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La lucha por la identidad indígena en territorio argentino

El Gran Chaco construye su propia historia

Fuentes: Agencia Periodística del Mercosur

Pese a ser victimas sociales, las comunidades indígenas como la Toba, cuentan con proyectos propios de trabajo, de educación, de cooperación, de planificación social y de organización comunitaria expandida sobre el territorio argentino. A la llegada de los españoles, cientos de comunidades Tobas estaban expandidas desde el Río de la Plata hacia el norte, a […]

Pese a ser victimas sociales, las comunidades indígenas como la Toba, cuentan con proyectos propios de trabajo, de educación, de cooperación, de planificación social y de organización comunitaria expandida sobre el territorio argentino.

A la llegada de los españoles, cientos de comunidades Tobas estaban expandidas desde el Río de la Plata hacia el norte, a lo largo y ancho del Gran Chaco. Ya en la modernidad, las guerras, las matanzas, los desmontes forestales y el agotamiento de recursos de subsistencia obligaron a muchos originarios a emigrar a ciudades como Chaco, Formosa, Santa Fe y Salta, a zonas rurales y urbanas.

Las comunidades se adaptaron a los modos de vida nuevos, a una nueva forma de comunidad, muchos confinados a vivir en reservas indígenas y otros obligados a migrar del campo a la ciudad a nuevos barrios o villas con nuevos oficios, intentando sobrevivir.

El destierro en muchos casos obligó a la conformación y reorganización de comunidades, en otros a buscar otras alternativas de subsistencia. Los tiempos de un sistema capitalista voraz no deja grietas y todos somos víctimas, aunque muchos encuentran saltos de rebeldías.

Julio César Leiva es de la comunidad Toba vive en la zona del Interfluvio, al norte de la provincia de Chaco. Es el territorio de Teuco-Bermejito, son 150 mil hectáreas salvaje y natural, conocida como el Interfluvio porque se trata de una superficie con cuencas cercanas, lagunas pequeñas pero profundas.

Julio cuenta como la comunidad creó el Proyecto de Bosques Tropicales, que posibilitó a la asociación Meguesoxochi (Cacique que debió entregarse a los militares para que estos no avanzaran sobre su comunidad) impulsar distintas iniciativas: «las comunidades trabajan la ganadería en menor grado, con la conformación de la cooperativa (el Proyecto) trabajamos la madera, es un trabajo sostenible, es decir se hace un ordenamiento territorial donde hay un lugar para trabajar la apicultura (con la miel), para la explotación de la madera, para hacer el trabajo siervo pastoril y para el turismo. Se hizo un inventario forestal, se estudio la madera, consiste en trabajar sobre 20 mil hectáreas, en un año se cortan 100 hectáreas mientras que las mujeres hacen viveros forestales, hacen plantines del algarrobo, la madera autóctona del lugar. Cuando se pasa a trabajar en las segundas 100 hectáreas, en las primeras ya se va a plantar los plantines del árbol». Es un trabajo de rotación explica con entusiasmo Julio.

Pero también está el trabajo de los apicultores y el de los artesanos, cuyos productos se puede encontrar en Villa Río Bermejito donde venden sus mercaderías y donde funciona el consejo de la Cooperativa Tala nacona•t (Interfluvio Qoom). La Cooperativa fue la manera jurídica necesaria para poder llevar adelante el proyecto.

En cuanto al área de ecoturismo, está desarrollado por los más jóvenes, los ecoguías tobas y criollos que se capacitaron en la Escuela de Guarda parques de la provincia de Tucumán. Ellos son los encargados de mostrar el circuito turístico a cualquier visitante. El recorrido se lo puede hacer en lancha o bicicleta y en las comunidades criollas el paseo es a caballo. En el proyecto trabajan comunidades indígenas y criollas el objetivo es mejorar sus condiciones de vida, es la posibilidad de obtener ingresos por su trabajo, siempre manteniendo el respeto al ecosistema, a la madre tierra que tanto brinda.

Julio también trabaja con un equipo de «Arte y comunicación» lo hace con los chicos de la zona realizan videos, filmaciones, ediciones además de formar parte de la Red de Comunicadores Indígenas, cree que «lo más importante siempre es fortalecer la comunidad», que crece con el trabajo de cada miembro, como la señal de la paloma sinónimo de resistencia toba: que siempre vuelve, que sigue viva.

Es inevitable que la interculturalidad que nos caracteriza sea dejada de contexto porque ella es esencia de nuestra identidad. Es fácil hablar de las invasiones españolas de hace 500 años atrás pero es difícil entender que lo que hoy sucede y nos toca vivir es consecuencia de aquello. La religión, la educación, las modas, los trabajos, las costumbres; cada día se nos impone algo, conquistas españolas que avasallan a pueblos a los que robamos cada día. Siempre hay invasores y también invadidos.

Hay que inculcar la Educación como «valor indispensable de la liberación» afirman muchos, será que es una de las pocas herramientas transformadoras que pueden lograr otros saltos de rebeldías.

