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Ecos de la cumbre de Viena

Baja la presión en la lucha por el gas

Fuentes: APM

Luiz Inacio Lula Da Silva y Evo Morales mostraron una actitud más conciliadora y le bajaron la temperatura a la relación bilateral. En tanto, medios norteamericanos hicieron su aporte para embarrar la cancha. El presidente de Bolivia, Evo Morales, mantuvo una reunión con su par brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva en la Cumbre de […]

Luiz Inacio Lula Da Silva y Evo Morales mostraron una actitud más conciliadora y le bajaron la temperatura a la relación bilateral. En tanto, medios norteamericanos hicieron su aporte para embarrar la cancha.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, mantuvo una reunión con su par brasileño Luiz Inacio Lula Da Silva en la Cumbre de Viena (Unión Europea- América Latina y Caribe). En el encuentro acordaron mantener el diálogo hacia la nacionalización de los hidrocarburos y negociar los precios del gas boliviano que va a ese país «sin imposiciones».
Pero algunos medios estadounidenses le imprimieron un carácter más categórico a las declaraciones de presidente carioca. «En la reunión que ambos tuvieron el sábado en Viena, Lula Da Silva dijo que su gobierno no vivirá bajo amenazas en relación a los suministros de gas natural de Bolivia», según el despacho digital del Nuevo Herald.
El medio anglosajón también aseguró que el Líder del Partido de los Trabajadores (PT) le explicó a Morales que «estoy pagando un precio alto. No peleé con George W. Bush, no peleé con nadie y no voy a pelear con Usted. Pero no quiero tener una espada sobre mi cabeza».
Así, el Nuevo Herald estaría mostrando un Da Silva duro con su par boliviano y débil frente a la oligarquía industrial de San Pablo, la cual depende casi con exclusividad del gas del país vecino. Sin embargo, otras fuentes alimentaron el circuito informativo con declaraciones más moderadas.
«Como países vecinos, somos países aliados. Estamos siendo víctimas de algunos medios de comunicación que buscan enfrentarnos. No van a poder», afirmó Morales, al salir de la reunión.
El Jefe de Estado brasileño calificó como «mucho humo y poco fuego» la controversia disparada entre ambos países luego de las declaraciones que hizo Morales sobre que Petrobras trabajaría ilegalmente en Bolivia y que no sería bienvenida al Gasoducto del Sur, según la agencia del Estado brasileño Radiobrass.
«La relación energética de ambos países se manejará dentro de una negociación y respetando los documentos firmados», señaló el canciller brasileño Celso Amorín, en referencia al acuerdo firmado el miércoles en Bolivia, donde ambos gobiernos acordaron conformar equipos técnicos para negociar el cómo se ejecutará el proceso de la nacionalización y la negociación de los precios del gas.
Los representantes brasileños dejaron establecido, en su visita a Bolivia, que aceptan la nacionalización del gas, pero también acordaron negociar las condiciones en las que operará su empresa semi-estatal.
«Hoy no entramos en la discusión específica sobre cómo será la solución de cada tema, lo que sí se dejó claro es que todos los temas serán discutidos, con negociación, con diálogo, sin imposición, sin unilateralismo y con base en los documentos firmados», sostuvo el canciller, quien por estos momentos se convirtió en le hombre más fuerte del gabinete de Lula Da Silva.
En tanto, Morales dijo que los precios del gas deben ser tomados en cuenta racionalmente para que beneficien a Brasil y Bolivia, ya que «tenemos mucho interés en aumentar los volúmenes de exportación a Brasil y a otros países, y también es importante el tema del precio, pero eso está en manos de la comisión técnica».
Otro tema de negociación entre los mandatarios fue el traspaso de las refinerías de Petrobras al Estado boliviano, medida impuesta por el decreto de nacionalización petrolera y por las que el presidente de YPFB (Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos), Jorge Alvarado, sostuvo que se pagará un «precio justo».