Barack Obama, inflexible ante la política nuclear de Irán, renueva con Israel un acuerdo tácito, firmado en 1969 por Richard Nixon y Golda Meir. (Traducido para Rebelión por Gorka Larrabeiti)
La táctica del «doble rasero» en materia de política exterior sobre la energía nuclear es digno de Barack Obama, cuadragésimo presidente cuarto de los Estados Unidos de América, Premio Nobel de la Paz 2009.
Sí, porque el hombre del «cambio» en los EE.UU., que hace sólo dos semanas en Pittsburgh condenó enérgicamente la noticia, que más tarde se descubrió que no es tan nueva para la CIA a propósito de la segunda planta nuclear de Irán en Qom, no ha adoptado la misma intransigencia hacia Israel.
Que el gobierno de Jerusalén cuente desde hace muchos años con un arsenal nuclear no es un misterio para la comunidad internacional. Tampoco lo es el hecho -el Washington Times informaba de ello hace una semana- que Israel alcanzó un acuerdo inicial con los Estados Unidos sobre sus «derechos» nucleares el 25 de septiembre de 1969 (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=93182). A la cabeza de los dos gobiernos dos nuevos jefes de Estado recién elegidos. En la Casa Blanca tomaba el poder, respaldado por un amplio consenso popular, Richard Nixon, con el apoyo del super-Secretario de Estado Henry Kissinger. En lo más alto del gobierno israelí se sentaba la primera mujer l Primer Ministro de la historia de Israel, Golda Meir. La presente investigación mostró que, aunque no había ningún registro formal de los acuerdos, que, como es obvio, ambas partes siempre han negado, de hecho, se había alcanzado un acuerdo. Prueba de ello es una nota del mismo Kissinger encontrada en la biblioteca Nixon en 2007 y fechada 19 de julio de 1969 que dice: «Si bien lo ideal sería evitar la posesión real (de armas nucleares) de Israel, lo que realmente queremos es impedir que la posesión de Israel se convierta en una realidad internacional».
Cuarenta años más tarde el acuerdo tácito entre las dos naciones ha sido renovado, siempre de forma tácita, por Obama en mayo de este año al reunirse en Washington con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. La exclusividad del Washington Times se basó en los testimonios de tres «gargantas profundas» presente en la reunión entre los dos líderes durante el cual el líder estadounidense dijo que le gustaría mantener con vida a los términos del ’69 sin ejercer presión sobre Israel para que revele la posesión efectiva de las armas nucleares o para firmar el acuerdo de no proliferación de las armas nucleares (TNP).
La reunión de mayo con Obama, y todos los acuerdos posteriores entre los dos líderes políticos, ha permitido a Netanyahu hacer alarde de tranquilidad, aun cuando en el discurso ante la ONU, el presidente de EE.UU. reiteró la piedra angular de su política exterior: la el desarme nuclear internacional. «Está absolutamente claro a juzgar por el contexto del discurso que estaba hablando de Corea del Norte e Irán -sostuvo Netanyahu en la televisión israelí después- Recuerdo que en mi primera reunión con el presidente Obama en Washington recibí -le pedí- una lista detallada de las alianzas estratégicas que han existido durante muchos años entre Israel y los Estados Unidos sobre esta cuestión. Se lo pedí por algún motivo; por algún motivo me lo dieron».
Pocas horas después de las declaraciones de Netanyahu a la televisión israelí, Barack Obama interrumpió abruptamente el trabajo de Pittsburgh, acompañado por el presidente francés Nicolas Sarkozy y el primer ministro británico, Gordon Brown, para invitar formalmente al diálogo al presidente Mahmud Ahmadinejad, quien, horas antes, había «revelado el plan nuclear realizado por la República Islámica en la sagrada tierra de Qom». En esa ocasión, el presidente definioó el descubrimiento de «un desafío directo»de Irán al plan de no proliferación y tranquilizó a Israel, que a través de su ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, había indicado que era necesaria «una respuesta de forma inequívoca» de Irán durante el «5 +1» de Ginebra.
Esa condena de Obama vale hoy, sin que haya pasado siquiera un año desde su nombramiento, el Premio Nobel de la Paz.
Fuente: http://it.peacereporter.net/articolo/18276/Il+Nobel+dei+due+pesi+e+delle+due+misure