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Un proyecto de artistas presentado como restaurante iraní, está creando debates y agrupando a la ciudadanía de EEUU

Conflict Kitchen: Arte Culinario para el Debate Político

Fuentes: Corneta

La gente comienza a descubrir que sus opiniones y las de la mayoría no son aquellas que difunden los medios como «opinión pública»

En Pittsburgh, un pequeña ciudad con un poco más de 300.000 habitantes en algún lugar de la costa este estadounidense acaba de abrir el Restaurante Conflict Kitchen. Un hecho que ha sido noticia en muchos medios, debido a que este no es cualquier tipo de restaurante. Conflict Kitchen, traducido como Cocina en Conflicto, es un restaurante al paso con comida para llevar, pero que sólo sirve la cocina de países con los que Estados Unidos está en conflicto.

Actualmente es la comida de Irán la que se está sirviendo al mostrador; específicamente el kubideh, un plato hecho con carne molida a la parrilla presentado en un pan barbari recién horneado, con cebolla, menta, y albahaca. Desarrollado en colaboración con miembros de la comunidad iraní de Pittsburgh, el bocadillo, como sandwich para llevar, es envuelto en un papel estampado con textos de entrevistas hechas a Iraníes, tanto de Pittsburgh como de Irán, sobre temas que van desde lo culinario, a la poesía, política y hasta cómo son percibidos dentro de los EE.UU.

Cocina en Conflicto también cuenta con una serie de entrevistas que realizan a sus clientes al estilo «Talk Show» y que son transmitidas en vivo todas las noches desde un local al lado -el waffle shop. En fin, el concepto cuenta con una amplia programación destinada a fomentar el diálogo a través de eventos, performances y discusiones para profundizar sobre cultura, política y temas mediatizados. La particularidad más importante de este proyecto es que va rotando sus identidades cada 4 meses haciendo hincapié en un nuevo país; ahora es Irán, próximamente será la cocina Afgana o de Corea del Norte y luego posiblemente la arepa venezolana.

Los artistas Juan Peña, Jon Rubin y Dawn Weleski se encuentran a la base de esta iniciativa. Cada uno con una práctica propia, lograron amalgamar esa cierta disparidad para catalizar uno de los proyectos más originales del momento.

Juan Peña es un artista acostumbrado a realizaciones al exterior, con murales e instalaciones. Incluso, Peña de origen mexicano, en un momento dado realizó en Pittsburgh un proyecto similar «el camioncito de los tacos». Por otro lado, Jon Rubin es un artista que explora las relaciones y el diálogo con la gente, viene desarrollando una performance participatoria que consiste en un espontáneo espectáculo de variedades que es transmitido en vivo. Su particular experiencia ha sido vital para ampliar este proyecto. Y finalmente, Dawn Weleski con su experiencia del proyecto «Ópera en las paradas de autobuses» que es pura interacción con la gente y performances en la vía publica, fue clave en la elaboración de este concepto.

Seguido los artistas responden algunas preguntas sobre el proyecto Cocina en Conflicto

¿Cuál ha sido la respuesta a Cocina en Conflicto, en la prensa y entre los transeúntes? ¿La gente regresa a discutir la cultura iraní, alimentos o asuntos políticos?

La respuesta al proyecto en la prensa ha sido bastante sorprendente hasta ahora. La prensa local e internacional ha sido muy receptiva a presentar este proyecto, que de alguna manera ha desatado un debate abierto en la web. A nivel local, la ventana que tenemos de comida para llevar ha estado ocupada, por día pasan entre 40 a 70 clientes. Mucha gente no está familiarizada con este tipo de comida, pero siempre se los ve ansiosos para probar algo nuevo. Parecería que conversaciones con la gente acerca del proyecto siempre comienzan sobre el tema de la comida que servimos, pero luego, cuando explicamos todo el proyecto, la gente presta más atención, se entusiasman y comienzan a darnos una lista de otros países en los que deberíamos concentrarnos después de Irán. Después la conversación naturalmente recae sobre la cultura iraní -puntos de vista y prejuicios- y muchas veces sobre el bagaje cultural del mismo cliente. Ya con un mes de funcionamiento, y debido a la gran cantidad de prensa local, nos hemos convertido en un lugar donde la gente de todo Pittsburgh viene a discutir la política y la cultura estadounidense e iraní. Todavía hay mucha gente que nunca ha oído hablar del proyecto y que se llega; y a medida que se forman pequeños grupitos frente a la ventana del mostrador, de manera natural termina por catalizarse como un foro público. Somos muy populares con la comunidad local iraní. Como no hay ningún restaurante persa en la ciudad, muchos de los iraníes locales simpatizan con la forma en que el proyecto se introduce a la gente, con una visión más matizada de la cultura y la vida cotidiana de Irán. Se está dando un diálogo que abarca muchas visiones, que incluye iraníes que viven en Pittsburgh y hasta con gente de Pittsburgh que nunca han salido de esta ciudad. También hemos comenzado a patrocinar una programación que cuenta con una serie de presentaciones. El primer evento fue una cena entre Teherán y Pittsburgh a través de un video chat en vivo, de una manera, esto expandió la audiencia y creemos que le dio más profundidad al debate.

¿Creen que este concepto de comida para llevar atrae a clientes que normalmente no entrarían en un negocio tipo crepería, así como este un poco estilizado con arte?

