, contribuir de manera más efectiva para terminar para siempre, con la dominación extranjera en nuestro continente” .
Las mujeres y los hombres identificados con las causas de los pueblos que luchan por Justicia, Paz, Independencia y Soberanía, están convocados a sumarse a esta campaña por la liberación del venezolano Alex Saab. Defender a quien defiende con dignidad la Patria de Bolívar es una invitación para que todas y todos defiendan sus países con la misma dignidad. El gobierno de #CaboVerde debe abandonar su subordinación y complicidad con EEUU. Escribamos al presidente José Carlos Fonseca @PresidenciaCV y al primer ministro de Cabo Verde José Ulisses Correia@pm_ucs para que corrijan cuánto antes, esa mancha que ofende la identidad, la dignidad y el orgullo nacional de los caboverdianos.
#LiberdadeParaAlexSaab
#LibertadParaAlexSaab
#FreeAlexSaab
Anisio Pires, sociólogo venezolano, (UFRGS/Brasil), profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV).
@AnisioVenezuela
Publicado originalmente en português: