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Balance crítico de la presidencia de India del G20

Fuentes: Rebelión

El pasado 30 de noviembre de 2023, la presidencia de India del G20, grupo que reúne a 20 de las economías más grandes del mundo con el fin de buscar soluciones para las problemáticas internacionales actuales, concluyó tras un año complicado en el cuál las relaciones internacionales se tensaron una vez más.

El primer ministro de la India, Narendra Modi, cedió la presidencia del grupo a Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, en un momento crítico para la historia humana, dónde eventos cómo el estallido del conflicto entre Israel y Palestina y la persistencia de la guerra en Ucrania amenazan constantemente la seguridad global. Por lo anterior, resulta necesario hacer un balance en torno al desempeño de Modi durante su presidencia del G20, así cómo una evaluación de las contribuciones que este realizó para la resolución de los problemas que el mundo enfrenta actualmente. 

La India que recibió la presidencia del G20

Cuando Modi anunció que India asumiría la presidencia del G20 a partir del 1 de diciembre de 2022, la situación del país era complicada por diversos motivos. India había sido uno de los países más afectados por la pandemia de Covid 19 iniciada en China a finales de 2019, presentando una notable escasez de recursos y espacios para atender los contagios, además de un número de fallecimientos abrumador. Tan sólo a mediados del año 2021, India se convirtió en el primer país en superar los 400,000 contagios nuevos, además de alcanzar la terrible cifra de 3,689 muertos en 24 horas, según indicó la BBC News en su nota del 2 de mayo de 2021, Coronavirus en India: un nuevo récord de muertes en el país epicentro mundial de la pandemia.

Así mismo, los problemas ambientales y sociales que el país lleva años enfrentando no ayudaban a presentar una imagen positiva de la India ante los mandatarios del G20 a los que Modi recibiría en menos de un año. La contaminación desmedida, los elevados índices de pobreza, la constante violencia hacía las mujeres y el ambiente de discriminación hacía minorias etnicas y religiosas propiciado por las ideas nacionalistas del BJP, partido al que pertenece Modi, representaban una serie de problemas que no se correspondían con la imagen del país exitoso y desarrollado que el primer ministro de entonces 72 años bsucaba proyectar al mundo. 

Los preparativos para la cumbre y las prioridades de Modi

Las medidas que Modi tomó para recibir a los jefes de estado que asistirían a la cumbre en Nueva Delhi, la ciudad más poblada del país, pusieron en evidencia que para el primer ministro lo más importante era conservar las apariencias, sin importar cuáles fueran los medios para conseguirlo. En un intento por ocultar las precarias condiciones en que vive gran parte de la población de Nueva Delhi, así cómo de toda la India ante los mandatarios del G20, Modi ordenó la demolición de múltiples viviendas en barrios pobres de la capital. El costo de dicha acción fueron casi 300,000 personas desplazadas y al menos 25 barrios destruidos y reconvertidos en espacios más agradables para la vista de los visitantes extranjeros. Khushboo Devi, madre de tres hijos y una de las muchas afectadas por estás demoliciones, comentó al respecto: 

«Llevamos viviendo aquí entre 25 y 30 años. ¿Adónde vamos a ir ahora que nuestras casas están siendo demolidas de manera repentina? No tenemos instalaciones ni un lugar donde vivir, nos hemos quedado sin hogar y estamos en la carretera. Espero que las autoridades enfermen y mueran y sean maldecidas por los pobres”.

No conforme con esto, Modi también prohibió tajantemente la distribución del documental de la BBC India: The Modi Question, el cuál fue lanzado en enero de 2023 y acusaba a Modi de permitir los incidentes de violencia contra grupos musulmanes que tuvieron lugar en el distrito de Gujarat en 2002, además de sugerir que el incidente pudo haberse tratado de una limpieza étnica. Aunado a esto, las autoridades fiscales de la India allanaron las oficinas de la BBC de manera injustificada, en un acto que fue calificado cómo un intento de censura y represión por diversos medios y organizaciones como Reporteros Sin Fronteras, organización internacional enfocada en la defensa de la libertad de prensa la cuál declaró en un comunicado que:

«Estas redadas tienen toda la apariencia de una represalia contra la BBC por publicar un documental crítico con el primer ministro Narendra Modi hace tres semanas. Han llegado en un momento en el que los medios independientes están siendo cada vez más perseguidos y en el que el pluralismo se está reduciendo en la India debido a una mayor concentración de los medios».

El papel desempeñado durante la cumbre

Durante la décimo octava cumbre de jefes de estado del G20 que tuvo lugar los días 9 y 10 de septiembre del presente año, Modi desempeñó un papel de mediador entre las distintas fuerzas políticas que se vieron encontradas por sus intereses divergentes. Fue gracias a esto que la cumbre consiguió un logró sin precedentes: emitir una declaración oficial en la cuál todos los participantes, incluidos Rusia y Estados Unidos, condenaron las agresiones a la soberanía de Ucrania, aunque sin señalar explícitamente al perpetrador de dichos agravios. 

