Estados Unidos tiene un interés especial por Irán. El país persa posee la primera reserva mundial de gas y la cuarta de petróleo, la tierra que une tres continentes y está al lado de dos potencias rivales
La decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de prorrogar el levantamiento de las sanciones contra Irán y amenazar con el abandono del Plan de Acción Integral Conjunto y Completo (PACC), a menos que el Congreso de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) se pongan de acuerdo para modificar sus términos de manera unilateral, dejó una vez más a dicho pacto pendiendo de un hilo.
Trump dio un primer paso para quebrantar el PACC en octubre del anterior año, cuando se negó a certificar el acuerdo porque «las sanciones que suspendió no eran proporcionales con los pasos dados por Irán».
Sin embargo, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que el país persa había acatado todas sus obligaciones desde la firma del tratado en julio del 2015 con los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos), más Alemania.
Por su parte, el vicecanciller de Irán para Asuntos Jurídicos e Internacionales, Seyed Abás Araqchi, dijo que su país está totalmente preparado para un posible colapso del acuerdo causado por la Administración Trump.
EUROPA PLANTA CARA A TRUMP EN DEFENSA DEL ACUERDO
Trump puso contra la pared a los europeos y este tema fue tratado en una reunión de jefes de la diplomacia de los 28 países de la UE, hace solo unas semanas en Bruselas.
La idea del encuentro fue respaldar la postura europea del pasado año, justo luego de que Trump anunciara su interés de modificar el pacto. En aquel entonces la UE, en una unánime postura desafiante a la de EE. UU., insistió en la necesidad de presionar a Washington para que se preservara el tratado y no volviera a imponer sanciones.
Concretamente, el mandatario norteamericano dejó 120 días hasta el próximo plazo de suspensión de las sanciones contra la nación persa, para lograr un entendimiento con los europeos que se oponen a abandonar el tratado histórico.
La UE específicamente consideró que cualquier cuestionamiento en el PACC provocaría la proliferación del experimento nuclear en la región y podría incitar a una reacción contraria de los países del Oriente Medio.
En este escenario, Federica Mogherini, alta representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, insistió en que «el acuerdo está funcionando» y Europa lo necesita para su seguridad.
Asimismo, enfatizó recientemente que no se espera que el acuerdo termine y que cualquier paso que debilite la arquitectura global de no proliferación nuclear podría dificultar la diplomacia.
Además, los otros firmantes, Rusia y China, también se oponen a esta medida unilateral, pues consideran que no están dadas las condiciones de ninguna manera para «endurecer» este acuerdo.
¿QUÉ GANA TRUMP?
Estados Unidos tiene un interés especial por Irán. El país persa posee la primera reserva mundial de gas y la cuarta de petróleo, además, la tierra que une tres continentes y está al lado de dos potencias rivales: Rusia y China.
La retirada de Estados Unidos del pacto podría generar una gran incertidumbre entre las empresas extranjeras que desean invertir en el país persa, ahora que no pueden hacerlo las compañías estadounidenses, producto de las presiones del Gobierno y de las agrupaciones prosionistas, las mismas que obligaron a Trump a reconocer a Jerusalén como capital de Israel y mover su embajada de Tel Aviv.
Expertos en el tema consideran que esta situación pudiera provocar el cansancio de Teherán, debido a que tiene que esperar aún cerca de dos meses por la decisión del presidente de EE. UU. al respecto.
Por su parte, Trump logra desviar la atención pública de la crisis política actual que vive su país, pues a los revuelos previos como las irregularidades en la campaña del 2016 se sumaron recientemente los escándalos sexuales de miembros de su partido como el senador Roy Moore, puestos en la punta de mira con la campaña «#Metoo» de Hollywood y los continuos tiroteos en las escuelas.
Europa ahora es la clave para la supervivencia del acuerdo. El comercio entre la UE e Irán se duplicó este último año y se ve necesitada de persuadir a EE. UU. para que no incumpla sus compromisos.
El conflicto EE. UU.-Irán pretende presentar una imagen distinta del magnate republicano, la de un presidente poderoso y con determinación, y no un hombre oscuro que «asaltó» la Casa Blanca. Este tipo de «conflicto sin fin» es innegablemente un negocio redondo para el entramado industrial-militar del vecino del norte. Lo hemos visto antes.
PUNTOS CLAVE DEL PACC :
IRÁN: – Mantendrá sus niveles de enriquecimiento de uranio en no más del 3,67 %, lo que representa una reducción de casi el 20 %.
– Mantendrá reservas de uranio (al nivel antes mencionado) de menos de 300 kilogramos, una cantidad mucho menor que su actual reserva de 10 000 kilogramos.
– Eliminará gradualmente sus centrifugadoras IR-1 en cuestión de diez años, y durante este periodo mantendrá más de 5 000 centrifugadoras en funcionamiento en sus instalaciones en Natanz.
– Las centrifugadoras adicionales y la infraestructura relacionada al enriquecimiento en Natanz será almacenada bajo el monitoreo continuo del OIEA.
– No tendrá ningún material nuclear en sus instalaciones de Fordow durante 15 años, y convertirá ese sitio en un centro nuclear, de física y tecnología.
– Limitará ciertas actividades de investigación y desarrollo durante los próximos ocho años.
– Diseñará y reconstruirá un reactor de agua pesada modernizado en Arak, utilizando el enriquecimiento de combustible de hasta 3,67 % luego de obtener la aprobación de las autoridades internacionales en cuanto al diseño final.
– Enviará el combustible gastado fuera de sus fronteras.
EL G5+1:
– Monitorear los niveles de uranio de todas las plantas de concentración de mineral de uranio por 25 años.
– Vigilar todas las centrifugadoras, entre ellas aquellas que Irán almacenará, según el acuerdo, durante 20 años para asegurarse de que Teherán está cumpliendo con el acuerdo.
– Mantener una comunicación directa con funcionarios iraníes en el transcurso de los próximos años para obtener explicaciones sobre asuntos clave y abordar «cualquier posible ambigüedad».
– Mantener una presencia a largo plazo en Irán, más allá de sus objetivos específicos.
– Naciones Unidas levantará todas las sanciones que pesan sobre Irán vinculadas al programa nuclear, aunque con algunas limitaciones.
Fuente: http://www.granma.cu/mundo/2018-02-23/el-sinsentido-de-trump-y-el-pacto-nuclear-irani