
Hice un curso de lectura rápida y leí La guerra y la paz en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia (Woody Allen)
Hice un curso de lectura rápida y leí La guerra y la paz en veinte minutos. Creo que decía algo de Rusia (Woody Allen)
Es imposible que alguien en pleno juicio y con un elemental sentido de humanidad pueda pensar que no exista el bloqueo económico, financiero y comercial que durante más de 60 años Estados Unidos ha mantenido y reforzado contra Cuba. Los datos y hechos son abrumadores.
La caída de la Primera Ministra conservadora Liz Truss constituye un dato político de enorme relevancia que debe ser observado con atención en nuestro país: una sucesora y admiradora de Margaret Thatcher duró unas pocas semanas en su cargo. Su principal medida consistió en un intento de rebajar —aún más— los impuestos a los ricos, con la archifracasada teoría de que eso promovería una expansión de la economía británica. Se eliminaba, por ejemplo, la categoría de ingresos —altísimos— que tienen que tributar en el Reino Unido una tasa del 45 % en impuestos anuales.
El sector informal solo recibió 4 % de los fondos desembolsados para paliar los efectos de la pandemia de covid, a pesar de que el sector cuenta con más de 2000 millones de trabajadores, muchos de los cuales son mujeres.
SÍDNEY / KUALA LUMPUR – Preocupados por mejorar su propia credibilidad y reputación, los grandes bancos centrales están llevando de nuevo a la economía mundial a la recesión, a las turbulencias financieras y a las crisis de deuda.
Lizz Truss era la más entusiasta atlantista del Gabinete de Johnson, tal vez por eso su selección como Primera Ministra del Reino Unido. La aparición de Lizz Truss en el nº 10 de Downing Street fue un hecho fugaz. El más breve de la historia inglesa.
Ucrania se convirtió en dos principales vertientes para Estados Unidos y Europa Occidental: punta de lanza para tratar de destruir a la Federación Rusa y en campo de prueba para probar todo tipo de armamentos que recibe (en parte operados por especialistas de la OTAN) y cuyo costo Kiev deberá pagar en un futuro.