El líder del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), Al Haj Murad, firmará el próximo lunes el acuerdo de paz con el Gobierno filipino para acabar con décadas de lucha armada que han causado decenas de miles de muertos, informó ayer la prensa local. El portavoz presidencial, Edwin Lacierda, indicó que el acuerdo, anunciado el […]
El líder del Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), Al Haj Murad, firmará el próximo lunes el acuerdo de paz con el Gobierno filipino para acabar con décadas de lucha armada que han causado decenas de miles de muertos, informó ayer la prensa local.
El portavoz presidencial, Edwin Lacierda, indicó que el acuerdo, anunciado el pasado domingo en Kuala Lumpur (Malasia), será rubricado en el Palacio presidencial de Malacañang, donde Murad acudirá acompañado de la delegación negociadora de la guerrilla.
El acuerdo marco alcanzado por los equipos negociadores del Gobierno y del FMLI, encabezados por Marvic Leonen y Mohagher Iqbal, establece la creación de una nueva región autonómica en Filipinas que se llamará «Bangsamoro», como los musulmanes del país designan a su tierra ancestral.
Bangsamoro, vocablo que significa pueblo musulmán, integrará todas aquellas áreas del sur de Filipinas donde la comunidad islámica es mayoría.
Lacierda dijo al canal de televisión GMA que el acuerdo supondrá los «cimientos» de la nueva entidad política, cuyo desarrollo deberá acordarse en conversaciones posteriores.
Estas negociaciones se encauzaron a partir del establecimiento de un alto el fuego en agosto de 2001, seguido dos años después por la firma del Acuerdo General de Cese de Hostilidades, aunque los enfrentamientos nunca hayan cesado del todo.
El FMLI nació de una escisión del histórico Frente Moro de Liberación Nacional, cuando éste aceptó negociar una solución que no fuese la independencia, y fue constituido formalmente en 1984.
La organización cuenta con unos 12.000 militantes en la actualidad.
Casi cuatro décadas de conflicto étnico, religioso y tribal han ocasionado miles de muertos y cerca de dos millones de refugiados en una de las áreas más pobres de Filipinas.