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El ayuntamiento hispalense aplica el programa cubano

El método de alfabetización cubano «Yo sí puedo» llega a Sevilla

Fuentes: cubainformacion.tv

Manuel Silva es el concejal de Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Sevilla, ciudad que ha comenzado a aplicar el método de alfabetización cubano «Yo sí puedo». Pertenece al Partido Comunista de Andalucía (PCA) y a Izquierda Unida. En esta entrevista explica a Cubainformación TV cómo surge este proyecto y qué objetivos persigue en una […]

Manuel Silva es el concejal de Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Sevilla, ciudad que ha comenzado a aplicar el método de alfabetización cubano «Yo sí puedo». Pertenece al Partido Comunista de Andalucía (PCA) y a Izquierda Unida. En esta entrevista explica a Cubainformación TV cómo surge este proyecto y qué objetivos persigue en una ciudad del llamado Primer Mundo como es Sevilla.

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¿Como surgió la idea de este proyecto?

Fue a partir de la llegada al gobierno de la ciudad de Izquierda Unida, del PCE, en el año 2003. Teníamos conocimiento de la iniciativa de la Revolución cubana de alfabetizar a su población en la década de los sesenta. Aquí hicimos un estudio para saber el nivel de instrucción de la población sevillana y encontramos que, lejos de lo que se pudiera pensar una ciudad europea, del Primer Mundo, con 700.000 habitantes, capital de una comunidad autónoma, tiene 20.000 analfabetos totales y 40.000 personas de las que no se sabe su nivel de instrucción.

Esto nos sitúa con unos indicadores de formación absolutamente espeluznantes, que nos llevan sin duda a la precariedad laboral y a la explotación. Comenzamos a trabajar con la idea de importar el método de alfabetización que tiene mucho éxito en Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Comenzamos un trabajo largo con el gobierno y las instituciones cubanas, que nos llevó a tener listos en el periodo de un año los instrumentos para comenzar en Sevilla la alfabetización.

Es un método nítidamente revolucionario, de ahí que costara trabajo llevarlo a las instituciones de una ciudad como Sevilla, que en ningún caso están posicionadas en planteamientos transformadores, revolucionarios como este método. Pero finalmente lo conseguimos y en enero del 2007 comenzamos a aplicar este programa, que ha permitido que en la primera fase, una fase experimental, ya en un grupo de 100 tengamos 77 personas alfabetizadas, y que iniciemos la fase de generalización del programa para intentar en los próximos 4 años que en Sevilla no exista ninguna persona analfabeta.

Es un proyecto pionero, importamos lo mejor de la Revolución cubana, y lo aplicamos en una ciudad en Europa, y esperamos que con una población que aprende a leer y a escribir los ciudadanos sean más libres, tengan una conciencia mas crítica, y sobre todo demostremos que lo hecho anteriormente por la socialdemocracia en materia educativa no servía, frente a un método como éste, revolucionario, útil y que en dos meses y medio consigue que una persona que no sabe leer ni escribir lo consiga. Imagino que esa adaptación en el método de la que tú hablabas no es sólo por una cuestión ideológica, sino también de costumbres, idioma, etc…

Efectivamente, nos encontrábamos con un método que estaba pensado para el ámbito latinoamericano, con toda la peculiaridad y singularidad de su lenguaje. Inicialmente en la fase experimental utilizamos el material audiovisual (65 teleclases de las que consta el método, que es un método primero, de corte audiovisual y segundo, que se basa en la conjunción y en la combinación de aprendizaje de letras y números), y comenzamos a trabajar con el formato venezolano, pero se nos hacía difícil poder extenderlo masivamente si no hacíamos una versión local, una versión andaluza. En este momento estamos trabajando en la aplicación y la adecuación del método, y las clases se están diseñando ya con actores andaluces y con los giros de nuestra manera de expresarnos, que es también muy peculiar. Esperemos que en poco tiempo ese material ya esté listo para toda la red de cooperantes, de facilitadores y de asociaciones que nos apoyan, para lanzarlo masivamente a la sociedad sevillana. Todo a pesar de que la estadística oficial dice que somos una ciudad muy moderna y preparada, negando que es una ciudad con muchos problemas.

¿Cuántas personas se necesitan para aplicar el método en una población como Sevilla? ¿Cómo es todo ese proceso?

