El pasado 6 de diciembre conmemoramos el décimo aniversario del asesinato del trabajador de Coca Cola y dirigente sindical del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de los Alimentos (Sinaltrainal), el compañero Isidro Segundo Gil Gil. Isidro fue asesinado por los paramilitares dentro de las instalaciones de la embotelladora de la trasnacional, ubicada en […]
El pasado 6 de diciembre conmemoramos el décimo aniversario del asesinato del trabajador de Coca Cola y dirigente sindical del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de los Alimentos (Sinaltrainal), el compañero Isidro Segundo Gil Gil.
Isidro fue asesinado por los paramilitares dentro de las instalaciones de la embotelladora de la trasnacional, ubicada en el municipio de Carepa en el Uraba Antioqueño. A la muerte de Isidro sucedieron otros hechos violentos que condujeron al aniquilamiento del sindicato en esa planta.
Dos años después, la esposa de Isidro fue igualmente asesinada, quedando sus dos pequeños hijos huérfanos de padre y madre, producto de esta política criminal contra nuestro pueblo.
Transcurridos diez años, la justicia colombiana mantiene este crimen en total impunidad. Hoy estamos a la espera de que se resuelva un recurso de apelación presentado en la Corte de los Estados Unidos por la demanda instaurada por este hecho. Estamos seguros que se hará justicia.
Centenares de organizaciones sociales, defensoras de derechos humanos, colectivos, grupos, partidos en todo el mundo, continúan alzando su voz de protesta para que se mitigue el dolor de las víctimas de este crimen atroz y se mantenga en la memoria de los pueblos la vida y obra de quienes ofrendaron sus vidas en búsqueda de la libertad y la paz con justicia social.
Sinaltrainal mantiene su firme convicción y propósito de continuar avanzando desde los distintos escenarios de lucha contra la impunidad, contra la precarizacion y la miseria en que las transnacionales mantienen nuestros pueblos y reafirmamos nuestra razón de ser como organización social que lucha por la conquista de la soberanía alimentaría y el bienestar de los pobres de Colombia.
Saludamos la lucha que contra la impunidad avanza desde el Tribunal Permanente de los Pueblos. Desde este escenario en el mes de abril pasado se visibilizó una vez más la política de las transnacionales Coca Cola, Nestle y la Chiquita Brands.
El 6 de diciembre conmemoramos 78 años de la masacre cometida por el estado colombiano contra el pueblo inerme de Cienaga Magdalena, que vio como el ejército de Colombia asesino miles de obreros bananeros que exigían de la multinacional United Fuirt Company (hoy Chiquita Brands) mejores condiciones de vida y de trabajo. 78 años de una impunidad que continúa alimentando nuevos crímenes en beneficio de los poderosos, de las multinacionales. Los mismos barcos de la United Fruit Company que arrojaron en 1928 centenares de cadáveres al mar, el 5 de noviembre de 2001 desembarcaron en Turbo 3.400 fusiles AK 47 y 5 millones de proyectiles con destino a los paramilitares; también para asesinar obreros, campesinos…pueblo colombiano.
Ante las condiciones inhumanas en que se encuentra la mayoría de los trabajadores subcontratados y precarizados en que se mantienen los obreros de Coca Cola, le exigimos una pronta solución al pliego de peticiones que le presentamos el 5 de septiembre de 2006.