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Carta del fundador de la ONG que logró su libertad

Detenido desde el día 20 el intérprete que negoció la liberación del periodista italiano en Afganistán

Fuentes: La Repubblica

Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti

Querido Director [de La Repubblica]:

El primero en llamar preguntando -y creo que ya imaginabas la respuesta- si en Afganistán podíamos hacer algo para ayudar a Daniele [Mastrogiacomo, periodista de La Repubblica secuestrado] fuiste tú. «Lo intentaremos», te dije desde Jartum en nombre de Emergency. Poco después el Presidente del Consejo [Prodi] y el Ministro de AA.EE [D’Alema] italianos pidieron a Emergency que se ocuparan del caso. Aceptamos la invitación, y desde entonces trabajamos juntos, con la mujer de Daniele, contigo, con Elisabetta Belloni, que dirige a unidad de crisis del ministerio de AA.EE., y con Ettore Sequi, embajador de Italia en Kabul. Compartimos, paso a paso, los problemas y el desarrollo de una empresa nada fácil.

El papel fundamental de Emergency consistía en contactar con los talibanes -lo que no es difícil en Afganistán, menos aún en la provincia de Helmand- y convencerles de que no usaran la violencia contra los rehenes. Conseguirlo fue lo más difícil.

Por muchas razones. Ante todo, porque Daniele se encontraba en manos del «jefe talibán más feroz», el cual ya había demostrado antes no tener problemas a la hora de usar el cuchillo; en segundo lugar, porque el mismo mulá Dadullah consideraba a Daniele -ciudadano de uno de los países que tiene militares en Afganistán- un espía al servicio de las fuerzas de la coalición. Y es que, a fin de cuentas, debíamos «aplacar» a un jefe talibán justo cuandolas fuerzas de la OTAN (que se llaman a sí mismas «fuerzas de paz») estaban bombardeando y disparando -siguen haciéndolo- en la región de la que proviene y donde vive. Todos los días en Afganistán se pierden muchas vidas por la inhumanidad de la guerra, por las bombas y los coches bomba, por los misiles y los cuchillos: ésas eran las circunstancias en que había que pedir que se ahorraran vidas humanas.

Emergency
lo hizo. Suplicó al Mulá Dadullah que respetara la vida de los rehenes con la esperanza de ser escuchada. Una esperanza basada en el millón cuatrocientos mil pacientes curados por Emergency en Afganistán desde 1999 hasta hoy, así como por la asistencia ofrecida a los prisioneros. Emergency le recordó las clínicas en la cárcel infame de Sheberghan, en las prisiones de Kabul y en el valle del Panshir. Y los mil doscientos prisioneros -de todas las partes en conflicto- cuya liberación se logró a lo largo de los años en Afganistán, por estar demasiado enfermos para soportar la cárcel.
En nombre de todo ello, pedimos que no se usara la violencia. La respuesta jamás es un sí o un no: hay que dialogar, entender, incluso en momentos de gran tensión y miedo. Hay que insistir, volver a empezar, a veces correr contra el tiempo, porque en zona de guerra y en tiempo de guerra, los humores y los estados de ánimo, la rabia y las tensiones cambian continuamente. Seguimos probando, creyendo en nuestras posibilidades, incluso después del horror por el asesinato de Sayed Agha [chófer de Daniele Mastrogiacomo, degollado por los talibanes tras ser acusado de espionaje]. Seguimos insistiendo con todos para que el camino de la violencia no se recorriera hasta el final.

No fue fácil obtener y mantener disponibilidad para que nos escucharan. El compromiso de Rahmatullah Hanefy fue extraordinario en este sentido. Rahmat, como lo llamamos nosotros, no es un mediador: sólo hizo de intérprete. Rahmat trabaja para Emergency: si hubiera fallado en su llamamiento, otros agentes no habrían podido desempeñar su papel, conducir la negociación y llegar a la liberación, y la historia habría terminado allí. Le debemos un agradecimiento especial por haber puesto en peligro su vida y la seguridad de su familia para salvar a un periodista extranjero. Mientras escribo, Rahmatullah Hanefy, manager del hospital de Emergency en Lashkargah dedicado a Tiziano Terzani, todavía está en manos de los servicios de seguridad afganos. Lo detuvieron al alba del 20 de marzo, delante de la casa de Emergency en la que Daniele [Mastrogiacomo] estaba durmiendo en condición, de nuevo, de hombre libre.

Fuente:
http://www.repubblica.it/2007/03/sezioni/esteri/afghanistan-21/gino-strada-lettera/gino-strada-lettera.html

Gorka Larrabeiti es miembro de Rebelión, Tlaxcala y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente con fines no comerciales a condición de mencionar a sus autores y la fuente.