
Cuando leas sobre una revolución de colores, pregúntate a quien beneficia
Cuando leas sobre una revolución de colores, pregúntate a quien beneficia
La globalización feliz (para el capital) pertenece a un pasado ya lejano. Le ha sucedido la crisis de la desglobalización, abriendo un espacio a los conflictos geopolíticos entre Estados y a retrocesos proteccionistas parciales.
Las primeras medidas adoptadas por Donald Trump, envueltas en toda una parafernalia teatral y pretendidamente solemne, una presentación jaleada por veinte mil seguidores y con el magnate sumido en una actitud displicente e imperial, deja mucha inquietud en el aire. Varios factores son destacables.
En respuesta a los comentarios sobre el anuncio de Panamá de que se retirará del Acuerdo de Cooperación de la Franja y la Ruta con China, cosa que era muy conveniente para modernizar esa importante ruta marítima, China cree que no es una decisión libre.
Las empresas estatales chinas son algunas de las compañías más grandes del mundo y representan casi una quinta parte de las compañías de la lista Fortune 500
La “internacional reaccionaria” encabezada por el multimillonario le cuesta caro a Tesla, con caídas del 60% en Alemania o Francia y hasta del 75% en España