El principal escenario en que se manifiestan las contradicciones inter-imperialistas, se desplaza del Oriente Medio al Extremo Oriente. En concreto a la región de Asia-Pacífico y a la zona del Océano Indico. Las causas fundamentales son dos: a) La relativa autosuficiencia de EEUU en materia de combustibles; y b) el rápido ascenso de China que […]
El principal escenario en que se manifiestan las contradicciones inter-imperialistas, se desplaza del Oriente Medio al Extremo Oriente. En concreto a la región de Asia-Pacífico y a la zona del Océano Indico. Las causas fundamentales son dos: a) La relativa autosuficiencia de EEUU en materia de combustibles; y b) el rápido ascenso de China que pone en peligro la actual hegemonía norteamericana.
La utilización de técnicas de fracking (fracturación hidráulica) para la obtención de gas y petróleo a partir del esquisto bituminoso, ha permitido a EEUU alcanzar la autosuficiencia en la producción de gas, y se prevé que para el 2030 también la logre con el petróleo.
Esto hace que ya no le resulte tan imperioso mantener el control político-militar de la región de Oriente Medio, con el consiguiente ahorro de recursos (técnicos, económicos, militares, etc.) que ello conlleva, y que ahora puede emplear en otras zonas en las que le son más necesarios. Este nuevo escenario es el de Extremo Oriente.
Por su parte, China ha llegado a convertirse en la segunda superpotencia mundial y, según todos los pronósticos, para 2030 puede desplazar a EEUU de la posición hegemónica que actualmente ostenta. Esto hace que, a medida que pasa el tiempo, el complejo militar-financiero-industrial que gobierna en EEUU se encuentre cada vez más nervioso.
1.- El «talón de Aquiles» chino
Sin embargo, la posición estratégica de China es débil. El 90% de su comercio exterior depende de las vías marítimas. Por ellas exporta la mayor parte de las mercancías hacia África, Europa y América, y también por ellas recibe la mayor parte del combustible que necesita (cada vez en mayor cantidad) para el funcionamiento de su creciente industria.
China cuenta con cuatro corredores marítimos principales para aprovisionamiento de hidrocarburos (gas y petróleo). El primero, es el utilizado por los buques de menos de 100.000 Tm, y va desde África y Oriente Próximo hasta el Mar de China Meridional, atravesando el estrecho de Malaca (por el que pasa el 80% de las importaciones de petróleo de China) ; el segundo, empleado por los petroleros gigantes, a través de los estrechos de Sonda (entre Java y Sumatra) y Gaspar (entre Bangka y Belitung, en Indonesia); el tercero, desde Latinoamérica, pasa por aguas filipinas; y el cuarto, desde Oriente Próximo y África, pasa por los estrechos de Lombok (entre las islas de Lombok y Bali, en Indonesia) y Macasar (entre Borneo y la isla Célebes, también en Indonesia), y discurre por aguas filipinas y el Pacífico occidental.
Teniendo esto en cuenta y con vistas a un futuro conflicto con China, el imperialismo yanqui está reforzando su presencia militar tanto en Asia-Pacifico, como en el Océano Índico. En estos momentos, el 60% de sus fuerzas navales ya están concentradas en el Pacífico occidental, donde mantiene la Séptima Flota, mientras que la Quinta Flota se sitúa en el Océano Índico [1]. Al mismo tiempo, EEUU dispone de contingentes militares en Corea del Sur, Japón, Australia, Tailandia, Filipinas y Guam [2]. No obstante, los pilares básicos de todo este entramado son Japón, Corea del Sur y Taiwán.
La tupida red de bases militares (terrestres, aéreas y marítimas) que el imperialismo yanqui está tejiendo en torno a China, y el reforzamiento y modernización de sus actuales dispositivos militares, le está obligando a efectuar unos enormes gastos armamentísticos. Esta ha sido la razón de que los presupuestos militares estadounidenses para 2014, se hayan elevado a la astronómica cifra de 572.000 millones de dólares.
