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El Posible Foro para Otro Mundo Continuará

Fuentes: Rebelión

· En Nairobi, Kenia, ha concluido este fin de semana la séptima edición del FORO SOCIAL MUNDIAL. Por primera vez, y muy acertadamente, se ha realizado un Foro Social Mundial en el continente africano – continente tan desconocido y despreciado como explotado – para dar un fuerte empujón a la organización de los movimientos sociales […]

· En Nairobi, Kenia, ha concluido este fin de semana la séptima edición del FORO SOCIAL MUNDIAL. Por primera vez, y muy acertadamente, se ha realizado un Foro Social Mundial en el continente africano – continente tan desconocido y despreciado como explotado – para dar un fuerte empujón a la organización de los movimientos sociales africanos. La valiente decisión estratégica de realizar el Foro en Asia, en Mumbai, hace tres años como en esta ocasión la de hacerlo en Nairobi, Kenia, a pesar del riesgo que supone realizar un evento de estas características en condiciones tan difíciles, se ha demostrado acertada según la valoración de los propios organizadores keniatas y la mayoría de los miembros del consejo internacional del Foro Mundial. · Sin embargo, independientemente de dónde se celebre el Foro Social Mundial (FSM) los blancos y europeos siguen teniendo el protagonismo. Hace tres años en Mumbai hubo un inicio de cambio al conseguir una participación y asistencia de muchas organizaciones locales de los cientos de pueblos de la India y Estados vecinos que se movilizaron para participar. Considerando el enorme coste que les supone a estas organizaciones de base sin apenas recursos la participación en un Foro y el hecho de la paulatina desaparición del FSM del movimiento indígena americano a pesar de su empoderamiento nos puede dar una pista para valorar las dificultades a superar. A pesar de ello, en el Consejo Internacional, la gran cocina del FSM, se escucha una y otra vez que «el Foro Social Mundial es un gran proceso histórico incluyente de todos y todas» que hace que este «otro mundo sea posible». ¿Hasta qué punto es o no histórico este proceso? ¿Realmente nos garantiza «Otro Mundo Posible»? ¿No será el desesperado intento de una camarilla de intelectuales para recuperar el sentido de su vida y su pensar, y de una izquierda asentada en el sofá del euro-comunismo individualista y la social-democracia en busca de la base popular perdida? Es una humilde y difícil diferenciación entre discursos, deseos y realidades la que, poco a poco, nos proporcionará las decisiones estratégicas correctas para que el Foro sea cada vez más rentable para cada vez más gente que organiza las luchas base. · El FSM de Nairobi 2007 se ha desarrollado en un complejo deportivo construido en los 70 para los juegos panafricanos que ha ofrecido buenas condiciones para llevar a cabo todos los seminarios y talleres, las reuniones formales e informales, la exposición, compra y venta de los productos de artesanía, comercio justo y documentación de las organizaciones. Los puestos de cerveza y comida brindaban merecido descanso de la vorágine de contactos, debates, intercambio de direcciones, explicaciones, charlas y búsqueda de la localización del siguiente seminario. Sin embargo, estos provisionales «restaurantes» fueron cerrados antes de finalizar el Foro al grito de «Fast Food Free» por un grupo local. Y es que estos improvisados restaurantes formaban parte de una cadena propiedad del mismísimo Ministro del Interior de Kenia. Los pacíficos consumidores de la cerveza ministerial aplaudíamos desde nuestras mesas la acción. Cuando los «revoltosos negros» de los slums se dirigieron hacia nosotros, echamos el último trago y nos disipamos disimuladamente en los siguientes seminarios sobre la participación y movilización de organizaciones de base y lucha real para hacer otro mundo posible para los pobres. · Hubo otras protestas y críticas. La omnipresencia de Celtel – la telefónica keniata – incomodaba a los asistentes de los seminarios contra las transnacionales y grandes empresas neoliberales. El derecho de acceso al recinto costaba solamente cinco euros, pero eso suponía unas 10 comidas para un habitante de Kibera, uno de los slums de Nairobi, más grande que el gran Bilbao, con más de 700.000 pobladores. El agua era inaccesible para los pobres. El transporte hasta el recinto deportivo no se podía hacer a pie, que es como suelen ir a los lugares la mayoría de lugareños y lugareñas. No había apenas actividades en los grandes parques de la ciudad