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FSE en Londres

Avances y dificultades de un proceso de coordinación de resistencias

Fuentes: Revolta Global

El 3r Foro Social Europeo (FSE) celebrado en Londres, del 15 al 17 de octubre, ha dejado tras sí logros y límites, defensores y detractores, que reflejan el complejo escenario de movimientos sociales ingleses (sus dinámicas, tensiones, poca experiencia en campañas unitarias…) y a nivel internacional la dificultad de lograr amplios consensos y fechas unitarias […]

El 3r Foro Social Europeo (FSE) celebrado en Londres, del 15 al 17 de octubre, ha dejado tras sí logros y límites, defensores y detractores, que reflejan el complejo escenario de movimientos sociales ingleses (sus dinámicas, tensiones, poca experiencia en campañas unitarias…) y a nivel internacional la dificultad de lograr amplios consensos y fechas unitarias de movilización en un movimiento de movimientos que engloba a un gran abanico de colectivos.

Pero a pesar de las críticas, lo que no se le puede negar al FSE es su gran capacidad de atracción, de erigirse como altavoz de los que reivindican «otro mundo posible» y como espacio para la interacción de colectivos de mujeres; contra el racismo; para la abolición de la deuda externa; de sindicatos; del movimiento antiguerra… que permite la coordinación de campañas a escala europea y global.

Unas 25 mil personas de 70 países diferentes han participado en esta 3a edición del FSE, a pesar que esta cifra, comparativamente, es inferior a los 50 mil participantes del Foro de París o a los 50 mil de Florencia, según sus organizadores se trata de un muy buen resultado, sobretodo si añadimos a ella las 70 mil personas que participaron en la manifestación contra la guerra en Irak que puso punto final al FSE.

El Alexandra Palace, en el norte de Londres, y el barrio de Bloomsbury acogieron la mayoría de actividades. Más de 500 conferencias, seminarios y talleres tuvieron lugar en los tres días de Foro. Militantes e intelectuales conocidos como Walden Bello, John Holloway, Susan George, Eric Toussaint, Ken Loach… participaron en varias mesas con otros compañeros del movimiento menos conocidos. Y digo compañeros porqué el número de mujeres fue tan escaso como es habitual, a pesar del esfuerzo que dice hacer el comité organizador para incorporar más mujeres a los diálogos. Una cierta mejora se ha dado en relación al número de conferenciantes, y este año se ha reducido a una cifra más racional que el año pasado cuando en algunas mesas se llegaron a sumar hasta diez ponentes.

En esta edición, la mayoría de debates se centraron en tres ejes: la guerra y la ocupación en Irak y Palestina; las crecientes medidas neoliberales adoptadas por los gobiernos de la Unión Europea y la aprobación de la próxima Constitución Europea; y los derechos de los inmigrantes. También es importante destacar debates concretos sobre perspectivas y estrategias como alguno que reunió entre sus ponentes a John Holloway, Fausto Bertinotti, Hilary Wainwright y Phil Hearse en un debate sobre la necesidad o no de tomar el poder para cambiar el mundo; u otro que puso en una misma mesa George Galloway; Susan George y Jonathan Neale en el debate sobre qué mundo queremos más allá del capitalismo.

A nivel logístico, la concentración del Foro en sólo dos espacios, el Alexandra Palace y el barrio de Bloomsbury, permitió crear un sentimiento «foro» importante, sentirse partícipe de un evento aglutinador, anticapitalista, de las resistencias y con el objetivo de encontrar alternativas. A diferencia del año anterior en París, cuando la dispersión de las actividades celebradas en espacios muy alejados los unos de los otros fue una de las críticas predominantes. Falló, en cambio, la cuestión del alojamiento, cuando a pesar de haberse anunciado acogida gratuita los participantes tuvieron que pagar diez libras para el alojamiento, y el lugar establecido para dormir era el Millenium Domme, una obra faraónica impulsada por Tony Blair para despedir el milenio, con una filosofía totalmente opuesta a la del Foro.

A parte del FSE se celebraron iniciativas alternativas entre las que cabe destacar el espacio Beyond the ESF, promovido por los llamados wombles; el European Forum on Communication, donde se alojaba el centro de Indymedia; y el espacio de creatividad social y cultural The RampART; entre otros. Las tensiones entre estos espacios y el FSE fueron constantes en la definición y preparación del Foro en Londres, del mismo modo que se dieron en el si del comité organizador. La poca experiencia en campañas amplias y unitarias se notó en todo el proceso. La participación de la alcaldía de Londres con Ken Livingstone, su alcalde, a la cabeza fue también motivo de crítica por distintos sectores.