De cara al desarrollo de su estrategia, EEUU está aprovechando al máximo las rivalidades y contradicciones que enfrentan a algunos de los países de la región con el gran país asiático. Este es el caso de las islas Paracelso, en el Mar de China Meridional, disputadas entre China, Vietnam y Taiwan, y ocupadas por China en 1974; de las Islas Spratleys, también en el Mar de China Meridional, y que son disputadas por China, Taiwan y Vietnam y, una parte del archipiélago, por Malasia y Filipinas; y de las Islas Senkaku/Diaoyu, en el Mar de China Oriental, disputadas entre China y Japón. Es significativo que tanto en el entorno de las Islas Spratleys, como en el de las Senkaku/Diaoyu, existan yacimientos de gas y/o petróleo.
Así mismo, EEUU está intensificando sus esfuerzos para reforzar la cooperación con otros países, como Brunei, Vietnam [3], Laos y Birmania. Por otra parte, también se está produciendo un acercamiento del imperialismo yanqui hacia la India, país que firmó un acuerdo de cooperación bilateral con la OTAN en febrero de 2012.
2.- China reacciona
Por su parte, China es consciente de que en un futuro no muy lejano pueda sufrir el bloqueo de sus rutas marítimas de abastecimiento y, para evitarlo, está llevando a cabo un proceso de desarrollo y modernización de su marina de guerra. En ese sentido, ha iniciado la construcción de unos veinte submarinos, que vendrían a unirse a los cinco submarinos nucleares de ataque SSN, al submarino estratégico SSBN y a los treinta submarinos convencionales (diesel/eléctricos), con que cuenta actualmente. Además, China también está reforzando su flota de superficie. Ha reducido el número de sus patrulleras a la mitad, pero ha aumentado el de sus buques de alta mar (de más de 2.000 Tm) hasta un total de 60 navíos.
Al mismo tiempo, también está desarrollando una red de bases navales de protección de sus líneas de abastecimiento, el llamado «collar de perlas chino» que, partiendo de la isla de Hainan, en el Mar de China Meridional, se asentaría en Camboya, pasaría por el estrecho de Malaca, las islas Coco (Birmania), hasta el puerto de Chittagong (Bangladesh), el de Hambantota (Sri Lanka), el de Marao (islas Maldivas), hasta el puerto de Gwadar (Pakistan) y, por el estrecho de Bab El-Mandeb se dirigiría hasta Puerto Sudán.
En cuanto a sus preparativos militares en tierra, hay que citar la construcción de la «Gran Muralla subterránea». Una red de túneles de unos 5.000 Km de longitud, en la que puede albergar y por la que puede desplazar sus misiles balísticos. Esta gigantesca construcción llevada a cabo por el EPL, durante unos diez años (desde 1995), no es ningún secreto. Su existencia fue divulgada por un diario de Hong Kong, el Ta Kung Pao, en diciembre de 2009.
En relación con esto, parece ser que China cuenta con un arsenal de unas 3.000 cabezas nucleares, y no de 300 como se creía hasta hace poco. Además, los chinos han sustituido el combustible líquido de sus misiles tierra-tierra por otro sólido, que les permite desplazarlos más rápidamente y lograr un mayor alcance mayor que ahora sería de unos 11.000 Km.
Por otra parte, China está tratando de diversificar sus suministros. De ahí que se haya lanzado a desarrollar varios proyectos, como el de la construcción de una red ferroviaria que una a los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de la que China forma parte; la construcción de un oleoducto directo entre el puerto de Sittwe (Birmania) y la ciudad china de Kunming, en la China meridional; y la construcción de un canal en el istmo de Kra, en la península de Malaca (cuya parte este pertenece a Tailandia y la oeste a Birmania).
En cuanto a sus fronteras norte y noroeste, en la parte continental, China tiene sus flancos relativamente protegidos por su alianza estratégica con Rusia y su pertenencia a la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS). Igualmente, China también tiene garantizada una parte del suministro de gas y petróleo, procedente de Rusia y de Kazajistán, aunque no en la cantidad suficiente como para hacer frente a todas sus necesidades energéticas. Sin embargo, la seguridad china tiene dos puntos débiles. Uno de ellos, en el noroeste, es la guerrilla islamista de Xinkiang. Pero el otro, el más importante, se sitúa en el norte, y es el de Mongolia.
