El grupo armado Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) ha negado hoy toda relación con el atentado con coche bomba que el lunes causó nueve muertos y más de 60 heridos en el sureste de Turquía. Según un comunicado difundido hoy por la agencia Firat, cercana al PKK , ese grupo armado niega «toda […]
El grupo armado Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) ha negado hoy toda relación con el atentado con coche bomba que el lunes causó nueve muertos y más de 60 heridos en el sureste de Turquía.
Según un comunicado difundido hoy por la agencia Firat, cercana al PKK , ese grupo armado niega «toda relación» con el mortífero ataque, que ocurrió ayer a las 18:45 horas (GMT) frente a una comisaría situada ante una parada de autobús en la ciudad de Gaziantep.
«Nuestras fuerzas no tienen ninguna relación con la explosión; la opinión pública debe saber que nunca atacamos a civiles», asegura el comunicado de la guerrilla.
La mayoría de los medios turcos han atribuido el ataque al PKK, considerado terrorista por la Unión Europea (UE) y EEUU, y que en las últimas semanas ha protagonizado numerosos enfrentamientos con las fuerzas armadas en varias provincias del sureste.
Pero el hecho de que las víctimas fueran en su mayor parte civiles, entre ellos tres niños, de uno, tres y once años, diferencia este atentado de la mayoría de las acciones armadas del PKK, que normalmente se limitan a tiroteos con el ejército y la detonación de minas al paso de vehículos militares.
El vicepresidente del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP), Hüseyin Çelik, declaró a la emisora NTV que entre las víctimas se hallaban dos guardas de una prisión y un chófer de la misma institución.
Según la edición digital del diario Hürriyet, el ataque provocó 9 muertes y 69 heridos, cuatros de ellos, graves; 17 personas siguen hospitalizadas.
Dos autobuses y varios turismos se incendiaron por el efecto de la explosión, aparentemente detonada por un control remoto, que reventó los cristales incluso de edificios a 500 metros de distancia, relata el diario ‘Hürriyet’.
Poco después del ataque, un grupo de personas incendió en el mismo barrio la sede local del Partido Paz y Democracia (BDP), considerado a menudo como el brazo político de la guerrilla kurda.
Varios ataques graves con víctimas civiles en los últimos años han sido reivindicados por los Halcones de la Libertad de Kurdistán (TAK), un grupúsculo supuestamente escindido del PKK, cuyos motivos y cadena de mando son poco claros y a veces se considera meramente una «marca» del PKK para las actividades más sangrientas.