Alfredo González es chaqueño pero vive en Rosario provincia de Santa Fe, es docente en la Escuela Nº 1344, Cacique Taigoyé, que es bilingüe qom-español del barrio Toba de Travesía y Almafuerte: «la escuela se creo en el 90 yo entre en el 93, empezó en una casa, en un galpón y hoy ya tiene 440 alumnos, yo estoy enseñando mi lengua, la cultura toba para que no se pierdan nuestras costumbres para que viva y no muera».

La escuela ubicada en la comunidad educativa Rosa Ziperovich de Rosario, cuenta con un edificio propio, a ella concurre alumnos de nivel inicial hasta 9º año.

Se estima que en la ciudad de Rosario hay alrededor de entre 20 y 25 mil tobas provenientes de migraciones internas desde la provincia de Chaco, la comunidad más grande fuera de ese territorio. Estas cifras estimadas por los mismos referentes indígenas de la zona difieren de los muestreos oficiales del INDEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) ya que no hay censos oficiales. Según una encuesta complementaria de los Pueblos Indígenas (2004-2005) en las regiones de Formosa, Chaco y Santa Fe se habrían reconocido como pertenecientes o descendientes del pueblo Toba o Qomm 47.591 personas cifras que no reconocen las mismas comunidades, ya que ellos creen que la cifra es superior.

Los barrios de Travesía y Almafuerte, como muchos otros del país, no escapan al problema de las tierras, ya que está asentado sobre terrenos privados. Alfredo fue convocado para realizar micros radiales de 10 minutos para ser emitidos por Radio Nacional, en Rosario, para hablar de temas indígenas, de la cultura, de las comunidades y sus problemáticas, «para que la sociedad se entere» dice el docente.

Pero entusiasmado también habla de sus alumnos: «estamos formando chicos, queremos que ellos terminen la primaria, la secundaria y hablen su lengua y que no tengan vergüenza por ser toba porque eso es lo más bueno, que una persona pueda decir con orgullo cual es su raza» dice convencido Alfredo.

Y continua: «hay que hablar de esto, hay que concientizar a la gente para que entiendan para que sirve nuestra lengua, para el mañana. Tenemos que estar unidos y trabajar juntos. Para que los chicos puedan seguir una carrera, para que este sistema de opresión-imposición termine y sean ellos mismos los protagonistas del mañana, pero siempre manteniendo nuestra cultura, contando nuestra historia».

Los saberes construyen, las identidades también pero el origen es uno solo y hay que saberlo llevar y transmitir con tanto orgullo y respeto por los demás como lo expresa Alfredo, en una Escuela donde la interculturalidad se hace a cada instante, donde «la diferencia es la que suma» (como dijo otra maestra) pensando siempre en un mañana, buscando herramientas para terminar con la opresión, la educación vuelve a ser el camino de la liberación.

OCASTFE es la Organización de Comunidades Aborígenes de Santa Fe integrada por 33 comunidades, del Pueblo Qom y Mocoví, y está llevando adelante las Primeras Jornadas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas a realizarse los próximos días 26 y 27 de septiembre en la Universidad Tecnológica Nacional de la provincia.

Ofelia Morales es del Pueblo Qom de Rosario y es Secretaria General de la organización y cuenta al respecto: «La idea es trabajar sobre la situación y los derechos de los Pueblos Originarios en Argentina y de lo que pasa en nuestra provincia, van a venir invitados como Jueces de la Nación y profesionales sobre los derechos Indígenas, el objetivo es para concientizar y sensibilizar a la sociedad en general. Porque se dice que hay indígenas pero no se reconoce quienes son, todavía no estamos inscriptos en la Constitución de la Provincia, hay leyes que han logrado las comunidades como la Ley 11078, la restitución de las Tierras como reparación histórica pero los gobernantes, los empleados de las oficinas públicas cuando se les hace los reclamos dicen desconocer de estos derechos» expresa Ofelia teniendo la experiencia de que cada oportunidad es un espacio de lucha que hay que pelear.

Junto a OCASTAFE hay otras organizaciones convocantes como la Asociación de Amigos del Aborigen, ENDEPA (Equipo Nacional de Pastoral Aborigen), Misereor y uno de los promotores es el Gobierno de Santa Fe, casualmente uno a los que les cuesta reconocer los derechos ya conquistados. Y como dice Ofelia «todo se va a hablar», para eso van a estar.

Se espera la participación de Pueblos Indígenas de todo el país como Misiones, Chaco, Formosa, Salta y Santiago del Estero.

La Constitución Nacional Argentina reformada en 1994, en su artículo 75, inciso 17 toma partido de los Asuntos Indígenas, además nuestro país ratifica el Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo, por el cual el Estado Argentino reconoce a los pueblos indígenas, entre otros derechos, su integridad cultural, sus tierras, su forma de organización social, económica y política y el derecho a mantener sus costumbres. Por si a algún Gobernante en especial se le olvidaba.