3.- Las relaciones chino-mongolas
Respecto a este país hay que decir que, actualmente, el 70% de sus exportaciones (especialmente las mineras) se dirigen a China, y que son numerosos los chinos que trabajan en Mongolia. Por ejemplo, en las instalaciones mineras de Oyu Tolgoï, pertenecientes al consorcio anglo-australiano Rio-Tinto, trabajan 6.000 chinos en la extracción de cobre (el 40% del total de su plantilla).
El gobierno mongol ve con recelo la influencia rusa y china en su país. Por ello, vigila las inversiones extranjeras en Mongolia, sobre todo las de las empresas estatales chinas. Una muestra de su desconfianza hacia China es que Mongolia proyecta extender la red del ferrocarril hasta las explotaciones mineras de sur del país, pero no piensa conectar su red con la de los ferrocarriles chinos.
Además, está haciendo concesiones mineras a empresas occidentales (europeas y norteamericanas) en el sur del país, próximas a la frontera con China, tratando con ello de crear una especie de «tapón», en el que se involucrarían las potencias occidentales. Por su parte, EEUU está aprovechando la situación para tratar de establecer un acuerdo de cooperación militar con Mongolia.
4.- China e India, cooperación y conflicto
En su parte sur-suroeste, China hace frontera con la India. Entre ambos países existe desde bastante tiempo atrás una relación ambivalente, contradictoria, de enfrentamiento y cooperación. Por una parte, existen entre ellos, disputas territoriales desde principios del siglo XX. China no aceptó nunca la línea McMahon, que negociaron los colonialistas británicos con el gobierno de Lhasa en 1913. Mediante este acuerdo, los británicos se apoderaron de un territorio de unos 90.000 Km2 del sur del Tibet, en lo que hoy es el Estado indio de Arunachal Pradesh, que cuenta actualmente con una población de alrededor de 1.300.000 habitantes.
Además de que China no reconoce la soberanía india sobre ese territorio, también mantiene litigios fronterizos con la India respecto al Aksai Chin, al norte de Cachemira, administrado por China y reclamado por la India. Al mismo tiempo, China apoya las reivindicaciones paquistaníes frente a la India en Cachemira (Azad Cachemira y los Territorios del Norte, ocupados por Pakistán; y la reclamación de este país sobre Jammu y Cachemira, ocupados por la India). La India también acusa a China de apoyar a los grupos armados que operan en el NE del país [4], y recela del «collar de perlas» chino, por lo que ha optado por desarrollar su armada.
Sin embargo, entre la India y China también existen elementos de coincidencia, de colaboración, de convergencia y de complementariedad. Por ejemplo, la India forma parte del grupo BRICS, junto a China. En la Ronda de Dhoa, de la OMC, y en la Cumbre sobre el clima de Copenhague (2009), tanto la India como China apoyaron a los países emergentes. China apoya la propuesta de que la India, al igual que Brasil, forme parte del Consejo de Seguridad de la ONU, en calidad de miembro permanente.
En la Cumbre del grupo BRICS, celebrada en Delhi (2012), la India y China apoyaron la creación de un Banco de los BRICS, fuera del control del BM. Desde 1954, la India reconoce la soberanía china sobre el Tibet. Por su parte, China reconoció la anexión de Sikkim por parte de la India, en 1974. Actualmente, China es el principal socio comercial de la India. Los intercambios comerciales entre ambos países, pasaron de unos 3.000 millones de dólares, en el 2000, a unos 74.000 millones en 2011. A todo esto hay que añadir que cada vez son más los empresarios indios que tienen a China como modelo económico. Por todo ello, no se puede afirmar que la India sea un estrecho aliado de EEUU. Más bien habría que decir que se trata de un aliado vacilante e inseguro.
