El gobierno de Corea del Norte rechaza «categóricamente» el más reciente paquete de sanciones aprobado por la Naciones Unidas y estima que estas suponen «un acto de agresión que viola la paz y la estabilidad de la península coreana y de la región», según ha señalado el Ministerio de Exteriores de esa nación en un […]
El gobierno de Corea del Norte rechaza «categóricamente» el más reciente paquete de sanciones aprobado por la Naciones Unidas y estima que estas suponen «un acto de agresión que viola la paz y la estabilidad de la península coreana y de la región», según ha señalado el Ministerio de Exteriores de esa nación en un comunicado.
Este 22 de diciembre, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad un nuevo paquete de sanciones contra Pionyang, en respuesta al último lanzamiento de un misil balístico intercontinental.
La Cancillería norcoreana ha manifestado que esas nuevas medidas punitivas equivalen a «un bloqueo económico total» y ha responsabilizado a los estados que apoyaron esa resolución de «las consecuencias» que puedan acarrear: «Nos aseguraremos de que paguen un alto precio por lo que han hecho», ha agregado ese organismo.
Las «ambiciones imperialistas» de EE.UU.
Corea del Norte ha reiterado que sus programas nuclear y de misiles balísticos tienen carácter defensivo y los desarrolla «de manera justa y legítima» con el fin de «salvaguardar la soberaníae integridad territorial» ante las «ambiciones imperialistas estadounidenses».
Finalmente, Pionyang insta a Washington «a dejar de soñar» con que será capaz de obligarle a abandonar el camino que ha elegido. «Si EE.UU. desea vivir libre de amenazas, debe renunciar a su política hostil y aprender a coexistir con otros países que poseen armas nucleares», ha subrayado la Cancillería norcoreana.
La resolución de la ONU, redactada por EE.UU., incluye la prohibición al país asiático de exportar alimentos y la repatriación de ciudadanosnorcoreanos que trabajen en el exterior, así como el bloqueo de casi el 90% de las exportaciones de productos refinados de petróleo destinados a Corea del Norte.
La aprobación de este paquete de medidas restrictivas equivale a la décima vez que el Consejo de Seguridad impone sanciones sobre Pionyang desde 2006, a causa de su programa nuclear y de misiles.