En las actividades del Foro, la tensión llegó a su punto álgido el sábado, 16 de octubre, cuando varios participantes en los espacios autónomos llegaron al Alexandra Palace y ocuparon una de las salas plenarias interrumpiendo la conferencia que se estaba llevando a cabo, en la que inicialmente tenía que participar Ken Livingstone, que finalmente canceló su asistencia. El objetivo de la ocupación era denunciar el papel del alcalde en la organización del FSE y las formas y los métodos utilizados, que habían generado un malestar importante entre algunos sectores del movimiento. Las detenciones del mismo día tras la ocupación y las que se llevaron a cabo el día siguiente no hicieron nada más que incrementar la tensión y las críticas hacia Livingstone y hacia determinados sectores del comité organizador inglés del FSE.

Asamblea de Movimientos Sociales La Asamblea de Movimientos Sociales, celebrada el último día del Foro, permitió la aprobación de un calendario común de movilización a escala europea. La situación de impase que vive el movimiento después de las grandes protestas contra la guerra del 2003, la necesidad de reaccionar contundentemente a la ocupación en Irak y Palestina y ser determinantes en la política internacional se hicieron evidentes en la preparación de la Asamblea. A la vez que la inminente aprobación del Tratado de Constitución Europea y la reacción que está generando en el movimiento, con sectores militantes opuestos al Tratado mientras que la Confederación Europea de Sindicatos (CES) defiende un sí crítico, generó tensiones importantes. Cabe señalar que la ampliación del proceso, la diversidad de los movimientos, los distintos puntos de vista nacionales dificultan la toma de decisiones y el llegar a determinados consensos. En este sentido, en diciembre se ha planteado una asamblea de reflexión sobre e l futuro del FSE que ha de permitir valorar los límites y los retos que afronta el movimiento y la necesidad de avanzar hacia un proceso amplio, radical, unitario y democrático.

Finalmente, se aprobó una fecha de movilización global: el 19 de marzo, contra la guerra y contra la Europa neoliberal. Este día se convoca a una manifestación unitaria en Bruselas, con motivo de la cumbre de jefes de estado de la Unión los días 22 y 23 de marzo en la capital belga. A la vez que en ocasión del primer aniversario del inicio de la guerra en Irak, el 20 de marzo, y sumándose a la llamada a la acción del movimiento antiguerra en EEUU para esta fecha, las protestas también se centrarán en la denuncia de la ocupación de Irak. A parte de esta cita, el movimiento antiguerra tiene otras dos fechas importantes de movilización, del 9 al 16 de noviembre, semana declarada de acción global contra el muro del apartheid en Palestina y el 10 de diciembre que, coincidiendo con el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU, se hace un llamamiento a acciones contra la guerra. Ambas fechas fueron ratificadas en Londres, después de ser aprobadas en la reunión internacional del movimiento antiguerra en septiembre en Beirut. Las redes contra el racismo y a favor de los derechos de los inmigrantes escogieron el 2 de abril como día de movilización global para reivindicar la libertad de movimiento, como alternativa a la Europa fortaleza. Los grupos de mujeres aprobaron un día de acción contra la violencia de genero, el 25 de noviembre, y convocaron a movilizaciones el 8 de marzo, día internacional de la mujer trabajadora. Por otro lado, la Marcha Mundial de Mujeres hizo un llamado a un encuentro internacional en Marsella los días 27 y 28 de mayo. A pesar de las numerosas convocatorias feministas, la Asamblea de Mujeres, que se llevó a cabo el primer día del Foro, contó con una muy baja participación y tuvo un protagonismo inferior que en la edición pasada. Esto pone en evidencia la necesidad de fortalecer las redes y los grupos feministas e incorporar a estas una nueva generación militante de mujeres.

La manifestación de clausura contra la guerra, el neoliberalismo y el racismo convocó en el centro de Londres a unas 70 mil personas. Las recientes declaraciones de Tony Blair para reforzar la presencia militar británica en los alrededores de Falluja, con el objetivo de apoyar a las tropas americanas en el cerco a la ciudad, encendió aún más los ánimos. Las consignas y las pancartas exigiendo a George W. Bush y Tony Blair la retirada de las tropas fueron las más coreadas, sólo a dos semanas de las elecciones en EEUU.

Desde el Estado español se contó con una amplia participación, llegando a ser una de las delegaciones más numerosas. Desde Cataluña, la Xarxa de Mobilització Global coordinó la participación de unas 700 personas, mayoritariamente universitarios, y lo mismo hizo la Red Global, desde Madrid, con la coordinación de unas 250 personas.

Publicado en Revolta Global nº 10
www.revoltaglobal.net