5.- Los tres pilares de EEUU
Japón.- Es el principal apoyo con que cuenta EEUU en la región de Asia-Pacífico. El 26 de diciembre de 2012, este país dio un giro más a la derecha, con el triunfo electoral de Shinzo Abe, perteneciente al ala ultraconservadora del Partido Liberal Democrático (Jiminto) y, además, que mantiene una posición negacionista (revisionismo histórico) sobre los crímenes de guerra japoneses.
Abe volvía a ocupar el puesto de Primer Ministro (que ya había ostentado entre 2006 y 2007), ahora con mayoría absoluta, contando con el apoyo de su aliado tradicional el partido de extrema derecha budista Nuevo Komeito, lo cual ha permitido un ascenso del nacionalismo fascista y el resurgimiento del militarismo japonés.
Entre sus intenciones está la de llevar a cabo una reforma educativa para «reforzar el patriotismo de los jóvenes», y la revisión de la Constitución, para permitir a las fuerzas armadas japonesas actuar en el exterior. Al mismo tiempo, las relaciones con China se han enconado a causa de la disputa sobre las islas Senkaku/Diaoyu.
Por otra parte, el gobierno de Shinzo Abe ha realizado algunos gestos significativos que han generado fuertes movimientos de rechazo, tanto en China como en las dos Coreas. Uno de ellos ha sido la visita al santuario shintoísta de Yasukuni, donde están enterrados un total de 14 criminales de guerra japoneses; y otro, la insinuación del Primer Ministro (enero 2013) sobre la posibilidad de que el Estado japonés pueda retractarse de las declaraciones de arrepentimiento por los crímenes cometidos en Asia entre 1910 y 1945 por el Ejército Imperial Japonés, en particular por los abusos sexuales a que sometieron a miles de mujeres coreanas. Esto hace que Japón se haya convertido en un aliado problemático para EEUU, ya que suscita el rechazo por parte de otros de sus aliados, como Corea del Sur y Taiwán, lo que hace surgir contradicciones que debilitan la alianza.
Taiwán.- Es otro de los aliados actuales de EEUU en la región de Asia-Pacífico. Esta isla fue el lugar al que se retiraron los restos del ejército reaccionario chino, tras el triunfo de la revolución en 1949. Si China no lo reconquistó fue porque los imperialistas yanquis situaron en sus aguas a la VII Flota para impedirlo. Sin embargo, con el paso del tiempo, las cosas han ido cambiando.
China ya no es un país socialista. Y, aunque los actuales dirigentes chinos continúan reclamando su soberanía sobre la isla, el entendimiento entre los gobiernos chino y taiwanés ha ido creciendo, al amparo del desarrollo de las relaciones económicas entre ambos. Actualmente, el 40% de las exportaciones taiwanesas se dirigen a China, y las inversiones directas en este país ascienden a los 100.000 millones de dólares, y a 200.000 millones si contamos las realizadas a través de Hong Kong.
En 2010, China y Taiwán ya firmaron el Acuerdo Marco de Cooperación Económica (ECFA), una especie de tratado de libre comercio. Hay que decir que Taiwán, al igual que China, también forma parte de la OMC, aunque no como Estado miembro sino en calidad de «territorio aduanero separado».
En enero de 2012, la reelección de Ma Ying-jeou (candidato del Kuomingtan), con un 51.6% de los votos, ha favorecido la distensión entre China y Taiwan. De haber triunfado la candidata del Partido Demócrata Progresista, partidario de proclamar la independencia de Taiwán, las contradicciones se hubiesen enconado enormemente.
Actualmente, siete de las 15 principales empresas exportadoras chinas, son filiales de empresas taiwanesas. Por otra parte, en Taiwán se ha ido produciendo un fenómeno de deslocalización de empresas que han ido a instalarse en el continente. Ha ocurrido eso en sectores de la industria pesada taiwanesa (siderurgia, química, transformados metálicos, etc.). Por ello, 2 millones de trabajadores taiwaneses, de una población activa de 11 millones, trabajan en China.
Según parece, la intención de los dirigentes taiwaneses sería la de firmar un tratado de paz con China, aunque el principal escollo es el de que no podría ser un acuerdo entre Estados, ya que China no reconoce a Taiwán esa categoría jurídico-política. En cualquier caso, Taiwán no es un aliado seguro para EEUU ya que puede ser políticamente neutralizable por China.
