Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti
Querido Director [de La Repubblica]:
El primero en llamar preguntando -y creo que ya imaginabas la respuesta- si en Afganistán podíamos hacer algo para ayudar a Daniele [Mastrogiacomo, periodista de La Repubblica secuestrado] fuiste tú. «Lo intentaremos», te dije desde Jartum en nombre de Emergency. Poco después el Presidente del Consejo [Prodi] y el Ministro de AA.EE [D’Alema] italianos pidieron a Emergency que se ocuparan del caso. Aceptamos la invitación, y desde entonces trabajamos juntos, con la mujer de Daniele, contigo, con Elisabetta Belloni, que dirige a unidad de crisis del ministerio de AA.EE., y con Ettore Sequi, embajador de Italia en Kabul. Compartimos, paso a paso, los problemas y el desarrollo de una empresa nada fácil.
El papel fundamental de Emergency consistía en contactar con los talibanes -lo que no es difícil en Afganistán, menos aún en la provincia de Helmand- y convencerles de que no usaran la violencia contra los rehenes. Conseguirlo fue lo más difícil.
Por muchas razones. Ante todo, porque Daniele  se encontraba en manos del «jefe talibán más feroz», el cual ya había demostrado  antes no tener problemas a la hora de usar el cuchillo; en segundo lugar, porque  el mismo mulá Dadullah consideraba a Daniele -ciudadano de uno de los países que  tiene militares en Afganistán- un espía al servicio de las fuerzas de la  coalición. Y es que, a fin de cuentas, debíamos «aplacar» a un jefe talibán  justo cuandolas fuerzas de la OTAN (que se llaman a sí mismas «fuerzas de paz»)  estaban bombardeando y disparando -siguen haciéndolo- en la región de la que  proviene y donde vive. Todos los días en Afganistán se pierden muchas vidas por  la inhumanidad de la guerra, por las bombas y los coches bomba, por los misiles  y los cuchillos: ésas eran las circunstancias en que había que pedir que se  ahorraran vidas humanas.
Emergency lo hizo. Suplicó al Mulá Dadullah  que respetara la vida de los rehenes con la esperanza de ser escuchada. Una  esperanza basada en el millón cuatrocientos mil pacientes curados por Emergency  en Afganistán desde 1999 hasta hoy, así como por la asistencia ofrecida a los  prisioneros. Emergency le recordó las clínicas en la cárcel infame de  Sheberghan, en las prisiones de Kabul y en el valle del Panshir. Y los mil  doscientos prisioneros -de todas las partes en conflicto- cuya liberación se  logró a lo largo de los años en Afganistán, por estar demasiado enfermos para  soportar la cárcel.
En nombre de todo ello, pedimos que no se usara la  violencia. La respuesta jamás es un sí o un no: hay que dialogar, entender,  incluso en momentos de gran tensión y miedo. Hay que insistir, volver a empezar,  a veces correr contra el tiempo, porque en zona de guerra y en tiempo de guerra,  los humores y los estados de ánimo, la rabia y las tensiones cambian  continuamente. Seguimos probando, creyendo en nuestras posibilidades, incluso  después del horror por el asesinato de Sayed Agha [chófer de Daniele  Mastrogiacomo, degollado por los talibanes tras ser acusado de espionaje].  Seguimos insistiendo con todos para que el camino de la violencia no se  recorriera hasta el final.
No fue fácil obtener y mantener disponibilidad para que nos escucharan. El compromiso de Rahmatullah Hanefy fue extraordinario en este sentido. Rahmat, como lo llamamos nosotros, no es un mediador: sólo hizo de intérprete. Rahmat trabaja para Emergency: si hubiera fallado en su llamamiento, otros agentes no habrían podido desempeñar su papel, conducir la negociación y llegar a la liberación, y la historia habría terminado allí. Le debemos un agradecimiento especial por haber puesto en peligro su vida y la seguridad de su familia para salvar a un periodista extranjero. Mientras escribo, Rahmatullah Hanefy, manager del hospital de Emergency en Lashkargah dedicado a Tiziano Terzani, todavía está en manos de los servicios de seguridad afganos. Lo detuvieron al alba del 20 de marzo, delante de la casa de Emergency en la que Daniele [Mastrogiacomo] estaba durmiendo en condición, de nuevo, de hombre libre.
Fuente:
http://www.repubblica.it/2007/03/sezioni/esteri/afghanistan-21/gino-strada-lettera/gino-strada-lettera.html
Gorka Larrabeiti es miembro de Rebelión, Tlaxcala y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente con fines no comerciales a condición de mencionar a sus autores y la fuente.


