La secretaria de Estado estadounidense aseguró este lunes que Irán puede convertirse en una «dictadura militar». Hillary Clinton realizó estas contundentes declaraciones al llegar a la ciudad de Riad, donde espera entablar conversaciones diplomáticas y obtener el visto bueno de Arabia Saudita para aplicar nuevas sanciones contra Irán por considerar que su programa nuclear es […]
La secretaria de Estado estadounidense aseguró este lunes que Irán puede convertirse en una «dictadura militar».
Hillary Clinton realizó estas contundentes declaraciones al llegar a la ciudad de Riad, donde espera entablar conversaciones diplomáticas y obtener el visto bueno de Arabia Saudita para aplicar nuevas sanciones contra Irán por considerar que su programa nuclear es un pretexto para desarrollar una bomba atómica.
Clinton, que se encuentra de gira por distintos países árabes en busca de apoyo para su programa de sanciones, llegó desde la localidad de Doha, en Qatar, y se reunirá con el ministro saudí del exterior, el príncipe Saud Faisal, y con el rey Abdallah.
En su cruzada contra el programa enérgetico iraní, la Secretaria de Estado norteamericana afirmó que «los países vecinos de Irán tienen motivos para preocuparse por las ambiciones nucleares de la República Islámica».
Durante un encuentro con estudiantes mantenido en Doha este lunes, Clinton aseguró que Estados Unidos no se plantea la acción militar contra Irán, sino que tratará de presionar al gobierno iraní a través del Consejo de Seguridad de la ONU.
Sin embargo, fuentes del gobierno iraní advirtieron hace una semana maniobras navales de barcos de guerra estadounidenses en el golfo pérsico. Según Teherán, estos movimientos estratégicos podrían ser el anticipo de una intervención armada de EEUU en el país.
Paralelamente, la Casa Blanca ha anunciado un régimen de sanciones que pretende ahogar a las empresas iraníes. Cualquier intercambio comercial que beneficie directa o indirectamente a Irán será penalizado, un sistema usado desde hace décadas con Cuba.
Según Clinton «el objetivo de las sanciones es provocar un cambio de actitud» del gobierno iraní.
La secretaria de Estado afirmó que dirigentes de países como Irak, Afganistán, Arabia Saudita o Qatar se muestran preocupados por el desarrollo del programa energético iraní. «Muchos dirigentes me dicen que les preocupan las intenciones de Irán», ya que «no quieren vivir en una región en la que se sienten amenazados», dijo.
Unas alianzas muy criticadas
Expertos en geopolítica han criticado las alianzas de EEUU en la región afirmando que gobiernos como los de Irak o Afganistán no están legitimados a día de hoy para brindar su apoyo a posibles sanciones. Cabe recordar que Naciones Unidas ha reconocido abiertamente los altos niveles de corrupción e inestabilidad que existen en estos países, que además disponen de líderes con un bajo nivel de aceptación popular.
También se han vertido duras críticas por la visita de Clinton a Arabia Saudita, una monarquía absolutista sin sistema de partidos políticos ni elecciones que todavía se mantiene como un sistema feudal en el que la dinastía de los Al-Saud gobierna concentrando toda la autoridad.
Algo parecido pasa con Qatar, un país criticado por su sistema político, falto de democracia. Además, varias ONG’s y instituciones denuncian el incumplimiento constante de los Derechos Humanos más básicos.
El jefe de la agencia nuclear iraní, Ali Akbar Salehi, citado por la agencia de informaciones Ilna, afirmó que Estados Unidos, Francia y Rusia desconfían de la voluntad pacífica del programa energético pese a no disponer de pruebas firmes que demuestren sus acusaciones.
Ahmadineyad advierte que existe un plan premeditado
Mahmud Ahmadineyad denunció la pasada semana, que Estados Unidos y ciertos sectores de la oposición iraní están llevando a cabo un doble plan de desestabilización en el país que tiene como objetivo sacar del poder al actual gabinete de gobierno. Según Ahmadineyad, la inteligencia norteamericana estaría trabajando en dos frentes paralelos: el primero, de carácter interno, consistiría en el financiamiento de grupos opositores que llevan a cabo acciones violentas para desprestigiar a la Guardia Revolucionaria y al Gobierno actual, que se verían obligados a endurecer la reacción.
Como segundo frente de carácter externo, según el líder de la Revolución islámica, el gobierno de Barack Obama está estableciendo alianzas militares con los países vecinos para «acorralar» a Irán. Esta estrategia vendría acompañada por la campaña de sanciones y acusaciones que ha iniciado la Casa Blanca recientemente.
Cabe destacar que Irán se encuentra rodeado por un conjunto de países aliados de EEUU y afines a sus intereses en la zona. Irak y Afganistán se encuentran ocupados por ejércitos occidentales, con una gran presencia norteamericana. Turquía, por su parte, siempre se ha mostrado predispuesta a colaborar con los planes del Pentágono en la región, brindando sus bases militares a posibles operaciones de las fuerzas armadas estadounidenses.
Otro país vecino, Pakistán, que ya cuenta con la bomba atómica, no ha sido condenado ni temido por Occidente debido a su sumisión a los intereses de Washington.
Pese a este clima de tensión, Osama Nugali, portavoz del Ministerio saudí de Exteriores, dijo que «El proceso de paz es, por supuesto, la principal cuestión» que se tratará en las conversaciones con Clinton. «Nuestra posición sigue siendo la misma: necesitamos que se reactive el proceso de paz», recalcó.