Esta declaración representó un avance importante a nivel diplomático en torno al tema de la guerra en Ucrania, pues tanto Vladimir Putin como los dirigentes aliados de Volodimir Zelensky llegaron a una postura que representaba un punto medio entre las visiones de ambos. Sin embargo, esta acción no podría estar más lejos de ser un acto desinteresado y altruista por parte de Narendra Modi y nuevamente sus intereses personales resultaron ser el principal motor detrás de sus acciones, pues el mantener una relación de cooperación con Estados Unidos y con Rusia resulta beneficioso para el mamdatario indio por diversos motivos. 

En primera instancia, las relaciones de la India con Rusia han sido muy estrechas en el terreno económico y militar desde hace varios años. En diciembre de 2021, Putin y Modi se reunieron para firmar una serie de acuerdos de cooperación en el ámbito técnico-militar para el periodo comprendido entre 2021 y 2031, siendo este solamente el más reciente de los muchos acuerdos militares que ambas potencias han establecido.

Así mismo, India se ha mantenido desde el inicio de la guerra en Ucrania como uno de los principales compradores de petróleo ruso, resultando en un importante aliado para el país gobernado por Vladimir Putin en un momento dónde varios de sus principales compradores se rehúsan a seguir adquiriendo su petróleo a manera de apoyo a Ucrania. Tan sólo en marzo de este año, el viceprimer ministro ruso Alexandr Novak declaró que las exportaciones de petróleo a India aumentaron 22 veces en el año 2022, situación que una vez más pone en evidencia la estrecha relación económica entre ambos países. 

Sin embargo, la relación de India con Estados Unidos no ha sido menos notable. El 23 de junio de este año, Modi se reunió con el presidente estadounidense Joe Biden en la Casa Blanca, para tener una conversación en torno a diversos temas de importancia para ambos, cómo los planes conjuntos para luchar contra el cambio climático, la cooperación en pro de avances tecnológicos o la relación económica que ambos países sostienen. Además, en tiempos recientes las dos naciones establecieron un acuerdo con vigencia de cinco años para llevar a cabo la reparación de barcos estadounidenses en territorio indio, por medio del cuál ambas potencias se verán sumamente beneficiadas. 

Por otro lado, durante la cumbre Modi también presentó una serie de propuestas para el desarrollo sustentable y la lucha contra el cambio climático, como la Alianza Global de Biocombustibles, una iniciativa conjunta con Estados Unidos, Italia, Sudáfrica, Brasil, Bangladesh, Emiratos Árabes, Mauricio, Singapur y Canadá que tiene como objetivo promover el uso de combustibles verdes y de esta forma reducir el impacto ambiental. 

Sin embargo, la flata de coherencia entre las preocupaciones que Modi manifestó en el G20 y el estado en que se encuentra su país quedó en evidencia unos meses después cuando Nueva Delhi se vio sumergida en una grave crisis ambiental que llevó al cierre temporal de escuelas y a la restricción del uso de carreteras, en un intento por reducir los altos niveles de contaminación atmosférica. El 9 de noviembre, exactamente dos meses después de las propuesta de Modi, Nueva Delhi alcanzó indices de contaminación 80 veces superiores a los permitidos por la OMS, los cuales representan un riesgo enorme para la salud de los ciudadanos y constituyen un problema muy serio que el gobierno no ha atendido correctamente.

Aunado a esto, no podemos dejar de lado que las propuestas de Modi, aún siendo amigables con el medio ambiente, siguen siendo parte de su proyecto neoliberal que busca posicionar a la India cómo una gran potencia económica y tecnológica, el cuál durante los últimos años le ha permitido ganar la aprobación y el apoyo internacional pero también ha contribuido a perpetuar la desigualdad y la pobreza entre un sector importante de la población de su país. 

La India que entrega la presidencia del G20 a Brasil

Tras finalizada la cumbre, y en contra de lo que Narendra Modi trató de proyectar al mundo, India se encuentra en un estado tan crítico como en el momento en que recibió la presidencia del G20. El primer ministro trató de vender al mundo una imagen maquillada de la India, dónde los problemas sociales, ambientales y políticos no tenían cabida. Sin embargo, tras ceder la presidencia a Brasil, el actual país más poblado de mundo sigue siendo un ejemplo de desigualdad social y de precariedad en las condiciones de vida de muchos de sus habitantes, todo a raíz de un gobierno ineficiente que durante el último año centró su atención en impresionar a los miembros del G20 y en reforzar su proyecto neoliberal en vez de trabajar por aquellos que verdaderamente hacen grande a tan importante nación: el pueblo. 

Rubén Tristán Blancas Vázquez es estudiante de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México y miembro del Observatorio del G20, proyecto coordinado de por Doctor Alberto Betancourt Posada. 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.