Seatle 99 fue el comienzo de un proceso de articulación de los movimientos sociales en lucha contra el modelo neoliberal y en estos cinco años hemos dado muchos pasos en una construcción de alternativas. Asombra que no hubo un encuentro de movimientos sociales para el enfrentamiento con la OMC ni antes, ni durante, ni al […]
Seatle 99 fue el comienzo de un proceso de articulación de los movimientos sociales en lucha contra el modelo neoliberal y en estos cinco años hemos dado muchos pasos en una construcción de alternativas. Asombra que no hubo un encuentro de movimientos sociales para el enfrentamiento con la OMC ni antes, ni durante, ni al fin de aquella fracasada conferencia, sino que fue una lucha que surgió de las incipientes alianzas entre las organizaciones y movimientos sociales que posteriormente fue consolidándose como un proceso por forjar un espacio de reflexión y de articulación de luchas contra el modelo neoliberal. La paternidad del Foro Social es de todos y de todas, desde lo local hasta lo global, y estamos en un proceso no solamente los presentes aquí, sino también aquellos que no están porque el FSM no es una estructura sino un espacio libre de lucha.
Desde el primer Foro en Porto Alegre, con una participación de diez mil activistas, a hoy con un Foro de ciento cincuenta mil, hemos crecido en popularidad y en el deseo de construir espacios de lucha. Esta popularización del movimiento de los Foros es positiva, pero también genera exigencias de que sea no ya un turismo de foros sino una plaza de luchas sociales contra el neoliberalismo. Debemos tener la seguridad y la plena confianza en la madurez de los movimientos sociales en avanzar sobre territorios nuevos, no ya en los cambios de metodologías, que es el traje, sino cambiar y activar lo que son los objetivos de fondo de los foros sociales, que son la transformación de la sociedad y en este sentido los movimientos sociales debemos resistir las tentaciones conservadoras y avanzar en propuestas de acción. No vale un menú de mil acciones a hacer sino, tenemos que concentrar los objetivos y las estrategias en pocos elementos fundamentales: La lucha contra la guerra, contra la «liberalización» del comercio y la OMC, contra el machismo, contra la discriminación de los excluidos. Hay que salir del Foro sabiendo que hacer y cuando.
El Foro Social Mundial no es patrimonio de nadie, es patrimonio de las luchas y no debe haber ningún miedo a los desafíos del futuro. El Foro al final es un instrumento para transformar la sociedad no es un fin en si mismo y sus tiempos y periodicidades tienen que responder a los tiempos de lucha. Davos no es nuestra referencia sino que tenemos que responder a nuestras necesidades y objetivos. Hacer un Foro social mundial anual es poner el carro delante de los bueyes, no lo necesitamos, nos ahoga y al final es un impedimento. El intervalo de dos años es más que suficiente, un año mundial y otro regional y local.
El Foro no tiene patente ni pueda dar patente de corso para que sirva a los intereses de otro, ni pagamos «royalties». Han surgido Foros sociales a nivel continental, regional y local, cada uno con su metodología, cada uno con su realidad política, social y económica, todos bajo los principios del FSM que deben ser la garantía del buen hacer. No es posible que se use el sello del FSM para darlo a un Foro si y a otro no, este es un proceso que viene de lo local a lo global y no podemos ser desde el Consejo Internacional quienes demos el parabien o el paramal a las iniciativas locales. De la misma manera que el Foro de Mumbay tuvo un enorme éxito y repercusión, también lo tendrá el que haremos en África. Desde vía campesina nos comprometemos a movilizar para que así sea.