Activistas aprovechan la XI Conferencia de las Partes (COP 11) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que se desarrolla en esta sureña ciudad de India, para denunciar la marginación que sufren las comunidades de las extensas áreas costeras y marinas de este país. La Sociedad de Historia Natural de Mumbai, Kalpavriksh, Greenpeace en India, […]
Activistas aprovechan la XI Conferencia de las Partes (COP 11) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), que se desarrolla en esta sureña ciudad de India, para denunciar la marginación que sufren las comunidades de las extensas áreas costeras y marinas de este país.
La Sociedad de Historia Natural de Mumbai, Kalpavriksh, Greenpeace en India, la Campaña para la Protección Costera, la Fundación Dakshin y PondyCAN son algunas de las organizaciones que responsabilizan a los puertos, las centrales de energía, los astilleros y los proyectos de acuacultura de afectar el ambiente y amenazar la pesca artesanal.
Se prevé la construcción de no menos de 15 plantas de energía, seis puertos y seis grandes astilleros en una franja de 150 kilómetros sobre la costa occidental india, en el estado de Maharashtra, dijeron delegados en la COP 11, que se realiza entre el 8 y 19 de este mes.
Mientras, en la costa este, en el estado de Andhra Pradesh, donde se celebra la conferencia, ya está en marcha la creación de 10 nuevos puertos y 15 proyectos de energía termal.
Además, el gobierno de Andhra Pradesh propuso la creación de 70 «zonas económicas especiales» en 15 de sus 23 distritos, incluyendo un gran corredor costero que tendrá aeropuertos, terminales marítimas, complejos petroquímicos y otras industrias.
«Ninguna de las evaluaciones de impacto ambiental realizadas por el Ministerio de Ambiente y Bosques tomaron en cuenta la contaminación termal del mar», señaló Ashish Kothari, de la organización Kalpavriksh.
«Nuestro sistema de evaluaciones de impacto ambiental es defectuoso», dijo a IPS.
Mientras, los proyectos de conservación marina existentes no tienen en cuenta las necesidades de las comunidades locales, dijo el Colectivo de Apoyo a los Pescadores.
Por ejemplo, en el sudoriental estado costero de Tamil Nadu, cerca del golfo de Mannar, el sustento de toda una comunidad está amenazado porque las mujeres ahora no pueden desarrollar su tarea tradicional de captura de algas marinas.
El área ha sido declarada parque marino nacional y quedó bajo la protección del Departamento de Bosques, afectando a las comunidades que dependen de la recolección de algas para su subsistencia.
Esa práctica fue prohibida por el Departamento bajo el pretexto de que afectaba a los corales.
Sin embargo, las autoridades no objetan un gran parque nuclear que se instalará en la cercana Koodankulam, y que podría elevar las temperaturas de las aguas costeras, lo que causa blanqueamiento de los corales.
Las algas marinas son usadas tradicionalmente para fabricar productos cosméticos y medicinas. Crecen sobre corales muertos y son cultivadas en forma sostenible, en particular por mujeres, que con esta actividad contribuyen a los ingresos de sus respectivas familias.
«Hemos recolectado algas desde los tiempos de nuestros abuelos», dijo Lakshmi, una mujer de 52 años, del distrito de Ramanathapuram, al hablar ante una audiencia en forma paralela a las deliberaciones de la COP 11.
«Dependemos de la cosecha de algas para nuestra subsistencia. ¿Por qué destruiríamos los corales?», preguntó.
Las mujeres dijeron no haber sido consultadas cuando se demarcaron las fronteras del parque, y acusaron al Departamento de Bosques de afectar e impedir la pesca artesanal.
Los funcionarios del Departamento «tuvieron que pedir nuestra ayuda recientemente para apagar un incendio que probablemente fue iniciado por una cola de cigarrillo lanzada imprudentemente por uno de los guardias», contó Lakshmi, al explicar el conocimiento especial de la zona que tiene la comunidad y su experiencia en el mantenimiento de los recursos naturales.
«No puedes preservar un ecosistema expulsando a la gente», dijo por su parte V. Vivekanandan, de la Federación de Pesca del Sur de India.
«El Departamento necesita usar las capacidades locales para administrar la pesca», añadió.
En tanto, la Fundación de Investigación M.S. Swaminathan lanzó varias iniciativas de conservación. Una de ellas, enfocada en la protección de los manglares, incluyó un proceso consultivo nacional titulado «Asegurando las líneas costeras y las subsistencias», a comienzos de este año.
El proceso concluyó con recomendaciones para adoptar un nuevo enfoque para la conservación costera y marítima, que contemple el bienestar de las comunidades locales.
Sin embargo, los resultados de la consulta todavía no han hallado eco en el sector político.
Al defender el principio de soberanía nacional sobre los recursos biológicos, el CDB procura que agricultores, pescadores y productores ganaderos se ubiquen en el centro de los esfuerzos para preservar la biodiversidad.
La propia Ley de Biodiversidad de India, diseñada en línea con el CDB, requiere «consultas» a las comunidades locales, pero todavía hay muchos casos de poblaciones expulsadas a la fuerza de sus tierras o de zonas de pesca tradicionales para la realización de mega proyectos.
El secretario ejecutivo del Colectivo de Apoyo a los Pescadores, Chandrika Sharma, denunció la ironía de que los habitantes de las costas, especialmente las mujeres, se vean afectados por políticas de desarrollo y conservación.
«Sus actividades son afectadas por políticas de gobierno que prohíben la pesca en áreas protegidas, mientras que se permiten proyectos de desarrollo», afirmó Sharma.
«Las comunidades locales pueden jugar un importante papel en administrar los recursos, pues han estado allí por generaciones y son quienes conocen mejor los ecosistemas», sostuvo.