Cuando del 8 al 13 de noviembre se realice la cumbre mundial del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Honolulu, concitará más atención de los medios de comunicación. En simultáneo, una conferencia alternativa titulada Moana Nui («gran océano», en hawaiano) congregará en Hawaii a activistas, eruditos y defensores del comercio justo, los derechos indígenas […]
Cuando del 8 al 13 de noviembre se realice la cumbre mundial del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Honolulu, concitará más atención de los medios de comunicación. En simultáneo, una conferencia alternativa titulada Moana Nui («gran océano», en hawaiano) congregará en Hawaii a activistas, eruditos y defensores del comercio justo, los derechos indígenas y ambientales de Asia, Oceanía y las Américas, que participarán en reuniones y debates en respuesta a APEC 2011.
Moana Nui tendrá lugar del 9 al 11 de noviembre en Honolulu para examinar los modelos de autodeterminación y sustentabilidad, así como para discutir el impacto de APEC. Entre las preocupaciones figuran la economía de libre comercio y los efectos de la militarización, la globalización, el agotamiento de los recursos y las amenazas a la soberanía nativa, las economías locales y el ambiente.
El bloque APEC se creó en 1989 como un grupo de diálogo ministerial, aumentando luego a 21 «economías miembro», que incluyen a Estados Unidos, China, Japón, Rusia, Corea del Sur y Singapur, además de a países en desarrollo como Papúa Nueva Guinea, Perú y Vietnam.
APEC representa aproximadamente 41 por ciento de la población mundial, 55 por ciento del producto interno bruto mundial, y 43 por ciento del comercio mundial. Ante este gigante, Moana Nui plantea una perspectiva muy diferente.
Uno de sus principales oradores será el profesor de estudios hawaianos Jonathan Osorio, de la Universidad de Hawaii. Según él, la reunión de APEC será en buena medida simbólica, pero Moana Nui será muy importante. «Creemos que la globalización se ha vuelto cada vez más perjudicial para la Tierra y sus habitantes, y que está dando cada vez más señales de inestabilidad», dijo Osorio a IPS. «Aunque sabemos que hay poco que podamos hacer en relación a ese esfuerzo globalizador y capitalizador, tenemos que darle esperanzas a la gente en cuanto a que podemos fortalecer nuestras propias economías nativas y locales para que, mientras continúe la inestabilidad, podemos alimentarnos y vestirnos, y cuidar a nuestra gente y nuestras tierras. Ese es el propósito de esta conferencia», agregó.
Osorio espera que cualquier declaración que surja de Moana Nui ayude a otros pueblos indígenas del mundo a desarrollar estrategias propias. «Estamos comprometidos con este esfuerzo para lograr más control sobre nuestras economías locales», dijo. Osorio no sabe cómo pueden expresar las personas su descontento con APEC, pero dijo esperar que «se aboquen a un esfuerzo constructivo».
Una de las más de 20 organizaciones que participarán en Moana Nui es el Foro Internacional sobre la Globalización (IFG, por sus siglas en inglés), una institución de investigación y educación que critica la globalización y plantea propuestas alternativas.
Los líderes indígenas de todo el Pacífico ven una mayor explotación de recursos a través de la pesca y la minería de aguas profundas, combinadas con un aumento de la militarización en islas como las de Hawaii, Guam (Estados Unidos), Okinawa (Japón) y Jeju (Corea del Sur), dijo el director ejecutivo del IFG, Víctor Menotti.
Pero al mismo tiempo reconocen la conexión entre el hecho de que APEC busque un alineamiento en nombre del «libre comercio» y la necesidad de afirmar su soberanía sobre los territorios y recursos nativos, añadió.
El IFG fue invitado a Honolulu para aportar antecedentes sobre lo que los líderes de APEC estarán discutiendo y cómo afectarán sus decisiones a la población de todo el mundo, explicó Menotti.
Honolulu, sede del Comando del Pacífico de Estados Unidos, también será sede de una reunión entre China y Estados Unidos. Menotti describió el ascenso de China y la reacción estadounidense ante este fenómeno como una potencial amenaza para los pueblos del Pacífico.
Uno de los aspectos más significativos de APEC 2011, según él, es el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), que actualmente negocian Estados Unidos y otras ocho naciones de APEC. Menotti la comparó con un modelo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte potenciado, con «beneficios corporativos aun mayores».
«La TPP es en realidad la única iniciativa de comercio de (el presidente de Estados Unidos, Barack) Obama. Todas las demás las heredó de (su predecesor, George W.) Bush», señaló, agregando que se trata de «una gran prueba para las futuras políticas comerciales en Estados Unidos».
Para Menotti, no es casualidad que la reunión de APEC se realice en Hawaii. «Honolulu es el lugar más remoto del mundo, tiene una enorme presencia militar y no es realmente conocido por grandes protestas callejeras», dijo.
La ciudad y el condado de Honolulu asignaron unos 14 millones de dólares a la seguridad de la cumbre de APEC, aunque medios locales reportaron cifras de incluso 45 millones de dólares.
La alcaldía de la ciudad también considera una resolución para instalar hasta 260 cámaras de vigilancia durante la reunión.
Un aspecto pintoresco de las cumbres de APEC es la fotografía final de los jefes de Estado, parados uno junto a otro, vistiendo la indumentaria nacional del país anfitrión. En la de Bogor (Indonesia) usaron coloridas camisetas en tela batik, en Busan (Corea del Sur) hanboks y, en Lima, ponchos marrones.
APEC 2011 bien puede concluir con los sonrientes líderes vistiendo floridas blusas Aloha, dando una placentera imagen de festejo. Pero los participantes en Moana Nui, que no estarán sentados a la mesa, mirarán parados, fuera de cámara, esas ropas coloridas, preguntándose qué llevan los dirigentes debajo.
Fuente original: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=99283