La verdad que el método «Yo sí puedo» tiene una característica central que supera a los métodos pasivos, que es su flexibilidad. Partimos de un material audiovisual y de una pequeña instrucción a la persona que va a poner ese video. Hay que decir que nos enfrentamos a un contexto de personas que tienen unas dificultades terribles: mujeres que están cuidando hijos, personas mayores que no pueden salir de casa, personas que no quieren declarar su analfabetismo o personas mayores que cuidan a los nietos y no tienen tiempo para dedicar a formarse. El método se adapta a la persona, a cada caso, hasta el punto de que son las 65 teleclases, las que dirigen todo el proceso. El instructor, el facilitador, se pone detrás del video y va ayudando, ajustando los detalles que por parte del alumnado no se comprendan. Se ocupa además especialmente de esa parte de carácter emocional, humano del que está aprendiendo. Cuidar para que no se abandone el programa, reforzar cuando la persona se viene abajo porque no esta adquiriendo el ritmo que quisiera o las habilidades…

Esto nos permite en 2 meses y medio hacer que esa persona sepa leer y escribir y sobre todo, pueda comprender, por lo tanto obtenemos resultados de una manera rápida.

No olvidemos que el resto de métodos de alfabetización que se han conocido tardan entre 8 y 10 meses en enseñar a alguien a leer y escribir. Éste método lo logra en 65 clases, en definitiva, hemos hecho una adecuación casi especifica para cada persona. Eso permite que, cuando ya ha aprendido, se convierta a su vez en instructor, quiera enseñar a otros porque se siente participe de esa vocación de enseñar, de manera que tiene un efecto multiplicador extraordinario, porque de cada 100 alfabetizados surgen prácticamente 100 profesores y por lo tanto tenemos mas capacidad de llegar a mas gente, es como una gran espiral, un ejército revolucionario precioso.

¿Cómo ha sido ese primer acercamiento a estas personas?

Es muy complicado porque hablamos de personas que están en unos contextos dificilísimos, y donde, de manera sistemática, les han depauperado el valor de la educación. Para ellos y ellas el tener formación no es un elemento clave en su desarrollo vital, por lo tanto, partíamos del concepto de que lo importante era «llegar» al analfabeto, para luego tejer una red de contacto social que permitiera llegar a donde están.

Al final la persona que consigue que el analfabeto se apunte al programa es su vecino o la persona de la tienda, esa persona con la que tiene contacto diario, que le ofrece una garantía y una confianza y que le anima. Entonces la alianza va desde el párroco de la iglesia hasta el profesor del equipo de futbol, el vecino o el tendero, de manera que todos ellos han empujado en la dirección de sacar a la luz a esos analfabetos. Ellos nos han ayudado, nos han permitido llegar a sitios donde creíamos que nunca íbamos a llegar, población gitana, población muy desestructurada, población inmigrante que ya se ha incorporado… Es una dinámica que esperemos que no pare, que vaya a mas cada día y ojala, lleguemos en estos 4 años al menos a trabajar con esos 20000 situaciones concretas de analfabetismo que hay en Sevilla.

Habréis tenido que implicar a más organismos de la administración a la hora de llevarlo adelante ¿no?

Sí, efectivamente. El programa es un programa multilateral que necesita la cooperación de mucha gente. Partíamos de la cooperación y del trabajo coordinado con el Instituto Pedagógico Latinoamericano y del Caribe, que es quien tiene los derechos de difusión del programa en Cuba. A partir de ahí también trabajamos, en el ámbito pedagógico, con el Instituto Paulo Freire, que nos ayuda en la aplicación pedagógica de los métodos activos de enseñanza. Este programa ha tenido entre sus mayores dificultades al arrancar la enorme «soledad» en que ha tenido que hacerlo, porque viene a confrontar radicalmente con los métodos de enseñanza auspiciados por el sistema que tiene las competencias en materia educativa, en este caso la Junta de Andalucía.

Se ha apostado durante 25 años por un sistema «pasivo» de centros de adultos donde el analfabeto va «motu propio», y no ha tenido éxito. Este metodo, por tanto, nace rompiendo la dinámica anterior. Las instituciones públicas andaluzas lo miraban con recelo. De partida hemos tenido mas alianza en la base social que en el sistema institucional, es decir, las unidades de trabajo social, el equipo de dinamización juvenil, la entidad del centro cívico, la asociación de vecinos, que han visto que puede tener éxito. Son los que primero se han apuntado y ahora, tímidamente, el resto de la administración se va uniendo, pero el que sea un programa «revolucionario» marca en cierta manera la soledad a la que le han sometido, pero nosotros éramos militantes de esta idea, la hemos aplicado y la verdad que gracias al impulso del Partido Comunista, Izquierda Unida, hemos conseguido que se abra camino. En el futuro serán muchos los que se apuntarán, pero de momento ha tenido que ser el pulmón de la izquierda, el partido y la base social el que lo lleve a cabo.

