Nuestra anterior crónica estaba dedicada al la guerra en Líbano, situado en una región que constituye un nudo estratégico mundial. La región Indo-Pacífico constituye, sin lugar a dudas, un segundo nudo estratégico mundial.
Indo-Pacífico es el nombre de la zona geográfica que se extiende desde el océano Pacífico al océano Índico. Es una de las vías comerciales más importantes del planeta y alberga las principales reservas del crecimiento mundial. Así, por ejemplo, las previsiones apuntan a que para 2030 la zona Indo-Pacífico representará casi el 60% del producto interior bruto mundial.
Desde la presidencia de Donald Trump la idea de Indo-Pacifico se asocia explícitamente a la estrategia denominada China containment o contención de China, y para lograrlo Estados Unidos se basa en el Diálogo de Seguridad Cuadrilaeral (QUAD, como se conoce en inglés) que reúne a Estados Unidos, Japón Australia e India, e incluye acuerdos estratégicos y ejercicios militares conjuntos.
Un documento del Ministerio de Asuntos Exteriores francés presentaba de la siguiente manera en febrero de 2022 lo que hay en juego en esta región: «El Indo-Pacífico se impone cada vez más como el espacio estratégico del siglo XXI. El aumento del poder de China ha trastocado los equilibrios tradicionales. Aunque persisten varias amenazas (proliferación nuclear, crimen organizado transnacional, terrorismo yijadista, piratería, pesca ilegal…), la rivalidad chino-estadounidense se intensifica y genera nuevas tensiones».
Militarización del Pacífico
El pasado mes de abril Estados Unidos logró cerrar un
acuerdo con Filipinas para desplegar un nuevo sistema de misiles de
medio alcance llamado «Tifón», capaz de lanzar misiles crucero
Tomahawk y misiles antibalas SM 66. La inmediata instalación del
Tifón en el norte de Filipinas, concretamente en la isla de Luzón,
indica claramente los objetivos potenciales de estas armas, puesto
que esta isla está situada a unos 320 kilómetros de Taiwán.
Al hablar de esta instalación el Estado Mayor estadounidense explicaba en un comunicado que «el despliegue del sistema Tifón en Filipinas es un hito importante que demuestra el aumento de la interoperabilidad, de la preparación y la capacidad de defensa en coordinación con las fuerzas armadas filipinas».
A pesar de las reacciones negativas de China y Rusia, que denuncian el aumento del peligro de guerra que suponen estos misiles, el consejero de seguridad nacional filipino Eduardo Año anunció el 20 de septiembre [de 2024] que el gobierno filipino preveía que la presencia de estas armas en su territorio tuviera una duración ilimitada: «El sistema de misiles Typhoon se ha instalado de forma permanente en Filipinas. No hay ningún calendario para su retirada, puesto que necesitamos estas instalaciones con fines de adiestramiento».
Esta decisión convierte a Filipinas en uno de los actores clave de la estrategia de contención de China, es decir, de aislar y cercar a ese país. Recordemos que en 1961 Estados Unidos estuvo a punto de sumir al mundo en un conflicto nuclear al considerar que la instalación de misiles soviéticos en Cuba amenazaba su seguridad. Recordemos también que la distancia entre Cuba y Estados Unidos es la misma que la distancia entre China y Filipinas… No hay duda de que el doble rasero es habitual en Washington.
Unas reacciones lógicas esperables
Como era previsible, la reacción de China y de Rusia no se ha hecho esperar: el 20 de septiembre [de 2024] el viceministro de Asuntos Exteriores ruso Sergueï Ryabkov declaró en una rueda de prensa: «Si no se trasladan de Filipinas a Estados Unidos los misiles estadounidenses de medio y corto alcance, Rusia tomará todas las medidas militares necesarias para contrarrestarlos […] Tomaremos todas las decisiones necesarias en base a la evaluación de la situación y al análisis de los expertos. [….] Tomaremos todas las medidas prácticas necesarias, incluido el establecimiento directo de un equilibrio en el dominio militar».
Del mismo modo, el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, advirtió que el mantenimiento de misiles estadounidenses en la zona solo puede provocar una carrera de armamentos perjudicial para todos los pueblos de la zona: «El despliegue de misiles estadounidenses en Filpinas pone en peligro la paz y la estabilidad regional. Este despliegue no beneficia a los países y pueblos de la zona».
La página web china de noticias Global Times resume en estos términos la postura del gobierno chino: «En estos momentos Filipinas piensa que Estados Unidos le ofrece golosinas, pero lo que en realidad proporciona Estados Unidos es tóxico, envenena las relaciones de Filipinas con China y con otros países de la zona, además de poner en peligro la paz regional».
Pasando de las palabras a los hechos, la noche del 24 de septiembre el gobierno chino decidió probar un misil balístico intercontinental en el Pacífico. Este misil, que solo llevaba una cabeza nuclear falsa, se lanzó desde la isla de Hainan y se estrelló 11.700 kilómetros más lejos en el mar. Es cierto que este tipo de ejercicios por parte de China no es nuevo, pero habitualmente estas pruebas se realizan en su propio territorio.
Un mensaje político claro
El Ejército Popular de Liberación [chino] presentó así la operación en un comunicado: «La Fuerza de Proyectiles del Ejército Popular de Liberación lanzó con éxito el 25 de septiembre a las 08:44 (00:44 GMT) en alta mar del Océano Pacífico un misil balístico intercontinental portador de una ojiva falsa de entrenamiento. Cayó con precisión en la zona marítima previamente establecida. Este lanzamiento de un misil forma parte del programa anual de adiestramiento rutinario de la Fuerza de Proyectiles, […] es conforme al derecho y las prácticas internacionales, y su objetivo no es ningún país ni objetivo específico».
Al avisar con antelación a las autoridades estadounidenses y francesas de esta prueba, y al decidir llevarla a cabo fuera de su territorio y realizarla rápidamente tras el anuncio de que Estados Unidos iba a mantener sus misiles en Filipinas, Pekín envía un claro mensaje político: está determinado a reaccionar ante la política de contención estadounidense.
El peligro de una guerra generalizada aumenta considerablemente, ya sea en Oriente Medio o en el Indo-Pacífico. Es más necesario que nunca poner en marcha un vasto movimiento popular por la paz.
Para saber más:
Chinese FM Criticizes US
Missile Deployment in the Philippines, Sebastian Strangio, The
Diplomat, 30 de septiembre de 2024.
La stratégie française dans l’Indopacifique – mise à jour en février 2022, ministère français des Affaires étrangères.
Texto
original:
https://investigaction.net/la-chine-refuse-lencerclement-des-usa/
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.