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Kosovo

E.E.U.U. ya tiene una colonia en Europa

Fuentes: Rebelión

UNO. Habla un catalán. Un catalán independentista. Militante: pasiva y activamente. También habla un marxista. De tomo y lomo. Curtido en la lectura de Nietzsche, quien pone a prueba nuestro marxismo en una disyuntiva que sólo tiene salida correcta en la inspirada figura guevariana del «Hombre Nuevo», sin el cual no tiene sentido el socialismo; […]

UNO.

Habla un catalán. Un catalán independentista. Militante: pasiva y activamente.

También habla un marxista. De tomo y lomo. Curtido en la lectura de Nietzsche, quien pone a prueba nuestro marxismo en una disyuntiva que sólo tiene salida correcta en la inspirada figura guevariana del «Hombre Nuevo», sin el cual no tiene sentido el socialismo; y cuya aparición (o más bien proliferación) es imposible sin socialismo. Aparente paradoja rebosante de sentido.

¿Necesaria esta introducción tan egocéntrica?

Sí, en el momento que, como luchador por la indepencia de los Països Catalans y defensor del (libre) derecho de autodeterminación de pueblos como el mío propio, el vasco o el palestino, me declaro totalmente opuesto a la independencia de Kosovo -al menos, en las circunstancias que se ha producido-.

Hablamos de «albano-kosovares». Se pregunta mi gran amigo Ricard si alguien habla de «serbo-kosovares» -que también existen-.

Hablamos de un ¿pueblo? que no tiene ni himno ni bandera (si se consideran albaneses, quizá deberían reclamar la anexión de su territorio por parte de dicha nación… ¿no?).

Hablamos de una gente que festeja el día de su independencia ondeando banderas de la UE y -sobre todo- estadounidenses. Agitan orgullosos frente al objetivo de los fotógrafos de agencia pancartas en las que podemos leer: «Thank You, Bush«. Cojonudo.

«Estados Unidos cabalga por el mundo como un coloso. Desde que Roma destruyó Cartago niguna otra gran potencia ha alcanzado las cimas a las que hemos llegado. Estados Unidos ha ganado la Guerra Fría, se ha puesto a Polonia y a la República Checa en el bolsillo y después ha pulverizado Serbia y Afganistán. Y, de paso, ha demostrado la inexistencia de Europa

Esta cita, que podría parecer una crítica o una parodia, es una orgullosa afirmación firmada por el think-tank neocon Charles Krauthemmer en The Washington Post hace unos años; después de la «Guerra de los Balcanes», antes de la «Independencia de Kosovo».

¿Alguien se dará cuenta de que cuando la llamada «Guerra de los Balcanes» EEUU bombardeó suelo europeo por primera vez desde la II Guerra Mundial?

¿Y de que tal hecho fue unánimemente aplaudido por los europeos?

¿Y de que la justificación de tal hecho, supuestamente «proteger a los musulmanes de Bosnia» -¡como si el poder sionista que dirige a EEUU se hubiera preocupado alguna vez por el bienestar de musulmán alguno!-, mientras EEUU bombardeaba también un Irak sometido a cruel bloqueo, era simplemente surrealista?

DOS.

Hablamos de principios de los ’90 del pasado siglo: cuando la invasión imperialista de Irak era llevado a cabo por el simpático demócrata Clinton: un tipo accesible y campechano -no en vano todos le llamábamos «Bill» en lugar de «William», como si fuera nuestro entrañable colega de juergas- que reconoció haber fumado marihuana en su juventud, que tocaba el saxo y a quien le encantaba que las becarias hicieran bien su trabajo;

Hablamos de principios de los ’90 del siglo pasado, cuando dicha invasión imperialista fue apoyada, en lo teórico y en lo práctico, por el gobierno ¿¿¿socialista??? de Felipe González;

Hablamos de principios de los ’90 del pasado siglo, cuando la URSS se hundía por efecto de una mezcla de factores tales como : implosión, acción de la CIA e intervención de la Internacional Socialista i .

Hablamos de un país -Yugoslavia- que, gracias al Mariscal Tito -héroe de la resistencia partisana frente a los nazis-, consiguió unificar e independizar en común una serie de territorios que, por sus estratégica situación geográfica, durante todos los siglos habían sido objeto de disputa y constante «cambio de amo» (austrohúngaros, prusianos, otomanos, rusos..).

Hablamos de un país -Yugoslavia- que, caído el muro de Berlín y desmembrada la URSS y el «Bloque del Este», se empeñaba -igual que Cuba- en seguir el camino del –su– socialismo (por mucho que les doliera a los predicadores de la «T.I.N.A.» ii) y se lo podía permitir, pues su devenir histórico -igual que Cuba- distaba mucho de lo propio a un «satélite soviético».

¿Podía entonces EEUU -y sobre todo el engrudo de intereses al que representa- tolerar que quedara en Europa un solo resquicio de socialismo?…

Y TRES.

Espero que los antecedentes históricos (¡tan recientes!) así expuestos sean argumento suficiente para que un marxista catalán que lucha por el derecho de autodeterminación de su pueblo frente a España rechace la artificial independencia de Kosovo, viendo en ella una pura estrategia atlantista de dominio y coloniaje, más explícita aún si cabe -por las formas y por lo estratégico del territorio en cuestión- que las bases de la OTAN que salpican nuestro mapa continental.

i http://www.diagonalperiodico.net/article1771.html

ii

 «There Is No Alternative» (No hay alternativa). Doctrina reagano-thatcheriana implementada a principios de la década de los ’80, asociada con la idea del «Fin de la Historia» (Fukuyama») que condujo a las prácticas de neoliberalismo salvaje y posterior «Globalización». Al respecto, léase por ejemplo Noam Chomsky El terror como política exterior de EEUU (Ed. Libros del Zorzal, 2001).