por «seguridad» de los asistentes internacionales al FSM. El recinto del Foro estaba lleno de uniformados durante el día. Al anochecer unos cogíamos taxis al hotel. Los y las demás …… la pregunta que nos lanzó la representante del People’s Parliament a la cara era «¿qué o a quiénes controlan estos policías durante el día cuando no hay problemas de seguridad?» En otra ocasión resumió su protesta con la siguiente pregunta: «Si nosotros os hemos guiado y pudistéis visitar nuestros slums gratis, ¿porqué nosotros para visitarlos a ustedes en su Foro tenemos que pagar?» · En la cocina del Foro, en el Consejo Internacional (IC), algunos miembros se sirvieron de las protestas de los pobres y criticaron al comité organizador local del FSM hasta que a su presidente se le acabó la paciencia y dijo una cuantas verdades con las que acabó el debate de evaluación: «Los blancos europeos no tenéis derecho a venir aquí a experimentar en nuestro país con métodos que no aplicáis en vuestras casas. Algunos habéis utilizado a los pobres para promover revueltas y protestas contra el comité organizador local encargado del evento lo mismo que nuestros gobiernos utilizan a los pobres. Si nosotros hubiéramos hecho esto en el Foro de París o Londres, si hubiéramos promovido protestas de los migrantes y marginados contra los organizadores, el primer en protestar hubiera sido este Consejo Internacional del Foro. Aquí se dan unas condiciones que ustedes ignoran completamente, tenemos problemáticas y características que ustedes no conocen ni conciben y podemos asegurar que hemos hecho mucho más de lo que se imaginan para poder ofrecer acceso libre a todas aquellas personas pobres, pero obligándolas a organizarse, no desorganizadas. Hemos conseguido 50.000 litros de agua potable gratis, que desgraciadamente han acabado en gran parte en el mercado informal. Hemos buscado la forma de organizar el Foro en los parques de la ciudad, accesibles a todos y han sido los propios miembros de este mismo consejo los que han valorado unos meses antes del Foro que el espacio del complejo deportivo daba mejores condiciones para sus necesidades.» · Esto es sólo una pequeña y parcial muestra de las valoraciones, debates, discusiones y equilibrios que se desarrollaron alrededor del Foro Social Mundial donde se juntan tantas realidades, tantos intereses políticos, posicionamientos ideológicos, opiniones individuales, informaciones privilegiadas, alianzas tácticas y estratégicas, y también ignorancias, ausencias, exclusiones, mentiras, incluso corrupciones. El caos es un riesgo y la ineficacia una deficiencia peligrosa que hay que superar cuanto antes pero nunca a costa de este otro mundo posible tan necesario. Esto último sí se ha cumplido. Lo que desde Askapena y otras organizaciones de la Izquierda Abertzale hemos aportado desde el primer Foro Social Mundial en Porto Alegre hace ya siete años está dando sus frutos. Los políticos de izquierdas del Foro que no han conseguido librarse de sus reminiscencias franquistas, los intelectuales que glorifican la bio-diversidad cultural y lingüística, pero le niegan el sujeto a esta diversidad, los anti-nacionalistas que quieren eliminar las fronteras del mundo exigiendo a los pueblos pequeños oprimidos que no reivindiquen sus derechos y chantajeándoles desde la comodidad, seguridad y «libertad» que les proporcionan las fronteras de su propio y poderoso Estado neo-colonialista, han intentado excluir la reivindicación del derecho de autodeterminación del Foro situándolo en los confines de los siglos de la descolonización del imperio británico. No lo han conseguido. La reivindicación del derecho de autodeterminación y la soberanía de los pueblos, así como la imprescindible solidaridad entre todos para volver a entenderlo como un derecho humano individual y colectivo y cuya garantía encaminaría todos los violentos conflictos de este mundo hacia una resolución justa, duradera y democrática está cada vez más presente y aceptado. En este Foro Social Mundial de Nairobi ha sido uno de los ejes, muy débil todavía, casi invisible, imperceptible en este caos de reivindicaciones y propuestas. Pero entre todos los pueblos a los que se les viola este derecho y todos los Estados con una soberanía constantemente limitada, unidos a todas las organizaciones sociales, sindicales y políticas solidarias conseguiremos hacer cada vez más visible la necesidad de luchar por el derecho de autodeterminación y la soberanía de todos los pueblos y por el poder para garantizar que sea respetados.