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Encuentro internacional de rebeldías en territorio zapatista

Fuentes: Agencia Tierraviva

A más de tres décadas del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el encuentro «Algunas partes del todo» reúne luchas y resistencias de colectivos mexicanos y de una decena de países. El espacio busca nutrir la organización y compartir los errores y aciertos de las construcciones autónomas. Los desafíos frente a los megaproyectos extractivistas y la mirada de las próximas generaciones.

En Chiapas, al sur de México, hay amplias extensiones de territorio donde pueblos indígenas zapatistas construyen su vida con autonomía y democracia directa. Allí rechazan al gobierno nacional, que nunca veló por los derechos y las necesidades de las comunidades, y se declaran en resistencia y rebeldía. Las y los zapatistas han logrado construir su propia salud autónoma, su propia educación, su sistema de gobierno local y horizontal, su seguridad y denuncian los programas sociales que está implementando el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum (Morena) para fragmentar a las comunidades campesinas.

A 31 años del levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en el que alzaron su grito de «Ya basta»y exigieron «Nunca más un México sin nosotros», el domingo 3 de agosto inició el Encuentro “Algunas partes del todo”, organizado por el zapatismo, con la finalidad de compartir las luchas y resistencias a lo largo de todo el mundo. Ya han organizado varios encuentros con la finalidad de compartir luchas y resistencias con otros colectivos en rebeldía tanto a nivel nacional como internacional. Durante la pandemia estuvieron cerrados al contacto con el exterior, como una medida de cuidado, pero ahora han retomado la organización de encuentros internacionales para las formas de resistencia de cada territorio.

El encuentro comenzó en el Caracol Torbellino de Nuestras Palabras —»caracol», son las comunidades autónomas de toma de decisiones dentro del territorio zapatista— ubicado en la localidad de Morelia, a pocos kilómetros de Altamirano, una de las cuatro ciudades que el 1 de enero de 1994 amanecieron ocupadas por las y los zapatistas.  La inauguración ocurrió con la entrada de la milicia al espacio central del caracol. El Subcomandante Moisés, vocero del movimiento, compartió un discurso de menos de 5 minutos donde dio la bienvenida a «todas, todos y todoas» al encuentro y enunció con claridad: «Hoy todos somos una niña palestina, todos somos un niño palestino», y un profundo silencio se hizo presente. En ese momento, cada  miliciano y miliciana del EZLN desplegó una bandera de Palestina. Quedó así establecido el vínculo entre los oprimidos del mundo contra el sistema y las guerras capitalistas.

Foto: Enlace Zapatista

En el encuentro cada colectivo tiene lugar para compartir el contexto en el que se ve implicado, sus desafíos, y las acciones concretas que realizan. El Congreso Nacional Indígena (CNI), que aglutina y pone en diálogo las luchas de los diversos pueblos indígenas a lo largo de todo el territorio mexicano, abrió las mesas de compartición. Varios voceros de diferentes comunidades expusieron sobre los procesos de autonomía, la presencia del crimen organizado y de megaproyectos extractivistas en los territorios ancestrales, de la presencia de proyectos gubernamentales que fragmentan las comunidades, entre otras problemáticas. Un ejemplo es el programa gubernamental Sembrando Vida, que obliga a las comunidades a tener 2,5 hectáreas con títulos individuales para ingresar en él, por lo que muchas comunidades privatizan las tierras comunales.

El CNI es fundamental en el contexto mexicano y cobró gran visibilidad al consolidar el Consejo Indígena de Gobierno que, en 2017, eligió a Marichuy, como se conoce a María de Jesús Patricio, como su vocera para ser candidata independiente a la elección presidencial de 2018. Esto impulsó una gran campaña desde abajo como contrapropuesta al sistema de poder gubernamental.

Las madres buscadoras —colectivo de mujeres que buscan a sus hijos e hijas desaparecidos— fueron las siguientes en tomar la palabra. En México ya cuentan más de 120 mil desaparecidos y el número aumenta cada día por la violencia cómplice entre el crimen organizado y las autoridades nacionales, estatales y municipales. Son las familias las que llevan adelante la ardua tarea de buscar entre el dolor a sus desaparecidos en basurales, barrancas y escombros. Decenas de grupos de familiares se organizan a lo largo del territorio mexicano, sufriendo estigmatización, abandono del Estado, persecuciones e incluso varias y varios han sido asesinados durante su búsqueda. 

Foto: Enlace Zapatista

Una mirada a la autonomía y al futuro zapatista

En el encuentro, cada tarde, los jóvenes zapatistas comparten obras artísticas donde no se ven individualidades sino colectivos trabajando en común. Cada tarde  presentan poemas y canciones, muchas veces en sus lenguas maternas y otras en castellano. El recambio generacional es uno de los desafíos de la actualidad del zapatismo, porque surge la pregunta de cómo transmitir el sentido de la lucha a quienes no han vivido en las condiciones de opresión del capitalismo, a quienes han nacido y criado en los caracoles.

Desde las escuelas autónomas los jóvenes armaron obras de teatro en las que presentan la historia del movimiento, incluyendo sus errores y aciertos. Con un agudo poder de autocrítica, el zapatismo ha revisitado sus prácticas piramidales y, en 2023, comunicó un cambio en la estructura de gobierno autónomo. La estructura piramidal de las Juntas de Buen Gobierno, donde algunos concentraban la información y decidían soluciones, fue cambiada por un sistema de asambleas de base que están en permanente diálogo con la totalidad del territorio.

En cada comunidad y ejido funciona hoy un Gobierno Autónomo Local elegido por la comunidad y rotativo que, según lo requieran las problemáticas, se reúnen en Colectivos de Gobiernos Autónomos Locales en los respectivos caracoles, y si fuera necesario se unen en una Asamblea de Colectivos de Gobiernos Autónomos Locales. 

El jueves 7 de agosto una brigada internacional visitó el quirófano autónomo que están construyendo en la Selva Lacandona, en el Caracol Dolores Hidalgo. El plano lo realizaron siete compañeros zapatistas de base de apoyo y la construcción se organizó con la participación de bases de apoyo de los diferentes caracoles que trabajan por semana. También comentaron, en una presentación posterior en el auditorio del caracol, qué personas que no pertenecen al movimiento, algunos de ellos partidistas del partido oficialista Morena, también han participado y aportado para su construcción porque comprenden que el quirófano en ese territorio es un beneficio para todos y todas.

El trabajo es en común y para el común. La decisión de su construcción nació a partir de las necesidades del pueblo, ya que el hospital más cercano se encuentra en Ocosingo, localidad ubicada a dos horas por carretera. El quirófano representa una mejora del sistema de salud autónoma, que cuenta con salas en cada comunidad y con promotores de salud, que combinan sus saberes ancestrales de medicina con la formación que le brindan médicos. También cuentan con ambulancias en cada caracol. 

Todo el encuentro —que puede seguirse de la web del EZLN— tiene como eje central trabajar en común y luchar hacia el día después de la tormenta que acarrea el capitalismo con el extractivismo de los recursos naturales, la devastación de la naturaleza, los monocultivos, entre tantos otros factores. El zapatismo continúa en su camino sin desviarse de la autonomía y tiene como horizonte que una niña que crezca dentro de siete generaciones pueda vivir en libertad y sin miedo. 

Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/encuentro-internacional-de-rebeldias-en-territorio-zapatista/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.