A pesar de que los ataques del ejército birmano continúan causando la muerte de civiles y la destrucción de cientos de casas, iglesias, escuelas y aldeas, el Consejo de Seguridad de la ONU, aun reconociendo la violencia en todo el país, se limitó a emitir un comunicado de prensa en el que sus miembros «expresaban su profunda preocupación por los nuevos actos de violencia registrados en todo Myanmar».
La declaración del Consejo de Seguridad de la ONU, publicada el viernes 10 de noviembre, fue motivo de decepción para 521 organizaciones de la sociedad civil (OSC) locales, regionales e internacionales.
Salai Za Uk, de la Organización Chin para los Derechos Humanos, en una declaración emitida por la alianza de las OSC, dijo:
«Mientras el Consejo de Seguridad de la ONU se reunía para discutir la situación en Myanmar, las fuerzas militares quemaban más casas en Thantlang».
El 30 de octubre, el ejército birmano intensificó sus ataques contra la ciudad de Thantlang al disparar armamento incendiario contra zonas residenciales, destruyendo cientos de casas y desplazando a miles de personas civiles».
Salai Za Uk informó que, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU no tomaba una decisión y no actuaba contra el ejército, éste continuaba su destrucción desenfrenada y sin sentido en el estado Chin.
«Desde agosto, [el ejército birmano] ha quemado, destruido y vandalizado al menos 22 iglesias y edificios religiosos en el estado Chin».
La declaración de la alianza de las OSC señalaba que la falta de acción por parte del Consejo de Seguridad de la ONU tenía una explicación. Algunos de sus países miembros se benefician de la venta de armas al ejército birmano.
«Los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, entre ellos India y Rusia, han transferido y vendido armas y productos de doble uso a la junta militar de Myanmar desde el intento de golpe de estado, mientras que China es un importante proveedor de armas y realiza negocios con conglomerados militares.»
Un grupo independiente de ex investigadores de la ONU y personas expertas en derechos humanos del ámbito internacional, trabajando actualmente como Consejo Asesor Especial para Myanmar o SAC-M advirtió, en una declaración publicada en octubre de 2021, que «la ONU estaba al borde de otro fracaso en Myanmar».
La declaración del SAC-M criticó al Secretario General de la ONU por su «falta de liderazgo» y señaló que «la parálisis en el Consejo de Seguridad ha añadido ocho meses más a los años de fracaso en Myanmar».
Yanghee Lee, ex relatora especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Myanmar y miembro fundador del SAC-M, declaró:
«El nivel de violencia que Min Aung Hlaing [el comandante en jefe] está infligiendo a la población es un claro indicio de que no controla nada. La junta militar es el origen de la violencia y deducir lo contrario es un grave error de interpretación».
Salai Za Uk indicó que la ineficacia en el liderazgo del Consejo de Seguridad de la ONU había erosionado la confianza en la capacidad de la organización para hacer su trabajo de forma eficiente e intervenir para detener los ataques del ejército birmano contra la población civil.
«¿Cuántas vidas más deben cobrarse y cuántos municipios más deben ser destruidos antes de que la situación justifique algo más que una declaración por parte del organismo mundial?»
Naw Htoo Htoo, directora de programas del Grupo Karen para los Derechos Humanos o KHRG, declaró en una entrevista con Karen News que la inacción del Consejo de Seguridad de la ONU no es nada nuevo.
«Llevamos décadas abogando por acciones contundentes del Consejo de Seguridad de la ONU contra el ejército birmano, mucho antes del reciente golpe militar de febrero de 2021, y nos hemos sentido constantemente decepcionados por su falta de acción».
Naw Htoo Htoo comentó que el fracaso del Consejo de Seguridad de la ONU permite a los militares seguir comprando armas.
«Estamos perdiendo la fe en el Consejo de Seguridad de la ONU como organismo mundial, con el mandato o la supuesta obligación de comprometerse con la paz y la estabilidad en todo el mundo. Conoce bien, a través de sus extensas misiones de incidencia, lo que los militares hacen contra las personas civiles, y debe escuchar al pueblo birmano».
Naw Htoo Htoo explicó a Karen News que la falta de acción del Consejo de Seguridad ha dado a los militares la oportunidad de continuar como siempre con su violencia contra la población civil.
«Cuanto más se demore el Consejo de Seguridad de la ONU en su acción contra la junta militar, más acceso a armas tendrá el ejército para utilizarlas contra la ciudadanía, que sigue viviendo aterrorizada en su vida diaria».
Naw Htoo Htoo criticó a los países por seguir vendiendo armas a los militares de la junta, a pesar de la continua quema de municipios y el desplazamiento de cientos de miles de personas.
«Rusia y la India continúan proporcionando armas, mientras que China sigue siendo un importante proveedor de armamento. Pase lo que pase sobre el terreno, no tiene nada que ver con ellos. No les importa lo que le ocurra al pueblo birmano. Solo les importa el beneficio económico».
Naw Htoo Htoo dijo que las «preocupaciones» del Consejo de Seguridad de la ONU no tienen ningún valor para la ciudadanía birmana.
“La palabra preocupación no tiene ningún valor. Nunca van más allá de esta posición de preocupación. Hemos visto su fracaso a la hora de tomar medidas, no sólo ahora, sino con las violaciones de los derechos humanos en las zonas de las minorías étnicas, incluyendo los ataques genocidas contra la etnia Rohingya. El hecho de que el Consejo de Seguridad no tome medidas enérgicas permite la impunidad de los militares en Myanmar. El papel de la ONU debe ser revisado con urgencia”.
Fuente original en inglés: https://www.bnionline.net/en/news/un-security-council-again-fails-people-burma-more-concern-no-action