Corea del Sur.- Es el otro pilar del imperialismo yanqui en la región. Pero este país mantiene unas buenas relaciones económicas y comerciales con China, hacia donde dirige un volumen de exportaciones mayor que hacia EEUU. Además, China ha contribuido a estabilizar la zona entre las dos Coreas, apostando por su reunificación. De hecho, ha jugado un importante papel para solucionar la crisis nuclear entre EEUU y Corea del Norte.
Corea del Sur contempla cuatro posibles escenarios en sus relaciones con Corea del Norte: a) el conflicto militar; b) la normalización de relaciones y apertura de fronteras; c) el progresivo desarrollo de la cooperación entre ambas Coreas, en base a proyectos conjuntos de Zonas Económicas especiales (como el complejo de Kaesong); y d) la reunificación.
En cualquiera de esos escenarios, para Corea del Sur resulta imprescindible contar con la colaboración de China. Por ello, puede decirse que entre ambos países existe una relación de relativa «interdependencia», similar a la que también se da entre China y Taiwán.
Algunos estudios contemplan el horizonte del 2030 como el del posible estallido de un conflicto armado (que, incluso, podría ser nuclear) entre China y EEUU. A ello van dirigidos todos los preparativos del imperialismo yanqui, y también los de China. Con vistas a ello, EEUU está tratando de consolidar esa alianza militar en torno a China.
Sin embargo, teniendo en cuenta todos los factores enumerados antes, resulta difícil pensar que EEUU pueda llegar a desarrollar una alianza estable, sólida y consistente, contra China de cara a un futuro enfrentamiento con aquel país. Pero la realidad es muy compleja y cambiante, y las relaciones internacionales (como expresión de las contradicciones inter-imperialistas y de la lucha de clases) son muy fluidas y dinámicas. La evolución de los acontecimientos en los próximos años será decisiva, en un sentido u otro.
NOTAS
1.- La Séptima Flota de los EEUU, encargada del Pacífico oeste, cuenta con unos 50 o 60 buques, 350 aviones y alrededor de 60.000 efectivos. Su base principal se encuentra en Yokosuka (Japón). La Quinta Flota, encargada del Océano Índico y de los accesos al mismo (Golfo Pérsico, Mar Rojo, Mar Arábigo y costa de África del Este, cuenta con unos 20 buques y unos efectivos de aproximadamente 15.000 hombres. Su base principal está en Bahrein, y también cuenta con la base de la isla de Diego García.
2.-Territorio situado en el Pacífico occidental. Perteneciente a EEUU en calidad de «territorio no incorporado» (bajo soberanía estadounidense pero que formalmente no pertenece a su territorio). Su estatus puede equipararse al de una situación colonial, aunque no reconocida. Por ello, es uno de los territorios no autónomos que, se encuentra bajo supervisión del Comité de Descolonización de la ONU. Perteneció a Filipinas hasta 1898, cuando fue anexionado por EEUU en el transcurso de la guerra contra España. Es la isla más grande y meridional del archipiélago de las Islas Marianas.
3.- Vietnam ha cedido el puerto de Cam Rahn a EEUU para establecer en él diversas instalaciones militares.
4.- El NE de la India está formado por una serie de pequeños Estados (Arunachal Pradesh, Assam, Manipur, Meghalaya, Mizoram, Nagaland, y Tripura), que cuentan con una escasa población. El más poblado de ellos es Assam, que tiene unos 27 millones de habitantes, el resto oscila entre 1 y 4 millones. Los Estados nororientales de la India, mayoritariamente son de etnia birmano-tibetana. En esa región actúan más de veinte grupos guerrilleros, con distinta implantación. Muchos de estos grupos son nacionalistas birmanos, islamistas o budistas. Recientemente, el PCI (maoísta), que desarrolla un fuerte movimiento de guerrillas en amplias zonas rurales de la India, ha abierto un nuevo frente en el Estado de Assam.
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