A más largo plazo ¿sería ese uno de los objetivos, exportar el método a otros lugares?

Sí. En un primer momento estamos intentando desarrollar la generalización del programa, culminar con éxito la experiencia sevillana y hemos tenido encuentros con muchos ayuntamientos. Vamos a participar en el Foro Latinoamericano de Alfabetizacion 2008 que se celebra en La Habana, de manera que pongamos a disposición de todos nuestra experiencia.

Cuba puso a disposición del mundo su método, nosotros ahora queremos poner a manos de los ayuntamientos nuestra experiencia, decirles que es posible llevarlo a cabo en Europa, que desde un Ayuntamiento se puede lograr.

¿Habeis tenido interés por parte de otros ayuntamientos del llamado Primer Mundo?

Sí, son muchos ayuntamientos los que empiezan a interesarse por este sistema, sobre todo por lo que tiene que ver con la movilización social. Los facilitadores, los instructores son gente que cada vez más se vincula a la lucha por una construcción social equilibrada, y hay ayuntamientos que ya empiezan a preguntar. Por algún lado tenía que abrirse el camino. Lo hemos abierto nosotros en cierta manera y esperemos que en unos años cunda el ejemplo, porque es absolutamente claro que la situación del sur de España en materia de alfabetización es muy similar a la del sur de Italia, Grecia, o Portugal y por lo tanto tendrá que llegar un momento en que esto termine de romper los diques y se convierta en un método global de enseñanza. De hecho, la UNESCO ya lo está asumiendo.

Cuando desde Sevilla planteáis a Cuba que queréis traer a Europa el método, ¿qué os dijeron?

La verdad que son muchas las anécdotas en positivo que ha tenido la construcción de este proceso de alfabetización, pero quizá la mas llamativa fue nuestro primer contacto con la institución cubana en materia de educación y alfabetización, con el Instituto Pedagógico Latinoamericano y del Caribe. Veníamos trabajando con Cuba ya en materia de solidaridad, y el gobierno cubano por supuesto amparaba nuestras actuaciones en este campo, pero el Instituto Pedagógico Latinoamericano y del Caribe estaba trabajando sólo a niveles gubernamentales, con el Gobierno de Venezuela con la Misión Robinson, con el de Nicaragua, Bolivia, Mozambique, Paraguay… De repente, se presenta allí una ciudad con su carpeta que dice: «yo lo quiero hacer en Europa». Cuando les expusimos la situación, después de varias reuniones, llegaron a comprender que en Europa también había que hacerlo, pero costó trabajo que cuadrara y lo asumieran. Pero a partir de ahí el gobierno cubano tomó una decisión firme, y cuando este año hemos ido a trasladarles las conclusiones se han sorprendido mucho, lo han celebrado porque se demuestra que un método de carácter global se puede aplicar desde Nueva Zelanda hasta Sevilla, desde Mozambique hasta Paraguay.

¿Tenéis reuniones periódicas con la entidad cubana que creó el método?

Si, efectivamente, nuestro compromiso con el Instituto Pedagógico Latinoamericano y del Caribe pasaba por una autorización, por una coordinación directa por parte de los responsables intelectuales del programa. Nosotros queremos estar en sus manos para no tergiversar o no cambiar nada de lo que metodológicamente el programa contiene, porque la buena voluntad, a veces, puede torcer lo que es un método que tiene que aplicarse de una manera determinada, con unas pautas concretas. Ahora hemos hecho la reunión de coordinación, se ha estado trabajando con el material que ya tenemos listo y editado y seguiremos en 2008 para hacer la adaptación, que se grabará en video en Cuba con actores y actrices de Andalucía.

Así podremos generalizar, para extender masivamente el método, con un método 100% sevillano en lo que refiere a imágenes, vocablos, palabras, argots… de manera que queremos seguir aportando a Cuba nuestro granito de arena, demostrando que su método es eficaz y que tiene muchos aliados en el mundo, también en el Primer Mundo, de la mano de fuerzas de izquierda, que intentamos que la cultura, como decía Martí, haga libre al hombre, que el «ser cultos para ser libres» sea el objetivo de esta campaña.