Por lo que observamos, la mayoría de la gente no asocia Cocina en Conflicto con arte. Con respecto a que puede parecerse a un negocio tipo creperia con comida al paso, tal vez, pero en general la gente llega y no saben qué es esto. Conversando con la gente acerca de la tienda nunca la presentamos como un proyecto de arte, simplemente le decimos que somos una tienda más de la zona y que también producimos un programa de variedades en vivo en el que podrían participar. Si tienen curiosidad y preguntan estamos más que dispuestos a mencionar el proyecto. Cocina en Conflicto inicialmente atrajo a mucha gente por el aspecto visual y llamativo de la fachada. Se dieron muchas ocasiones en que la gente paraban su vehículo en medio de la calle, y se bajaban a preguntarnos ¿Qué es esto? Muchos Iraníes han podido leer inmediatamente el gran signo escrito en persa y seguramente se habrán preguntado si realmente se sirven kubideh. En general para este proyecto, ya sea una crepería, o como en cualquier negocio de comida al paso, uno de los principales objetivos es estimular el diálogo público. Estos tipos de negocios se presentan como un foro para conversaciones que normalmente no podrían llevarse a cabo entre personas que posiblemente nunca se encontrarían. Obviamente, Cocina en Conflicto estimula una conversación mucho más específica, pero igualmente, es conectar a la gente común de todos los días, estimulando sus propias reflexiones y perspectivas, y no las de su gobierno o las de sus medios de comunicación en relación a la cultura iraní.

Sólo un tipo de comida se sirve y el proyecto actual de Cocina en Conflicto cambia su identidad cada 4 meses para centrarse en otro país. ¿Qué países vendrán a continuación?

Lo más probable es que después de la cocina kubideh sigamos con la cocina afgana, seguido por la de Corea del Norte y luego… quizás Venezuela. En realidad, el proyecto Cocina en Conflicto podría continuar durante años, dada la cantidad de conflictos en que los EE.UU. están envueltos.

Cada Cocina en Conflicto viene con una serie de eventos y discusiones sobre la cultura y lo que está en juego con cada país. Y Cocina en Conflicto ya realizó un almuerzo en vivo entre Pittsburgh y Teherán. ¿Qué otros tipos de eventos están preparando?

Va a haber una programación especifica para cada rotación de Cocina en Conflicto y que será anunciada en la misma tienda. Efectivamente, sí, acabamos de organizar una comida entre Pittsburgh y Teherán en directo a través de una video-conferencia, el pasado 5 de junio. Invitamos a la gente a unirse a nosotros para una fiesta virtual con Teherán. Un menú fue planeado en conjunto con un galerista de Teherán, muy abierto y conocedor de la comida tradicional iraní. La gente en Teherán fue invitada a unirse al almuerzo que sucedió al mismo tiempo que aquí en nuestra tienda en Pittsburgh. El evento fue de dos horas y entre 30 a 40 personas asistieron en cada extremo de este encuentro. La conversación osciló en temas de comida, en crear lazos, relaciones y política. Nuestro próximo evento será otro encuentro en vivo con Teherán, en la forma de ensayo, utilizando videos a través de YouTube comisariados por Jon Rubin en Pittsburgh y Kashani Sohrab en Teherán, que destacarán videos subidos por residentes de ambas ciudades, y tendrá lugar el próximo Sábado, 10 de julio. Los videos se alternarán entre Pittsburgh y Teherán, comparando y contrastando la cultura de cada ciudad. Conectados en vivo a través de video-conferencia Skype, los asistentes al evento en las dos ciudades debatirán sobre cultura y valores sociales en la manera en que son mostradas en los vídeos que fueron subidos a YouTube, analizándolos como recursos culturales que representan y/o distorsionan el concepto que se tiene de dichas sociedades. Algunos eventos adicionales incluyen: instrumentistas de música tradicional persa; videos y música popular del ámbito comercial; proyecciones de películas de directores iraníes; un foro y debate sobre los blogs y los medios de comunicación social en Irán, y el papel que cumplieron en la «Revolución Verde», y un gran evento para el cierre en colaboración con organizaciones locales donde realizaremos el Primer Festival de Cultura Persa en Pittsburgh.

En los textos de la envoltura de los kubideh cada temática abordada está narrada en primera persona. ¿Quién es esa persona? ¿Piensan que esta es una buena estrategia para iniciar un diálogo con el público?

La envoltura se basa en entrevistas que realizamos con muchos iraníes, tanto en Irán como en Pittsburgh. Proporciona múltiples, y a menudo contrastantes opiniones y puntos de vista sobre una variedad de temas culturales y políticos. Cocina en Conflicto a menudo inicia su conversación en primera persona, comentando la vida cotidiana de la gente, que es una manera más rica y honesta de conocerse. Por el contrario, es más común que la gente sea presentada de manera muy simplificada y polarizante como en los noticieros televisivos a la noche.

Nuestra comida, sutilmente amalgamada con la historia de una cultura, es la primera invitación sensorial para acercarse al público. La comida, además del envoltorio y nuestra programación, ayudan a romper la barreras mentales que mucha gente tiene acerca de lugares como Irán, y crear una plataforma para una discusión más matizada sobre su cultura y política.

¿Hay algún plan para abrir Cocina en Conflicto en otras ciudades de EE.UU.?

Hemos recibido invitaciones de ciudades alrededor del mundo, así como de los EE.UU., para crear Cocinas en Conflictos. Pero hemos estado debatiendo hacer el proyecto en otros tipos de espacios como parques, estadios de deporte o pegados en la puerta trasera de otros restaurantes. Recientemente recibimos un correo electrónico de una familia en Arizona, discutiendo sus intenciones de abrir su propia Cocina en Conflicto todos los lunes por la noche, con relieve en la cultura de cocina country seleccionada por niños de siete años de edad. Es muy satisfactorio ver el concepto del proyecto reformado y remodelado por otros miembros del público -de eso se trata.

Fuente: http://www.corneta.org/no_105/cocina_en_conflicto_conflict_kitchen_arte_culinario_de_iran.html

Página del proyecto Cocina en Conflicto «Conflict Kitchen» (en inglés)