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En Perú, grupo indigenista y de ex militares toma comisaría

Fuentes: Agencias/Rebelión

Un grupo ultranacionalista indigenista y de ex militares se apoderó este sábado de manera violenta de una comisaría en una región andina del sudeste de Perú, con saldo de siete heridos y 10 policías tomados como rehenes, en una acción en la que exigieron la renuncia del presidente Alejandro Toledo. Ante el hecho, protagonizado por […]

Un grupo ultranacionalista indigenista y de ex militares se apoderó este sábado de manera violenta de una comisaría en una región andina del sudeste de Perú, con saldo de siete heridos y 10 policías tomados como rehenes, en una acción en la que exigieron la renuncia del presidente Alejandro Toledo.

Ante el hecho, protagonizado por el llamado Movimiento Etnocacerista, al mando del ex mayor del ejército Antauro Humala, el gobierno de Toledo y el Congreso rechazaron toda acción de subversión y despacharon a la zona a cientos de policías y soldados, quienes por la noche mantenían cercado al grupo.

Humala declaró: «fue una intervención militar de mucha estrategia, que nos posibilitó tomar la dependencia policial» y algunos rehenes, además de causar heridas a otros cinco uniformados. Los otros dos heridos serían gente pertenenciente al grupo que efectuó la toma.

El asalto al local policial se produjo a pocas horas de que comenzó el Año Nuevo en Andahuaylas, de unos 29 mil habitantes dedicados a la agricultura y a la ganadería, al parecer por unos 150 reservistas del ejército armados que obedecen al mayor retirado.

Humala, cuyo grupo indigenista reivindica el imperio incaico, aseguró que el objetivo del levantamiento es lograr la renuncia de Toledo, a quien calificó de «cabeza de un gobierno corrupto y vendido a capitales extranjeros, sobre todo chilenos». Sin descartar el diálogo, exigió poner fin a la entrada de capitales de ese país.

El grupo de Humala se dio a conocer en 2000, cuando se sublevó liderado entonces por su hermano Ollanta -otro militar en activo-, contra el presidente Alberto Fujimori, tras el escándalo de corrupción detonado por el jefe de seguridad Vladimiro Montesinos.

El teniente coronel Ollanta Humala, desde Corea del Sur, donde hasta hace tres días era agregado militar, tras ser pasado a retiro, avaló la acción de su hermano y llamó a respaldarla sumándose al levantamiento. Agregó que en cualquier momento retornará a Perú.

El presidente Toledo sostuvo una sesión urgente con el Consejo de Ministros, en donde instruyó a las fuerzas armadas a restablecer el orden e imponer el principio de autoridad en la comisaría asaltada, por lo que se decidió enviar un amplio contingente de soldados y policías a la región para hacer cumplir la orden.

Toledo declaró el estado de emergencia en Apurímac. «Este es un tema de Estado, estoy al comando del operativo», señaló Toledo en una breve presentación ante la prensa tras una reunión del Consejo de Estados, convocado para analizar la toma.

El mayor retirado Antauro Humala, líder rebelde que mantiene rehenes y el control de una parte de la ciudad andina de Andahuaylas, ratificó hoy en su decisión de resistir al intento del gobierno de neutralizarlo y tomarlo preso. Humala lamentó la muerte de cinco policías, que esta mañana intentaron avanzar sobre el cuartel de esa institución que el militar insurgente mantiene bajo su control desde la madrugada de ayer, 1 de enero. El mayor retirado, en declaraciones exclusivas a ANSA, negó además que su movimiento sea comunista o esté ligado al narcotráfico. «Este es un gobierno (de Toledo) corrupto, donde el Congreso y las fuerzas Armadas están igualmente involucradas con actos ilegales», expresó Humala.

Una tensa calma reinaba el día dos en la ciudad de Andahuaylas, en el sureste del Perú, donde más de 150 ex militares ocuparon la comisaría de la policía para exigir la renuncia del presidente Alejandro Toledo.

Reportes de los corresponsales de la emisora radial RPP Noticias señalaron que a media mañana (10:15 horas, 15:15 UTC) sólo se escuchan ocasionales disparos, sin que haya precisiones sobre quienes los realizan.

El canal N de la televisión por cable también informó que los enfrentamientos han cesado esta mañana.

La violenta balacera esta madrugada entre policías y los ocupantes de la comisaría dejó un saldo de al menos cuatro agentes muertos y numerosos heridos, según reportes de los hospitales de la ciudad, a unos 830 kilómetros de Lima.

La emisora señaló que los principales accesos carreteros a Andahuaylas se encuentran bloqueados, mientras las actividades en la ciudad están paralizadas.

Mencionó además que contingentes de policías están siendo trasladados hacia la zona y se concentran en la vecina localidad de San Jerónimo, a unos tres kilómetros de Andahuaylas.

El ministro del Interior, Javier Reátegui, confirmó anoche que un grupo de agentes que se dirigía a Andahuaylas fue rechazado por una columna de unos 60 rebeldes, en un enfrentamiento que dejó dos agentes heridos.

El ataque fue comenzado la madrugada de ayer por unos 150 militantes del llamado Movimiento Etnocaceristas, quienes se identifican como reservistas de las fuerzas armadas y están liderados por el ex mayor Antauro Humala.

El ex militar acusó en una declaración al presidente Toledo de encabezar un gobierno corrupto y vendido a los capitales extranjeros, principalmente de Chile.

Según Humala, el gobierno dio también un golpe a las fuerzas armadas al pasar a retiro a oficiales que se enfrentaron al régimen del presidente Alberto Fujimori (1990-2000), entre ellos a su hermano, el teniente coronel Ollanta Humala.

Los dos Humala comenzaron el 29 de octubre del 2000 un fallido levantamiento contra Fujimori en el sur de la nación.

Los etnocaceristas se mantienen apostados con armas largas y otros pertrechos en la comisaría, donde mantienen a 13 policías como rehenes, mientras Humala periódicamente exhorta a la población a sumarse a sus acciones.

El corresponsal de RPP dijo que jóvenes, señoritas y otros pobladores han protagonizado algunos disturbios en respaldo a los rebelados.

El presidente Toledo declaró en emergencia anoche al departamento de Apurímac, donde se encuentra Andahuaylas, e impartió instrucciones a las autoridades para restablecer el orden.